La autonomía de un individuo se puede describir como la capacidad que tiene dicha persona para actuar según su criterio, independientemente de la opinión o creencia de otros. La autonomía se relaciona con el apego y la forma que tenemos de relacionarnos con los demás.

Desde que nacemos se va construyendo poco a poco nuestra autonomía. Bien es cierto que nacemos muy limitados en este sentido si nos comparamos con otros seres vivos que, desde que salen del vientre de su madre, pueden comenzar a caminar. En el caso de los seres humanos, el grado de autonomía que adquiere cada individuo está condicionado por la manera en la que actuó su entorno durante sus primeros años de vida. Van a influir, por ejemplo, los miedos y temores que le fueron inculcados, las ocasiones en las que se dejó a esa persona que se equivocase, que cometiese errores y aprendiese de ellos.

Es muy común escuchar que los jóvenes de hoy en día no tienen prisa por salir de casa, que están aletargados, pero gran parte de responsabilidad de esa tardanza a la hora de independizarse la tienen tanto nuestra sociedad como las familias, por no haber sabido disponer de las herramientas adecuadas para fomentarla.

¿De qué depende el grado de apego o el nivel de autonomía que posee una persona?

 

Autonomia cuidados del bebe

Fuente: Pixabay miapowterr

 

Podríamos decir que la manera en la que una persona se va a relacionar con el mundo depende de tres factores:

  • De la familia en la que hemos tenido la suerte de nacer y las herramientas que esta nos ha proporcionado.
  • De la genética y predisposición de cada individuo.
  • De la educación recibida y del ambiente en el que nos hemos desenvuelto desde nuestros primeros años.

 


¿Puede una persona adulta cambiar la forma en la que se relaciona con su entorno?

Para poder transformar cualquier patrón de comportamiento que tengamos es necesario que pasemos por la fase de aceptación y seamos conscientes de ello, pues solo podemos transformar aquello que comprendemos. Es necesario que observes la forma que tienes de relacionarte con los demás y de actuar en determinadas situaciones que requieran capacidad de decisión. Intenta relacionarlo con los patrones aprendidos durante tu infancia. La relación que existe entre lo que piensas de ti mismo y cómo te educaron tus padres es la responsable de tu forma de actuar y de la confianza con la que te enfrentas a la vida.

Cuando somos pequeños, nuestra familia suele proporcionarnos la seguridad y estabilidad que necesitamos, y decimos suele porque, por desgracia, no es así en todos los casos. Cuando nos independizamos, nos vemos obligados a tomar decisiones y a asumir responsabilidades que de niños no teníamos. La mayoría hemos pensado en ocasiones aquello de «qué ganas tengo de independizarme para hacer lo que me da la gana» y, en realidad, cuando llega ese momento, tenemos menos libertad de decisión que antes de ser autónomos.

La dependencia de otras personas no disminuye cuando nos hacemos adultos, al contrario, crece. Los seres humanos somos seres dependientes. Si vivimos aislados podemos llegar a sufrir mucho, pero hay que saber encontrar el término medio para no caer en relaciones personales agobiantes. La mayoría de nosotros dependemos de una red de personas que se encuentran a nuestro alrededor. Esta red puede ser amplia o por el contrario pequeña. Si disfrutamos de una red amplia de contactos sentiremos mayor libertad que si, por el contrario, tenemos una red estrecha, con menos recursos.

 

Autonomía red de personas

Fuente: Pixabay geralt

 

Pongamos un ejemplo, estás divorciada, vives en una ciudad alejada de tu familia, tienes un hijo pequeño, en edad escolar y solo conoces a dos madres de la clase de tu hijo. Si un día tienes un problema y no llegas al colegio a recogerle, tus niveles de ansiedad llegarán a límites insospechados si esas dos madres no pueden hacerte el favor de recogerte a tu hijo. Si, por el contrario, tienes buen ambiente y estableces relaciones con el resto de madres del aula, sentirás tranquilidad al saber que si te surge un contratiempo puedes contar con varias personas para echarte una mano.

De esta forma, podemos decir que esta apertura al mundo que proporciona el establecer variadas relaciones está estrechamente relacionado con ser más creativo y menos rígido en tu vida. Si eres capaz de elegir libremente el campo en el que se expande tu red de relaciones, notarás que estás más abierto al mundo y eres capaz de ser más autónomo y menos dependiente.

¿Cómo puedes relacionarte de una manera más libre con tu entorno?

  • Conociéndote mejor a ti mismo. Una manera eficaz para conseguir conectar con tu verdadero yo es a través de la meditación. Esta técnica nos ayuda a vivir la vida con atención plena, libres de ansiedad y miedos, tomando los acontecimientos de la vida de manera neutra.
  • Aprendiendo a manejar las tensiones. Es importante reconocer qué nos ha generado angustia o miedo para poder aceptarlo y dejarlo ir.
  • Estableciendo nuevas relaciones personales, suena paradójico que para ganar en autonomía sea aconsejable establecer más relaciones personales, pero, en realidad, gozar de relaciones sanas te hará sentir más libre y menos apegado a relaciones enfermizas y negativas.
  • Desarrollando tu creatividad al máximo. Todos tenemos un potencial creativo enorme en nuestro interior y hay muchas maneras de conectar con él. Algunas personas lo externalizan a través de la meditación, del yoga, cogiendo un pincel y un lienzo en blanco, saliendo a pasear o escuchando una relajación guiada.
  • Aprendiendo a resolver conflictos. Saber resolver problemas de la vida cotidiana es lo que nos da confianza y empuje para sentir que tomamos las riendas de nuestra vida.

 

Con la práctica de estas pautas podrás llegar a alcanzar mayor confianza en ti mismo y sentir que en la vida todo depende del estado de ánimo con que se mire. Si tu interior está alegre y optimista podrás enfrentarte a cualquier situación con ánimo. Por el contrario, si estás triste, tu capacidad de autonomía se verá mermada. Ser adulto significa vivir de manera consciente y responsable, disfrutando de todas las oportunidades que la vida nos brinda.

En conclusión, si aplicas estas prácticas en tu día a día aprenderás a cuidar de ti mismo. Y para ayudarte puedes contar con método Crear Salud, que, además, no solo trabaja con la meditación, sino que también busca fomentar una correcta nutrición en las personas, así como una vida activa. 

Anímate a probar la app Siente -que puedes descargarte aquí – y conviértela en tu mejor compañera de viaje por la senda de la meditación. Esta aplicación trabaja con una metodología muy sencilla, que te enseñará las claves del mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar y, en definitiva, llevar una vida más feliz.


Estamos trabajando en la versión para dispositivos Apple

Estamos trabajando en la versión para dispositivos Apple

Déjanos tu email y te mandaremos un aviso en cuanto la app esté subida y disponible para tu dispositivo Apple.

[ninja_form id=9]

You have Successfully Subscribed!

Pin It on Pinterest

Share This