Tu juez interno tiene tanta fuerza como la que tú le des. A la hora de juzgarte entrarás en el laberinto sin escapatoria de las comparaciones, las expectativas y la culpa. Esto es perjudicial para todo ser humano, como bien habrás comprobado. Con esta forma de ver el mundo es fácil que te puedas perder a ti mismo.

 

 

Acostumbramos a hacernos rápidamente una idea preconcebida de las personas. Esto forma parte de nuestro pensamiento automático, tan solo con ver su imagen, algunos gestos, y un comportamiento determinado, somos capaces de formar una imagen sobre la otra persona, que nos hará acercarnos, rechazarla o incluso criticarla.

Esta ligereza en determinar cómo es una persona, forma a su vez parte de las relaciones superficiales que solemos mantener. Por lo general nos preocupamos poco en conocer bien a una persona, en profundizar en ella, conocer sus intereses y motivaciones para poder comprenderla.

Esto mismo nos sucede con nosotros, nos prestamos una atención muy superficial. Dedicamos poco tiempo a la reflexión, a entender por qué hacemos unas cosas u otras. ¿Acaso no es importante que aprendamos a conocernos? Es más importante de lo que penamos, esta falta de autoconocimiento implica que nos queramos en base a condiciones. Es así como nuestro juez interno cobra fuerza, además sin ningún tipo de compasión. Juzgarse a través de este juez puede resultar muy peligroso, como veremos a continuación.

¿Te han enseñado a quererte o a conocerte mejor? Si la respuesta es afirmativa,eres todo un afortunado. Si la respuesta no la tienes del todo clara, o piensas que no, es seguramente porque es poco habitual en la sociedad en la que vivimos que se inculquen este tipo de valores y de principios. Esto influye en cómo te ves, en tu propia imagen tanto externa como interna, y también, por supuesto, en cómo aprendemos a ver a los demás, que son a su vez quienes nos ven a nosotros.


Libérate de la distorsión de tu imagen

Desde nuestra infancia aprendemos a crearnos una imagen acerca de nosotros mismos, en relación a lo que se espera de nosotros y cómo creemos que nos ven los demás. Esta imagen puede estar muy distorsionada si no la hemos cuidado bien, ni hemos aprendido a ir conociéndonos. Además tiene mucho que ver con la autoestima. Ante la falta de autoconocimiento damos un mayor valor a cómo nos perciben los demás, y esto crea una dependencia que puede resultar bastante peligrosa.

 

Niña a la que juzgan
Pixabay / Baruska

 

La imagen que tienes acerca de ti se distorsiona si aprendes a verte a través de los demás. Es un error muy común que hayas aprendido a valorarte de esta forma. Así es como la distorsión de la imagen está servida, porque evidentemente, cada persona te verá de una manera, y tú acabarás por juzgarte sin cuestionar cómo te ves realmente, bajo tu criterio.

¿Qué importancia tiene el cómo te ves a ti mismo? Reflexiona, algunos pensamientos llegan a ser autodestructivos y merman tu capacidad para ser consecuente con tus valores. Cómo te ves tú tiene tanta importancia, que puede determinar las decisiones que acabas tomando, y en consecuencia, la vida que acabas viviendo, con los pasos que has ido dando.

Para una buena salud mental es indispensable construir una buena imagen de sí mismo. Es necesario, y además fortalecerla, alimentándola de un modo más nutritivo. En vez de alimentarla de competitividad, relaciones superficiales, toxicidad, y el sufrimiento que nos generan las comparaciones con las demás personas. Aprender a cuidar tu imagen de otro modo. Alimentarla de forma nutritiva supone, cultivar tu jardín interior, semilla a semilla, para que al florecer te hayas fortalecido con valores, juicio, responsabilidad, y mucho amor.

Esto tan solo depende de uno mismo. Hacer que nuestro juez interior adquiera flexibilidad, para que no resulte tan cruel, despiadado y destructivo, es algo que podemos modificar, está al alcance de todos nosotros, no es ninguna utopía. Si podemos ser nuestros peores enemigos, también podemos ser nuestros mejores aliados. ¡Compruébalo! Aprende a verte desde otra perspectiva y tu vida cobrará otro sentido, más profundo y con más belleza.

Conócete y quiérete sin condiciones

Para ir cambiando de perspectiva hay que comenzar adquiriendo una visión de nosotros sana y auténtica. Esto requiere de que dejemos de ponernos condiciones para querernos y amarnos, y así nos tratemos con más aprecio y respeto. Además, no sirven las excusas, de quejarnos ante la educación que hemos recibido o cómo es la sociedad. Dar el paso al autoconocimiento supone responsabilizarse de nuestra propia vida, y para ello debemos de saber que disponemos de ese poder para ir creciendo y desarrollándonos, independientemente de las circunstancias.

 

Mujer que se quiere
Pixabay / DayronV

 

Para querernos y amarnos de esta forma auténtica, sin condiciones, hemos de preparar a nuestra mente. Una de las mejores formas es la meditación. Gracias a ella podemos profundizar en nuestro interior, observar nuestros pensamientos y ver cómo influyen en nuestro comportamiento. Una vez observados es posible entenderlos, dale el sentido que realmente tienen, y liberar todo aquello que no nos sirva, para quedarnos con lo que nos aporta una mayor paz y serenidad.

Este estado de calma con nuestra mente y con nosotros mismos es esencial para cuidar de la imagen que tenemos de nosotros mismos. Esto influirá también en cómo acabamos viendo a los demás. Ya que está estrechamente relacionado, al final el cómo vemos a los demás es un reflejo de nosotros mismos. Si nuestra relación con nosotros mejora la que tenemos con los demás también. Nuestra forma de florecer hace que todo se impregne de la belleza, que hayamos ido adquiriendo.

Si quieres aprender a no juzgarte ya sabes que es totalmente necesario que primero comiences a conocerte y te impliques en tu crecimiento personal. Así irás construyendo tu propia imagen sin distorsiones ni condiciones, de una forma honesta y auténtica. La meditación puede servirte como una gran herramienta para este proceso, en el que conocerás a la persona que pasará el resto de la vida contigo, y esa persona eres tú.

Por eso te invitamos a que conozcas y pruebes el método Crear Salud. A partir de este método aprenderás a indagar e identificar tus emociones a través de la práctica de la meditación, además de otras claves para nutrirte adecuadamente y mantenerte activo, haciendo cosas que aporten a tu bienestar integral.

Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí –  pueden ser grandes aliadas en tu camino al autoconocimiento. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar y, de paso, ser más feliz.

 

 


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