La palabra cáncer se ha hecho, lamentablemente, demasiado conocida en nuestra sociedad. El cáncer es un grupo de enfermedades multifactoriales debidas al efecto combinado de factores genéticos y ambientales. Al igual que otras enfermedades tan comunes como la obesidad o las patologías cardíacas, tienen mucho que ver con los hábitos de vida e incluso con las emociones que experimentamos en un momento determinado.
Las sustancias que causan cáncer reciben el nombre de carcinógenos. Eso no quiere decir que toda sustancia que se clasifique como carcinógena vaya siempre a causar cáncer. Hay que tener en cuenta también los antecedentes de la persona y la duración de la exposición a la sustancia, así como otros factores. Por tanto, podemos decir que la naturaleza del cáncer es variada, pudiendo encontrar factores biológicos, físicos, químicos y emocionales en su origen.
Nuestro cuerpo se rige por un orden que en ocasiones no se cumple
Nuestro cuerpo está compuesto por trillones de células. A lo largo de su vida, estas células, crecen, viven y mueren obedeciendo a un orden. Este orden viene impuesto por el ADN de cada célula.
En ocasiones, las células pertenecientes a un determinado lugar crecen de forma desordenada y pueden llegar a convertirse en las ya conocidas células cancerígenas. La característica más destacada de éstas células, y que no sucede en las células normales, es su continuo crecimiento sin medida, invadiendo, en ocasiones, otros tejidos.
Los factores que pueden contribuir al inicio de un proceso canceroso son muchos. Algunos de ellos afectarán de forma directa, mientras que otros lo harán de manera indirecta. También, según estudios del Dr. Ryke Geerd Hamer, el cáncer puede ser causado por un conflicto que nos afecta de manera profunda en un momento determinado de nuestra vida.
Causas externas
Veamos de forma más detallada algunos de los factores causantes:
Infecciones: Se ha estudiado que personas con VIH presentan mayor riesgo de tener ciertos tipos de cáncer si se comparan con las personas no infectadas. Así mismo, numerosos casos de cáncer de cuello de útero son causados por el VPH (virus papiloma humano).
Radiaciones: Los teléfonos móviles emite una energía, llamada radiofrecuencia que se ha relacionado con riesgo de desarrollar tumores en el cerebro, cabeza y cuello. También se ha estudiado el radón, un gas radiactivo presente en el suelo y rocas del planeta como posible agente que contribuye, tras una exposición por un largo periodo de tiempo, a contraer cáncer de pulmón.
El asbesto: El asbesto esta formado por un grupo de minerales que se da de manera natural en forma de conjunto de fibras y se encuentran en el suelo y rocas. Se utiliza habitualmente como aislante y también ha sido relacionado con el cáncer.
Tabaco: Se ha comprobado que el humo del tabaco contiene miles de sustancias químicas, incluyendo al menos 70 que se sabe que causan cáncer: nicotina, ácido cianhídrico, aldehido fórmico, plomo, arsénico y amoniaco, entre otros. Además, el humo del tabaco contiene materiales radiactivos que se emiten al encender el cigarro y que también nos perjudican.
Genética: el cáncer es una enfermedad muy común, existen familias en las que más de un miembro la ha padecido. En ocasiones, puede ser debido a que varios miembros de la familia tienen hábitos comunes, como por ejemplo, el tabaquismo. También se puede observar que si, por ejemplo, hay obesidad en la familia debido a una dieta inadecuada, también se puede dar el hecho de que se desarrollen procesos cáncerosos. No obstante, es posible que, en algunos casos, se transmita un gen anormal de generación en generación.
Tratamientos médicos: Aunque el hecho de llevar a cabo tratamientos y exámenes médicos sean una parte importante para tener salud, algunos tipos de estas pruebas o tratamientos pueden incrementar el riesgo de padecer cáncer. Por ejemplo, se ha relacionado la terapia hormonal que se emplea en las mujeres menopáusicas con el cáncer como también las tomografías computarizadas que se utilizan de forma habitual.
Uso de pesticidas: La mayoría de nuestros alimentos son rociados con varios tipos de pesticidas que, aunque en un principio no puedan causar demasiados síntomas, a la larga y por exposiciones prolongadas, se han relacionado con el cáncer y otras muchas dolencias.
Dietas inadecuadas: Nuestro modo de vida y las prisas a las que somos adictos, nos llevan a consumir alimentos que acidifican nuestro organismo de forma continua. El exceso de carne, el azúcar y las grasas, son los grandes problemas. Como dijo en el año 1931 el científico Otto Heinrich Warburg: «Una alimentación antifisiológica (dieta basada en alimentos acidificantes y sedentarismo), crea en nuestro organismo un entorno de acidez y éste, a su vez, provoca la expulsión del oxígeno de las células. Privar a una célula de oxígeno durante 48 horas puede convertirla en cancerosa”.
Causas emocionales
Como descubrió el Dr. Ryke Hamer, además de las causas arriba detalladas, existen también causas emocionales, que pueden hacer que nuestro cuerpo desarrolle procesos canceroso.
La visión del Dr. Hamer, cada día más probada por distintos profesionales, defiende que a lo largo de miles de años el ser humano ha sabido que todas las enfermedades en último grado, tienen un origen psíquico. Sin embargo, la medicina alopática no lo ve de esta manera.
El Dr. Hamer llevó a cabo una profunda investigación con miles de pacientes. Consiguió demostrar que la enfermedad es causada por un choque emocional que nos pilla desprevenidos. Ante ese choque, el organismo en su sabiduría innata, desarrolla un programa biológico específico para solucionar el conflicto. Una vez resuelta la situación «anormal» el cuerpo vuelve a expresarse de la forma habitual. El cáncer, según el Dr. Hamer, es un proceso de búsqueda de equilibrio.
Para poder entenderlo de forma sencilla, podríamos decir que el cuerpo siempre juega a nuestro favor. De la misma manera que si nos cortamos un dedo al cortar el pan con un cuchillo, el cuerpo desplegará toda su sabiduría para llevar a cabo la reparación, en el resto de procesos, esa sabiduría también se despliega por mucho que lo ignoremos.
Para finalizar, podemos observar, que las enfermedades cancerosas tienen múltiples causas y orígenes que probablemente, tengan mucho que ver con el tipo de vida que llevamos.
Vivimos una rutina ajetreada, basada en las prisas y en el individualismo. Nuestros alimentos están cargados de sustancias nocivas, nuestro aire se hace cada día más irrespirable, y nuestro tiempo libre lo gastamos en consumir sin medida.
Apuesta por una vida sencilla, más cercana a la tranquilidad y a la naturaleza y evita, en la medida de lo posible, las emociones tóxicas.
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
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