La angustia es un estado emocional que genera inseguridad, inquietud, incluso falta de apetito. Esta zozobra a veces viene ocasionada por situaciones ajenas a nosotros, pero en otras ocasiones es nuestra manera de pensar la que nos lleva hasta ese malestar innecesario.
La Psicología Positiva y una serie de hábitos para cuidar mente y cuerpo nos ayudarán a afrontar los instantes angustiosos con una filosofía optimista. Estos son algunos consejos para exprimir y disfrutar de los instantes más cotidianos.
Aprende a meditar
En este mundo de prisa y desorden en el que nos movemos de manera habitual, dedicar unos minutos a desconectar el cerebro es fundamental. Busca un lugar tranquilo, colócate en una postura con la que te sientas cómodo, cierra los ojos y céntrate en tu respiración. Fija tu mente en el suave movimiento de tu cuerpo al respirar, quédate con las sensaciones que experimentas.
Meditar de manera correcta lleva años de entrenamiento, pero siempre hay un principio. Puedes empezar con pequeños ejercicios de atención plena e ir ascendiendo en tiempo y dificultad. No seas demasiado exigente ni te preocupes si te cuesta mantener la mente despejada. Saluda al pensamiento que se cruce y déjalo marchar. Vuelve a la respiración y disfrútala en pequeños instantes de 5-10 minutos cada día.
Transforma cada pensamiento en un (auto)mensaje positivo
El lenguaje con que nos hablamos a nosotros y a los demás determina las emociones que experimentamos. Aprender a pensar y verbalizar en positivo es la clave para una actitud optimista. Evita las frases negativas, dale la vuelta a la idea convirtiéndola en un mensaje que dé fuerza. Utiliza verbos que sumen en lugar de los que restan ganas.
Otra forma de ejercitar la psicología positiva es a través de los mensajes de gratitud. Un ejercicio práctico que despierta la buena vibración es dedicar un instante al final del día a escribir al menos tres cosas que podrías agradecer en esa jornada. Puede ser una conversación que has escuchado en el metro o un café delicioso que has tomado. Cuando esta rutina se instaura en tu vida descubres que pasas tiempo a lo largo del día fijándote en las cosas bonitas y lo agradecerás por la noche.
Escribe y lee tus propias afirmaciones
Escribir afirmaciones refuerza la confianza en nosotros mismos y le concede a nuestra actitud un empujón de positividad. Empieza cada frase con un “Yo puedo…”, o “Yo soy…”, y continúa con lo que sabes que conseguirás y lo que quieres ser. Lee las afirmaciones en voz alta cuando te despiertes por la mañana. Cree, desde que pones un pie fuera de la cama, que tú puedes conseguir todo lo que te propongas. Los límites nos los ponemos nosotros mismos, así que empecemos a borrarlos desde que abrimos los ojos.
Vive el aquí y ahora en las pequeñas rutinas
Estamos acostumbrados a circular por la vida en modo automático. Comemos, andamos, nos vestimos por inercia. A veces no recordamos bien una conversación o un libro que nos encantó. El motivo es que nosotros estábamos en esa actividad y nuestra mente a otra cosa. Para disfrutar mejor y vivir de manera plena cada instante deberíamos ejercitar la atención plena, el Mindfundless. Cuando paseas, fíjate y describe para ti mismo todo lo que ves alrededor. Si te tomas una cerveza, que no haya más en tu cabeza que ese instante. Poco a poco aprenderás a disfrutar los instantes cotidianos y descubrirás que incluso tienes mejor memoria.
Lleva a tu mesa una dieta equilibrada y sana
Una mente ejercitada sin un cuerpo sano no tendría sentido. Productos con exceso de azúcar o grasas, abusar de las bebidas con cafeína, el alcohol o los edulcorantes artificiales, restan a nuestro cuerpo los elementos que necesita para combatir la pesadumbre.
