Para mantenernos con vida necesitamos ingerir alimentos. Pero no todos los alimentos nos aportan vida. El mantenimiento de nuestras funciones necesita de proteínas, vitaminas e hidratos de carbono. Sin embargo, hay algo más sutil que cada alimento guarda que es la energía de vida. Esa energía solo la tienen los alimentos que están vivos, los alimentos que no han sido manipulados ni con sustancias ni con calor. ¿Son mejores los alimentos vivos o los alimentos cocinados?

A qué llamamos alimentos vivos

La mayoría de los animales que viven de manera salvaje o natural, se nutren de alimentos vivos. Los seres humanos, sin embargo, hemos adquirido la costumbre de cocinar nuestros alimentos. Muchas corrientes que defienden el consumo de alimentos crudos entienden que esta es la fuente de nuestras enfermedades.

Los alimentos vivos, por lo tanto, son los alimentos crudos. Aquellos alimentos que no han sido procesados y que contienen todas sus enzimas y nutrientes en estado natural.  Las dietas de alimentos vivos o crudos se componen de frutas, verduras crudas y granos crudos.

 

Fuente: Pixabay/ dbreen

 

Normalmente, en este tipo de dietas, está permitido calentar el alimento hasta los 116º Fahrenheit (46º C). Por encima de esta temperatura, se supone que el alimento pierde las enzimas naturales. Las personas partidarias de esta alimentación opinan que dichas enzimas mejoran la digestión y nos protegen de numerosas enfermedades.


Beneficios del consumo de alimentos vivos

Las dietas basadas en alimentos crudos nos aseguran un aporte de vitaminas, fibra y minerales. Así mismo, estos alimentos no nos aportan demasiadas calorías y muy poca grasa y sodio.

No obstante, la principal ventaja de consumir alimentos que no hayan sido cocinados está en la energía de vida que estos alimentos encierran. Cuando cocinamos, por ejemplo una semilla, sabemos que esta ya no crecerá, ya que al cocinarlos destruimos parte de los nutrientes y la vida que contienen. Sin embargo, si comemos una semilla cruda, estamos ingiriendo la vida en potencia que encierra.

Así mismo, con el calor de la cocción destruimos gran parte de las enzimas naturales de los alimentos. Estas enzimas son necesarias para poder descomponer los nutrientes. Al tomar los alimentos crudos eliminamos este problema.

Los alimentos crudos también nos aportan mucha energía. Cuando estamos cansados, si comemos algún tipo de fruta o verdura, notaremos rápidamente que nuestra energía aumenta y también tendremos más claridad mental.

Otra de las ventajas de estos alimentos es que no tendremos que restringir la cantidad que comamos más allá de lo que nos apetezca. Son tan sanos y ligeros que podemos tomar la cantidad que queramos.

También los alimentos crudos tienen algunas desventajas

Es cierto que los alimentos crudos tienen muchas ventajas, pero también hay algunas cosas que deberíamos tener en cuenta.

Por ejemplo, tenemos que saber que, para poder suministrar al cuerpo la cantidad necesaria de proteína, habrá que tomar grandes cantidades de frutos secos y semillas.

Así mismo, una dieta de alimentos crudos puede tener un déficit en vitamina B12. Esta vitamina solo la obtenemos de los productos de origen animal. Es cierto que hace mucho tiempo, cuando no teníamos tanto exceso de higiene, nuestro cuerpo podía obtenerla de manera natural de cualquier alimento, pero hoy en día esto es imposible.

 

Fuente: Pixabay/ RitaE

 

Por último, es importante que sepamos que, para llevar a cabo una alimentación totalmente cruda, hay que comer diariamente grandes cantidades de alimento. Así mismo, una dieta de crudos no es la mejor opción para todos los sistemas digestivos. Si una persona no tiene una gran capacidad digestiva no podrá digerir adecuadamente los alimentos crudos. Llevamos tantos siglos con otro tipo de dietas que no todo el mundo puede pasar a otro tipo de dieta.

Beneficios de los alimentos cocinados

El hecho de procesar los alimentos con calor también tiene varias ventajas. Al elevar las temperaturas al cocinar los alimentos, conseguimos que las bacterias perjudiciales que pudieran existir sean eliminadas.

Por otro lado, la fibra que contiene el alimento, se ablanda al cocinarla, lo que la hace más digestiva. También los antinutrientes son eliminados con la cocción.

Cuando hablamos de alimentos de origen animal, por supuesto que necesitamos algún tipo de procesamiento. El hecho de cocinar estos productos hace que su sabor nos agrade y además detiene el proceso de putrefacción.

Por último diremos que los alimentos cocinados, en las estaciones frías nos aportan calor y nos hacen disfrutar de su consumo. ¿A quién no le gusta una sopa en invierno o unas castañas asadas en otoño?

Las desventajas de los alimentos cocinados

La primera desventaja de cocinar los alimentos es el tiempo que empleamos en prepararlos. No es lo mismo pelar un par de plátanos que hacer una judías con verduras.

Otro punto en contra de ingerir alimentos cocinados es la leucocitosis digestiva que se puede producir tras su consumo. Esto es debido a que el calor ha eliminado las enzimas que nos ayudan a digerir adecuadamente. Esto, sin embargo, se puede arreglar comenzando la comida con una buena ensalada.

Por último, tenemos que decir que los alimentos cocinados suelen aportar mayor cantidad de grasa y nos dificultan la absorción de nutrientes ya que alteran, en cierta medida, la mucosa intestinal.

 

Fuente: Pixabay/ RitaE

¿Se pueden mezclar alimentos vivos y cocinados?

Está sería, sin duda, la mejor opción. El hecho de combinar los alimentos crudos y los cocinados nos aportan los beneficios de ambos.

Para llevar una alimentación combinada, podemos, por ejemplo, poner frutas en el desayuno pero también tomar un poco de pan o de cereales cocidos. Esto dependerá de la época del año. Las frutas siempre serán de temporada y, preferiblemente ecológicas.

En la comida y en la cena, sería muy recomendable comenzar siempre con una buena ensalada que nos aporte las enzimas necesarias para digerir adecuadamente el plato cocinado que tomemos después. También es muy importante el tipo de cocinado que hacemos a nuestros platos, Si cocinamos al vapor las verduras y las legumbres a fuego lento, estaremos aprovechando al máximo las propiedades de estos alimentos.

Y sobre todo, hemos de tener en cuenta que, si además de combinar alimentos crudos y cocinados, reducimos el consumo de alimentos de origen animal, lácteos y azúcar, nuestra salud mejorará notablemente.

RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.

Además, el camino a una vida saludable también pasa por cuidar de nuestra mente, y para ello existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí –. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.

 


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