El bienestar va muy íntimamente ligado a la dieta que estés siguiendo. Por eso es importante tener algunas nociones sobre nutrición que te permitan llevar una vida saludable. Precisamente por eso queremos ayudarte con uno de los momentos más complicados del día: la cena. Aquí tienes algunas ideas para esta comida.
Algunas cenas que tu salud agradecerá
El principal problema suele ser que se trata de un momento del día en el que no nos suele apetecer cocinar. Por eso, hay que buscar recursos que ayuden a realizar platos completos y sabrosos, pero sin tener que pasar horas cocinando.
Crema de verduras
Tiene tres ventajas muy claras. La primera es que puedes echarle los productos que prefieras, desde brócoli hasta ajo, pimientos o calabacín. Se trata de una receta que siempre es muy personal. Por otro lado, una misma crema puede servirte para varios días, siempre y cuando la conserves debidamente en el frigorífico. Finalmente, tienen la ventaja de que puedes dejarlas preparadas antes de la cena.
Nutricionalmente te aportan fibra, micronutrientes esenciales y, si le echas una pequeña patata, algo de hidratos para recuperar parte de la energía perdida durante el día.
Una ensalada
Otra opción que admite muchas variedades en su interior. Lechuga, rúcula, canónigos… Añádele algunos taquitos de jamón, atún o huevo duro para la carga proteica. Otra opción es añadirle un puñado de garbanzos cocidos o de cualquier otra legumbre que prefieras. Controla la sal y el aceite para que un plato sano no se convierta en uno hipercalórico.
Verduras al horno y filete a la plancha
Puedes utilizar aquí, por ejemplo, espárragos verdes, pimientos, tomates y alguna otra hortaliza para poner al horno con un poco de aceite, perejil, ajo y limón mientras te preparas un filete a la plancha para acompañar. La mejor opción suele ser emplear carnes blancas, así que puedes empezar por un filete de pavo o de pollo.
Pescado al horno
Otra opción realmente sencilla y muy rápida de hacer. En apenas 20 minutos puedes tener una cena especialmente nutritiva preparada. La lubina o la dorada, por ejemplo, son dos de las mejores piezas. Las acompañas de cebollas, pimientos y alguna otra hortaliza y las rocías con limón y ajo para potenciar el sabor. Pon una pizca de pimienta y de sal. Te llenará de grasas saludables, de proteínas y de fibra.
Salmorejo
El tomate es especialmente ligero, nutritivo y muy poco calórico. Ideal para la noche. Si lo acompañas con un poco de ajo y una rebanada de pan y lo trituras junto con un poco de aceite de oliva virgen extra, tendrás la base de un salmorejo muy saludable. Bastará que lo acompañes de un poco de jamón y de huevo (para alcanzar, a la vez, la dosis de proteínas que puedas necesitar).
Otras ideas son los acompañamientos. Un yogur, nueces u otros frutos secos sin sal ni frituras o una pieza de fruta muy pequeña pueden servir como postres para redondear, a la vez, una cena saludable y perfecta.
En conclusión, llevar una dieta equilibrada es fundamental para tu bienestar. Siguiendo estos consejos de recetas llevarás una alimentación más adecuada, con las ventajas que esto implica para tu salud.
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
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