Casi con seguridad, la mayoría de las personas asocian el hecho de comer semillas con momentos de ocio. Tardes en el parque comiendo pipas o alguna reunión con amigos en la que una cerveza puede acompañarse con unas almendras. Las semillas nos ofrecen extraordinarios beneficios para la salud que conoceremos a continuación.

Las semillas son un proyecto de vida

¿Sabías que las semillas son esencialmente óvulos de muy pequeño tamaño? De estos óvulos, si existieran las condiciones necesarias, nacerán nuevas plantas. En su parte exterior, se encuentra una envoltura que protege toda la fuente nutritiva que se almacena en el interior.

Por todo ello podemos decir que las semillas son, ante todo, un alimento vivo que, por lo tanto, nos aporta vida. ¿Puedes darte cuenta de la importancia que tiene eso? Cuando las ingerimos aportamos esa energía de vida a nuestro organismo.

Fuente: Pixabay/Alexas_Fotos

Además de esto, las semillas nos ofrecen muchísimas propiedades muy interesantes. Sobre todo, destacan por su contenido en grasas muy saludables, minerales y proteínas. Se pueden consumir a diario y aportan una buena dosis de energía y nutrición a nuestro cuerpo. Son una excelente alternativa a la carne porque aportan una buena dosis de proteína. No obstante, las personas que tengan propensión a formar cálculos las tendrán que consumir con moderación.


 

Propiedades de las semillas

Cada tipo de semillas nos aportan diferentes propiedades, sin embargo, en general, todas ellas comparten algunos beneficios muy importantes para nuestra salud.

Son muy nutritivas

Las semillas son un alimento muy nutritivo. Son muy ricas en vitamina E que está considerado como un excelente antioxidante natural. Así mismo, tienen abundancia en grasas de excelente calidad y proteínas de muy fácil asimilación. Para el cuerpo humano las proteínas de las semillas son mucho más fáciles de digerir y asimilar que las de origen animal.

Luchan contra el colesterol y los triglicéridos

Las grasas saludables que contienen estos alimentos hacen que sean muy adecuadas para las personas que tengan niveles altos de grasa en sangre. Tanto en el caso de triglicéridos como colesterol. Consumir semillas diariamente nos ayudará a bajar estos niveles de manera natural.

Mejoran nuestro sistema nervioso

Las grasas que contienen también nos ayudan a cuidar de nuestro sistema nervioso. Esto nos asegurará un mayor bienestar emocional.

Son cardiosaludables

Una vez más, el tipo de grasas que contienen, nos ayudan a que nuestro sistema cardiovascular esté en buenas condiciones.

Son fuente de energía

Tomadas como tentempié nos proporcionan una buena dosis de energía inmediata. Además, a la vez que obtenemos energía nos aportan interesantes beneficios nutricionales.

Fuente: Pixabay/Skitterphoto

Cómo consumirlas

Como hemos dicho, las semillas son muy ricas en grasas. Las grasas, con el tiempo y el calor, tienden a enranciarse. Por este motivo es importante molerlas cuando las vamos a consumir. De esta manera, nos proporcionarán todas sus propiedades en las mejores condiciones. Podemos utilizar un mortero o el molinillo de café para molerlas.

Algunas de ellas, si no las molemos bien, o en su defecto las masticamos a conciencia, pasarán a nuestras heces de la misma manera que entraron y no habremos aprovechado ninguno de sus nutrientes.

Mejor crudas o ligeramente tostadas

Las semillas deben de ser consumidas, preferentemente, crudas ya que son muy frágiles y con el calor pueden estropearse y perder propiedades.  Solo es recomendable un ligerísimo tostado en algunos casos como el sésamo, por ejemplo. El hecho de tostar las semillas ligeramente hace que la cáscara se abra un poco y facilita la absorción de sus nutrientes. En cualquier caso, si las vas a añadir a tus platos, lo mejor es añadirlas al final de la cocción.

Para conservarlas, lo mejor es poner cada tipo en tarro de cristal que tenga tapa. De esta manera si alguna de ellas se estropea no «contagiará» a las demás.  Lo ideal es guardarlas en un sitio fresco y seco, si es verano, mejor en el frigorífico.

Es muy importante activarlas

Seguramente habrás oído hablar de la activación de las semillas. Esto es un método para conseguir que liberen unas sustancias llamadas antinutrientes que no son beneficiosas para nuestra salud.

Los antinutrientes son unas sustancias que componen las semillas y que les sirven de protección. Estas sustancias sirven para defender a la futura planta de diferentes ataques exteriores, como por ejemplo plagas de insectos. Tenemos que tener en cuenta que, como hemos dicho, en su interior se encierra algo muy importante que es la energía de vida que hará todo lo posible porque la planta llegue a germinar en un futuro.

Cuando nosotros tomamos las semillas sin activarlas también ingerimos esos antinutrientes que no nos hacen mucho bien. Por este motivo, lo mejor es eliminarlos antes de tomarlas. La manera de eliminarlos es muy fácil, solo hay que dejar las semillas en remojo toda la noche. Por la mañana tiramos el agua y las consumimos. ¿A qué es muy fácil?

Fuente: Pixabay/CookYourLife

 Tipos de semillas

– Semillas de lino: Tienen alto contenido en ácidos grasos omega 3 y vitaminas C y E. Son una buena fuente de calcio, hierro, potasio y magnesio. Lo que las caracteriza es su riqueza en fibra soluble. Tomadas con un vaso de agua son una estupenda solución para casos de estreñimiento.

– Semillas de sésamo: Su mayor riqueza es la cantidad de calcio que contienen. Además es un calcio de muy fácil asimilación al contrario que el de los lácteos. También son ricas en zinc, hierro, sodio y potasio. Aportan así mismo vitamina E y B.

– Pipas de girasol: Ricas en ácidos grasos mono y poliinsaturados. Contienen mucha fibra, fósforo, magnesio, calcio y ácido fólico.

– Pipas de calabaza: Son una excelente forma natural de luchar contra los parásitos intestinales. Son ricas en ácidos grasos omega 3 y omega 6. También contienen magnesio, selenio, potasio, vitamina A y E.

– Semillas de amaranto: El amaranto tiene propiedades parecidas a los cereales y contiene hierro, proteínas, calcio, fósforo y vitaminas del grupo B, A y C.

– Semillas de Chia: Esta semilla es muy rica en zinc. También contiene proteínas de alta calidad, y los mismos minerales que ya hemos visto en las otras semillas.

¡Incorpora las semillas a tu dieta y te maravillarás de los resultados!

RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.

Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí  que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.


 

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