La fruta, nueces, té verde, chocolate negro o pescado azul aportan, por el contrario, vitaminas que de forma natural refuerzan nuestra actitud y nos fortalecen frente a la ansiedad.
Practica deporte
Todo el mundo, por muy ocupado que esté, puede sacar al menos 15 minutos en su rutina diaria para ir a correr a un parque cercano. El yoga o el pilates también tienen ejercicios que conectan cuerpo y mente con habilidad.
Internet llega a casi todos los rincones del planeta y en infinidad de páginas webs podemos encontrar vídeos y tutoriales para empezar o desarrollar posturas y movimientos que nos ayudan a entrenar el cuerpo desde casa. Las razones para no ponerse en marcha no existen.
Ponte metas cortas y que puedas cumplir
Una manera práctica de evitar la angustia es organizar las tareas cotidianas por escrito y respetar las fechas que nos marcamos. Hay que ser honestos y realistas a la hora de marcarnos objetivos diarios. Cuanto más detallados seamos, mejor. Ver por escrito y de manera clara todo lo que debemos hacer genera paz. Puedes fabricar tu propio planning y de paso dedicar un rato a una tarea manual y creativa que relaje la mente y te ayude a escapar del habitual ritmo acelerado.
“Las comparaciones son odiosas”
Ya lo dice el refrán y lo confirma la realidad. Compararse con otras personas es dañino y poco práctico para evitar la angustia. Está bien fijarse en los aspectos positivos y logros de los demás y aspirar a desarrollarlos, pero nunca comparándote en negativo. Cada uno tenemos una serie de virtudes y defectos que nos hacen únicos. Buscar mejorar es de sabios, pero sin que se convierta en una carrera donde el que antes llegue es el mejor.
Pedir ayuda
Recurrir a una amigo para charlar y desahogarse libera la mente de las ideas negativas y apacigua los ánimos. Verbalizar los pensamientos que angustian los vuelve más pequeños y manejables. Si necesitas la ayuda de un profesional, tampoco pasa nada. Pedir ayuda es razonable, no hay que avergonzarse.
La práctica diaria de estos pequeños hábitos envuelve nuestra rutina en una actitud positiva que sirve de protección frente a los momentos angustiosos que se cruzan en el camino. La psicología positiva es la herramienta fundamental para afrontar la vida con optimismo.
En conclusión, la base para gestionar la angustia está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Debemos ser conscientes de que para combatir el estrés no basta solo con aprender a relajarnos, sino que también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.
Hola buenos días .
Me encanta todos estos consejos y lo útiles q son , la verdad q cada día q pasa mas contento con esta aplicación creo y así lo afirmo q e descubierto una vida nueva.
Gracias por hacerme sentir así de bien, hacia mucho tiempo q no me sentía así,
¡Gracias, Fco. Javier!
Nos alegra mucho saber que te estamos ayudando, pero sobre todo ¡que tú te estás ayudando!
Realmente la información es de mucha utilidad para llevarla a la reflexión y gestionar de mejor manera mis emociones Muchas Gracias¡¡
Notable la aplicación. Es para mí un instrumento de mejoramiento de mi bienestar. Gracias..
Tanto la aplicación como los consejos son muy útiles, sobre todo para una persona que se está iniciando. Muchísimas gracias
Cada día que aprendo y disfruto de las enseñanzas y sugerencias de esta metodología es un día «ganado». Gracias!. Y a seguir avanzando…
La mente tiene que estar muy despierta, ya que convivo con algunas personas que solo estan comentando noticias negativas. Los noticieros venden lo negativo. Voy bien pero no puede vivir en una burbuja. Tengo que redoblar esfuerzos. En un entorno lleno de incertidumbre y ansiedad.
Cambiar las percepciones y no etiquetar como buenas y malas ayuda a manejar la ansiedad.
Muchas gracias por vuestro trabajo en la App, llevo tiempo meditando pero mi problema era la constancia.
Gracias a la App lo hago a diario y mi bienestar es notable.