La meditación tiene mucho que ver con la psicología positiva. La primera es definida como el análisis de las prácticas positivas, rasgos personales positivos, las organizaciones que ayudan a su progreso y los proyectos que apoyan a los individuos para mejorar su estilo de vida. Además, ayuda a las personas a ser buenos ciudadanos, promoviendo las características que son necesarias para ello.

Este tipo de psicología, nos ayuda a conocer que, el sentimiento de felicidad o bienestar permanente, suele ser estable en los individuos y posiblemente hereditario. Por eso, se dice que es parcialmente independiente del ambiente en el que vivimos pero que, por circunstancias determinadas, se puede modificar.

Por otro lado, están las fortalezas del carácter de cada persona, que se pueden ejercitar. Estas son rasgos psicológicos que se presentan en diversas circunstancias a través del tiempo y suelen tener resultados positivos. Ejercitar una fortaleza origina auténticas emociones positivas y conducen a barreras contra las enfermedades, como son las habilidades interpersonales o la honestidad.


También podemos destacar que las personas podemos ejercitar de forma intencionada nuestra capacidad para experimentar y aumentar las emociones positivas, ya que se ha demostrado que mejoran nuestra salud física, psicológica y social. Estas emociones se pueden centrar en el presente, el pasado y el futuro. Respecto al presente se encuentran emociones como la alegría, la euforia y el interés característico por la actividad hecha, entre otras. En el pasado podemos encontrar la satisfacción, realización personal y el orgullo. Por último, el futuro presenta emociones como el optimismo y la esperanza.

Estas emociones positivas tienen una finalidad principal en la evolución, según aumentan las técnicas intelectuales, físicas y sociales de las personas. Dichas técnicas hacen que crezcan las reservas a las que se puede acudir cuando aparecen situaciones de amenaza y de oportunidades. Es decir, cuando aparecen las emociones positivas, se altera la forma de pensar y actuar de las personas.

¿Hay alguna técnica que nos ayude a encontrar esas emociones positivas?

La respuesta a esta pregunta es sencilla, sí, puesto que la técnica que podemos emplear es la meditación. Es difícil explicar el significado de la meditación, ya que es un concepto muy inexacto que cada individuo interpreta de forma particular. Para algunas personas se trata de una disciplina intelectual que sirve para silenciar el bullicio que hay en su interior y así obtener estados emocionales positivos.

Aunque hay mucha gente que la experimenta, parte de ella cree que está relacionada con aspectos religiosos o ejercicios sectarios. Pero meditar no es más que un ejercicio intelectual. De hecho, es una práctica de origen intelectual mediante la cual se desarrolla la atención y la consciencia en un determinado momento del presente.

La meditación tiene diferentes objetivos, como por ejemplo:

1. Descanso de la mente: se intenta liberar a la mente de las preocupaciones del día a día.

2. Relajación: eliminar el estrés y la ansiedad y mantenerse en una fase de bienestar.

3. Intelectual: para aumentar la capacidad intelectual.

Además de esto, mediante un encefalograma, se puede distinguir la actividad cerebral que provoca la meditación. Según evoluciona la profundidad de la meditación, el cerebro pasa por diversas etapas:

– Beta: implica la concentración.

– Alfa: en la que se presenta la relajación.

Theta: es la meditación profunda, donde se solucionan los problemas.

– Delta: se trata de la meditación desarrollada. Es el sueño profundo pero sin dormir.

¿Dónde puedo meditar?

Puedes hacerlo en tu propio hogar. Para meditar en casa tienes que encontrar un sitio idóneo. Lo bueno sería que tuvieras una habitación dedicada únicamente a la meditación, así tu cuerpo y mente percibirán los momentos de descansos cuando entres en ella. Si no dispones de ella, no te preocupes. Puedes elegir un lugar donde te sientas a gusto, en el cual no haya ruido. Una vez encontrado el sitio, haz que se vea agradable.

Para practicar la relajación y meditación, lo ideal sería utilizar ropa lo más cómoda posible. Si es la primera vez que llevas a cabo una práctica de meditación, lo idóneo es que realices un método de relajación guiado. Esto quiere decir que una persona te guiará a través de su voz, indicándote qué es lo que debes hacer para poder llegar a los estados de relajación.

 

En las primeras prácticas puedes escoger entre hacerlo con los ojos abiertos o cerrados. Si optas por tener los ojos abiertos, lo ideal es que te fijes en un punto de referencia, y así poder concentrar la mirada. Una vez hecho esto, tus pensamientos y preocupaciones irán desapareciendo. Poco a poco tendrás que centrarte en tu forma de respirar. No la cambies en ningún momento, obsérvala y contempla lo que ocurre en tu mente. Esto actúa como método de relajación.

 

Dependiendo del tipo de meditación que hagas también podrás llevar a cabo ejercicios de control mental a través de técnicas de visualización con representaciones positivas. Estos son los pasos que debes seguir para poder hacerlos:

1. Imagina una pantalla mental: la utilizarás como componente para la visualización. Tiene que ser una pantalla grande, pero que no ocupe por completo tu campo de visión.

2. Proyección: proyecta en la pantalla cualquier elemento que te resulte familiar y sobre el que quieras fijar tu concentración.

3. Nivel alfa: cada vez que te encuentres en este nivel, concéntrate en una sola imagen. La podrás cambiar en otra ocasión. A continuación, deberás concentrarte para hacerla real, pensando en todos sus elementos.

Si te cuesta conciliar el sueño, te recomendamos que utilices una de las técnicas más empleadas, como es la meditación guiada para dormir. Esta técnica ayuda a conciliar el sueño de manera eficaz. Para ello, te mostramos a continuación cómo se hace: una vez que te hayas metido en la cama, cierra los ojos e intenta recordar todo lo que has hecho durante el día. Deberás hacerlo de atrás hacia delante, es decir, empezando por: “me he metido en la cama, cepillado los dientes”, así hasta el comienzo del día. Tendrás que describirlo de manera que tú lo veas desde otra perspectiva y de manera que no seas protagonista.

En conclusión, la meditación podrá permitirte ‘parar’, y experimentar de primera mano los beneficios de llevar una vida consciente y saludable. De esto mismo trata el método Crear Salud, que te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa.

Anímate y prueba la app Siente – que puedes descargar aquí – y se convertirá en tu mejor compañera para guiarte en el camino de la meditación. Se trata de una metodología muy sencilla, que te abrirá las puertas del mindfulness y la psicología positiva, para mejorar tu bienestar y en definitiva, ser más feliz.


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