Existen muchos tipos de liderazgo, y aunque todos ellos están basados en el plano competitivo y orientados a cumplir objetivos. ¿Será posible un liderazgo saludable? A continuación veremos si en la naturaleza del líder está contemplada la posibilidad de un liderazgo saludable, que beneficie a todos y no solo a unos pocos.

Tenemos unas creencias acerca de lo que supone el liderazgo, otorgamos una serie de características personales a los líderes. A veces, nos pueden parecer fríos, autoritarios, interesados, arrogantes, e incluso con falta de humanidad. Pero como bien sabemos hay muchos tipos de personas y por ello también hay muchos tipos de liderazgo, no podemos meterlos a todos en el mismo saco.

 

 

Hay personas que imponen su liderazgo, el cual sería entonces autoritario, y otras personas que, sin embargo, son elegidos por el grupo como líderes, lo que supondría un liderazgo más democrático. Sin duda, estos últimos, son los que pueden ejercer un liderazgo saludable. El grupo que sigue al líder lo puede hacer por diversas razones, entre ellas, que se considere a esa persona como la más capacitadapara coordinar al grupo y dar soluciones a los retos que se presenten.

Veremos a continuación lo que supone cada liderazgo y cómo podríamos definir un liderazgo que resulte saludable. Comprobaremos si hay ejemplos de este tipo de liderazgo.


 

Características de los tipos de liderazgo más representativos

Los diferentes expertos describen diversos tipos de liderazgo. Uno de los que más destaca es Daniel Goleman, que hace una descripción con las diferentes características de hasta 6 tipos de liderazgo. Entre ellos, podríamos destacar algunos que están considerados como los más beneficiosos o atractivos para quienes conforman un grupo.

Líderazgo afiliativo

Este tipo de liderazgo está centrado en la vinculación emocional, para que aumente la lealtad y crear una armonía en el grupo que resulte productiva. Este tipo de liderazgo cree en cada uno de los componentes del grupo, además lo demuestra, aportándoles la libertad necesaria para que realicen su trabajo de la manera que ellos consideren más eficaz.

A través de este liderazgo el líder promueve la construcción de vínculos significativos entre los miembros del grupo, para que haya un mayor sentimiento de pertenencia al grupo. Se crean relaciones naturales en las que prevalece, frente a la competitividad, la ayuda mutua. Se caracteriza este tipo de liderazgo también por servir para aumentar la comunicación, la confianza y la moral del grupo.

 

 

Liderazgo democrático

Bajo este tipo de liderazgo los trabajadores o integrantes del grupo tienen voz y voto en las decisiones que afectan a los retos con los que se enfrentan. El líder escucha al grupo y a cada uno de sus integrantes, teniéndolos en cuenta en todas sus acciones importantes; también escucha sus preocupaciones y lo que les motiva. El liderazgo democrático cobra un mayor sentido cuando quienes componen el grupo son personas competentes, para salir adelante ante épocas de crisis de una forma conjunta.

Liderazgo de entrenamiento

Los líderes que emplean este liderazgo ayudan a que cualquier persona que pertenece al grupo identifique sus potencialidades, fortalezas, aspiraciones y debilidades. Se profundiza en la persona para que esta saque lo mejor de sí misma. El líder va delegando su trabajo y sus responsabilidades a quienes identifica como que ya están preparados para dar el siguiente paso en sus objetivos y metas.

Quienes forman parte del grupo se sienten motivados y entusiasmados ante los retos que se presentan, ya que son una oportunidad para ir creciendo y desarrollándose dentro del grupo. Se tiene una buena consciencia sobre las debilidades propias, lo cual sirve para ir mejorando el rendimiento personal.

¿Qué supone un liderazgo saludable?

En los tipos de liderazgo que hemos descrito anteriormente podemos atisbar muchas de las clave de lo que supone un liderazgo saludable. Está claro que sería posible lograrlo, aunque hay que tener en cuenta que no es indicativo de éxito. Cada tipo de liderazgo tiene unos cometidos y es eficaz dependiendo de las circunstancias, todos ellos tienen flaquezas y no sirven para todo tipo de situaciones, ni con todo tipo de personas, por lo que el líder más efectivo es el que es capaz de flexibilizar.

El liderazgo saludable lo es cuando se tiene en cuenta a las personas, entendiendo que son un componente esencial para lograr todo lo que se haya propuesto en el grupo. El cuidado de las personas, el dar la posibilidad de conocerlas, y que tengan su identidad dentro del grupo, aporta un plus de humanismo que siempre es recomendable que tenga el líder, para que no haya una gran brecha entre él y las piezas esenciales. El alma del grupo es la unión de todos sus integrantes, cada cual con sus fortalezas, debilidades y áreas de desarrollo.

 

 

Siempre se presentarán nuevos retos para el grupo y el líder, habrá muchos factores a modificar dentro de una organización. Sin embargo, una de las claves más importantes en este proceso de desarrollo y evolución continua es el clima que reine entre las personas, el buen ambiente y la interacción.

De hecho hoy día, tanto las pequeñas empresas como las grandes organizaciones han podido comprobar la necesidad de un liderazgo saludable. Durante muchos años se ha vivido con estilos de liderazgo que han sido poco saludables. Los líderes se han mostrado autoritarios, inflexibles, y han basado su poder en el miedo y los castigos. Los resultados que se han ido obteniendo no han sido los más deseables, y a largo plazo se han visto las consecuencias nefastas que han ido dejando.

Está más que comprobado en la actualidad la relación que existe entre un tipo de liderazgo saludable y unos resultados excelentes. Tanto a corto como a largo plazo. La mejor inversión que puede hacer una organización es la del cuidado de sus trabajadores. La humanidad es importante en todos los ámbitos y no está reñida con los negocios ni el éxito, al contrario de lo que se piensa, aunque suponga una mayor dedicación, atención y esfuerzo.

La capacidad para desarrollar un liderazgo saludable pasa por conocernos mejor y aprender a gestionar nuestras emociones. Y en esto te puede ayudar el método Crear Salud, a través del mindfulness y la psicología positiva. Descárgate la app Siente aquí puedes hacerlo- y empieza a disfrutar de los beneficios de la meditación. A partir de una metodología muy sencilla, emprenderás el camino para mejorar tu bienestar y acercarte a una vida más feliz.

Pero, además, la metodología Siente es solo una parte del método Crear Salud, ya que también te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa.


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