El desayuno es la comida más importante del día. Los expertos no se cansan de avisar de ello. Y es que somos lo que comemos, y lo que desayunes va a determinar el estado de ánimo y la energía que vayas a tener para el resto del día. Pero no se trata solo de bienestar, sino también de salud. Es posible comer de una manera responsable, rica y saludable. Te explicamos cómo.
Cinco desayunos que agradecerá tu salud
Aquí te dejamos algunas ideas. Ninguno de estos menús debe de ser estricto o fijo, sino que puedes intercambiar algunos elementos.
Primer desayuno
Constaría de tres elementos:
- Pomelo o naranja. ¿Estás acostumbrado al zumo de naranja? Pues olvídate ya de eso. Es una bomba de azúcar que puede provocarte la aparición de diabetes con los años. ¿Por qué? Pues porque dejas toda la fibra en la propia naranja y lo único que consumes es el azúcar de los gajos. Si lo ingieres en la primera comida del día puede ser muy nocivo para tu organismo. Mejor tomar la pieza de fruta entera, ya sea una naranja o un pomelo, lo que prefieras.
- Tostadas con pavo. Un poco de pan tostado con algo de tomate, un poco de aceite y una loncha de pavo te aportarán la energía necesaria para pasar la mañana. El pan te dará también una buena carga de hidratos. El pavo, por otro lado, aporta un poco de proteína, indispensable para tener fuerzas. Y el aceite, al ser pura grasa insaturada, te aportará muchos micronutrientes y reservas.
- Té verde. Lo mejor para despertase poco a poco. Muy bueno también para depurar tu organismo.
- Un yogur natural. El último elemento de la lista. Lácteos que ayudarán a tus huesos y proteínas aportándote energías.
Segundo desayuno
Este sería un poco diferente.
- Naranja cortada con canela. Un típico postre marroquí que, en este caso, encajaría perfectamente para aportarte fibra, antioxidantes y una dosis controlada de azúcar. Para despertar tu cerebro y activar tu organismo.
- Copos de maíz sin azúcares añadidos con leche y unas pocas nueces. Una buena cantidad de energía. Además, se trata de algo especialmente saludable. Las grasas de las nueces son muy buenas para tu corazón. Y la leche y el maíz te dan energía con un nivel muy bajo de azúcar.
Un sustitutivo interesante puede ser la avena, siempre y cuando te guste su sabor. Y, si quieres buscar un complemento a medida, puedes probar con cortar parte de un plátano.
Tercer desayuno
Vamos ahora con una propuesta un poco más ligera, por si eres de esas personas que tienen el estómago cerrado a primera hora de la mañana.
- Batido de frambuesas, fresas, plátano, leche y avena. Los líquidos siempre son una buena opción a primera hora del día. Activan rápidamente tu organismo y te ayudan a depurar con facilidad.
En este caso, tendrías todas las necesidades nutricionales de primera hora. Las proteínas en la leche, los hidratos en la avena y la fibra y el azúcar en la fruta. Puedes hacer algún añadido algo más “pesado”. Por ejemplo, cambiar la leche por yogur o añadirle algunas nueces o almendras.
Cuarto desayuno
Vamos ahora con un caso algo diferente. Puede que no tengas tiempo a media mañana para picar algo, y que necesites un desayuno muy contundente que te aporte todo lo necesario para aguantar durante horas y sin hambre.
- Vaso de agua con limón. Es algo que tendríamos que hacer casi a diario, pero nunca nos tomamos el tiempo suficiente para ello. Se trata de algo que ayuda mucho a tu tracto digestivo, que hidrata rápidamente tu cuerpo y que es especialmente diurético. Basta con echar una rodaja de limón, no hace falta exprimirlo.
- Macedonia de frutas. Naranja, fresa, melón, pera, lo que sea. Lo bueno es que pueden ir a tu gusto y puedes aprovechar siempre las frutas de temporada que haya, de forma que no tengas nunca problemas con esto. Aquí vas a tener una buena carga de hidratos y de fibra que te despertará y activará rápidamente.
- Tosta de tomate con aguacate. Ya te contamos antes las ventajas que tiene el pan tostado por las mañanas, junto con algo de aceite y de tomate. Ahora, con el aguacate, le añades una carga energética especialmente potente.
Se trata de grasas saludables especialmente ricas en omega-3. Es decir: muy recomendadas para tu corazón. Y además crean reservas de energía para tu cuerpo que no son nocivas.
Quinto desayuno
Hasta ahora todas las opciones son de desayunos fríos, que se pueden hacer rápidamente. Pero también puede darse el caso de que un fin de semana o un día cualquiera tengas más tiempo para dedicarte a ti, y quieras aprovecharlo dándote un homenaje culinario. Aquí te dejamos ideas especialmente interesantes.
- Jugo de frutas. Se trata de un conocido refresco de origen latinoamericano especialmente saludable. Consiste en coger diferentes frutas, un poco de agua, algo de hielo picado y triturar. Sin azúcares añadidos. Puedes combinar prácticamente cualquier cosa.
Si aceptas una recomendación te diríamos que probaras el jugo de piña, fresa y frambuesa. Otro punto a favor es que no siempre es necesario el hielo en estos jugos, aunque en verano lo agradecerás.
- Huevos escalfados con una tosta de pan. Una buena combinación de grasas saludables, proteínas e hidratos de carbono. Al cocer los huevos en el agua no le añades el aceite, que es precisamente lo que aumenta inmensamente su tasa calórica.
De esta manera haces que resulten especialmente saludables. Y, con el pan, no solo acompañas el plato, sino que también ofreces un aporte energético para quemar rápidamente en las primeras horas de la mañana.
En conclusión, estos serían cinco desayunos saludables que te ayudarán a mantenerte en tu peso, mejorar tu bienestar y mantener una dieta cuidada y equilibrada. Beneficios que redundarán en tu salud.
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.