Hoy te mostramos cómo practicar la meditación en familia, un hábito que puede beneficiar ampliamente a todos los miembros del grupo familiar.
Para el ser humano uno de los círculos afectivos y sociales más estrechos lo constituye la familia, ya que es el sitio donde se inspiran las creencias y valores. Además, es en la familia donde la infancia tiene lugar, etapa fundamental para poder desarrollar el carácter y la neurosis.
Es por ello que los hábitos que ayuden a mejorar la armonía de la familia también favorecerán el bienestar de todos sus miembros, incluyendo el bienestar a la sociedad, por ello meditar adquiere una gran importancia hoy día.
La meditación en familia
Puedes comenzar a crear un nuevo hábito con grandes beneficios al cuerpo y a la mente, no importa cuáles sean las creencias de la familia. Gracias a la meditación, podrás establecer un lazo único con los miembros de la familia y por supuesto, pasar tiempo de calidad con tus hijos.
Aprende cómo meditar y a desconectarte de las distintas preocupaciones o el estrés, puedes encontrar el tiempo adecuado para relajarte y en poco tiempo, dejar que la meditación se vuelva una costumbre dentro de la familia.
Antes de comenzar a practicar la meditación en familia, debes considerar que se trata de una actividad que debe hacerse de manera voluntaria, es decir, no hay necesidad de obligar los hijos o pareja a meditar, ya que lo que se busca con esta práctica es un momento positivo y relajado.
Además, debes tener en cuenta que los padres somos un ejemplo para nuestros hijos y si observan que la meditación les ayuda a sentirse mejor, más tranquilos y con menos tensión, realizarán esta práctica con mayor convicción.
¿Cómo meditar en familia?
Antes de comenzar con las pautas de cómo practicar la meditación en familia, es necesario que prepares el espacio adecuado: establece el sitio ideal en casa para la meditación. El ambiente debe ser cómodo y libre de distracciones, pero principalmente alejado del ruido.
También es necesario que organices un plan para meditar en base a las edades de los niños, debes tener en cuenta que los niños más pequeños tienen tiempo muy breve de concentración; esto quiere decir que si extiendes este proceso posiblemente pierdas toda su atención.
Lo más recomendable sería un minuto por cada año de edad, es decir, por ejemplo, si el niño tiene cuatro años sólo debe meditar junto a sus padres unos 4 minutos. Además, es fundamental hacerles entender que se trata de una actividad seria, aunque sólo requiera de unos pocos minutos.
El vestuario que tengan los niños no es relevante, ya que lo que se busca es que cada miembro se sienta cómodo bien sea en un sillón, en el sofá, sentado en el suelo o de pie, cada uno debe conseguir su espacio adecuado y que le brinde confianza.
Cuando ya todos los miembros de la familia estén listos llega el momento de comenzar con la meditación. Al principio lo mejor es hacer unos pocos ejercicios básicos.
Respiración profunda
El camino más simple y efectivo inicia con la respiración profunda. El guía del grupo sería cualquiera de los padres, comienza a dirigir la práctica solicitando a tus hijos que cierren sus ojos, deben colocarse con comodidad y realizar cinco respiraciones profundas, indica el número de inhalaciones y exhalaciones.
Aunque puedes iniciar también con suaves estiramientos para ayudar a que el cuerpo y los músculos estén preparados, al igual que la mente para el momento de la relajación. Después de terminar la sesión y que estén todos los miembros relajados, es necesario hacer un momento de silencio.
Visualización
Un excelente ejercicio para la familia sería la visualización, es una manera de ayudarles a tus hijos a concretar planes, conocerse, entender y asimilar los distintos cambios en su debido momento.
En esta parte de la práctica solicita a los niños que se coloquen en el suelo cómodamente, bien sea sobre un colchón, una cobija o un mat para yoga. Una excelente forma de ayudar a la relajación es colocar una música tranquila de fondo.
Adicionalmente, puedes encender un aromatizante o varitas de incienso, guiando la visualización de tal manera, que comiencen a crear imágenes en sus mentes. Puedes guiarlos, principalmente si se acerca un cambio muy importante de lugar o de rutina, por ejemplo.
Habla a tus hijos de cómo será la rutina nueva o ese lugar diferente, trata de ofrecerle detalles bastante precisos y utiliza un tono de voz tranquilo; gracias a tu guía, podrás llevarlos por el camino de la imaginación hacia todo lo que está por venir.
Lo mejor de practicar la meditación en familia es que no requiere ser un profesional y tampoco ejecutar prácticas demasiado complicadas. Puedes transformar en el mejor momento del día la meditación, en poco tiempo podrás ver que se convierte en un hábito que a todos les encantará.
Recomendaciones para lograr meditar a diario con los niños
En este mundo tan cambiante en la actualidad, resulta un poco complicado conseguir en la rutina del día para compartir un rato de meditación familiar, sin embargo, te ofrecemos unas interesantes ideas que te ayudarán a lograrlo:
Escoger una hora adecuada en la que todos se pueden reunir
La mejor hora para meditar en familia es antes del desayuno, pero si no es posible realizarlo en este momento, también puedes hacerlo antes de la cena o al culminar las tareas. En el momento en que todos estén de acuerdo respecto a la hora ideal para meditar, puedes convertir este ejercicio en una costumbre. También puedes descargar la aplicación Siente crearsalud.org/siente se trata de un sistema especializado con 7 maravillosas sesiones, también incluye varias opciones gratis; por eso te invitamos a conocerla.
La técnica apropiada para la meditación en familia y el tiempo
Lo esencial es la concentración en la respiración y después si es posible, aplicar diferentes técnicas en familia. Respecto al tiempo adecuado para la meditación, los adultos pueden hacerlo varias veces al día durante 20 minutos y los niños, hacerlo un minuto por cada año de edad. Para lograr que todos mediten juntos es necesario que se sientan cómodos.
Lugar adecuado para practicar la meditación en familia
En general, no existe un lugar mejor o peor que otro para la meditación, simplemente cada miembro debe sentirse cómodo, preferiblemente colocarse con las manos entrelazadas en el regazo y los pies cruzados.
En definitiva, la meditación en familia se trata de una herramienta de gran valor la cual puede convertirse en un hábito que ayude a mantener a los miembros de la familia relajados, felices y tranquilos. Además de generar buena energía y armonía familiar.
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