Debido a las dietas que llevan muchas personas de los países industrializados la calidad de su flora bacteriana es bastante pésima. Muchas enfermedades son debidas al desequilibrio que presenta esta flora bacteriana. El consumo de probióticos, nos ayuda en la prevención y tratamiento de numerosas enfermedades.
La microbiota intestinal
La microbiota intestinal, también conocida como flora intestinal, está compuesta por poblaciones de microbios y bacterias que viven en nuestro intestino. Estas poblaciones están estrechamente relacionadas con la salud humana. En nuestra flora intestinal existen decenas de trillones de microorganismos. Sin embargo, no todos tenemos la misma microbiota intestinal. Solo compartimos un tercio de la misma, los dos tercios restantes son específicos de cada persona. Podríamos decir que cada intestino tiene una identidad distinta.
La necesidad de tener un intestino sano
Nuestra evolución como especie ha ido de la mano de la evolución de los microorganismos. Junto con estos microorganismos, realizamos funciones esenciales para la vida y podemos considerarlos como directos implicados en nuestra salud o enfermedad. Cuando las poblaciones bacterianas se alteran pueden aparecer patologías como enfermedades autoinmunes, inflamación crónica, asma, cáncer, problemas en la piel y en nuestra salud cardiovascular, entre otros.
Nuestra flora intestinal cumple las siguientes funciones:
- Se encarga de la buena absorción del agua y los minerales en el colon.
- Mantiene el pH de la piel y el colon.
- Desarrolla el sistema gastrointestinal de los recién nacidos.
- Obtiene energía de los nutrientes gracias a su capacidad para fermentar los carbohidratos indigeribles.
- Incrementa la velocidad del tránsito intestinal.
- Interactúa con el sistema inmunológico en el intestino, promoviendo la maduración de las células autoinmunes.
- Protege del desarrollo de la diabetes tipo I.
- Estimula la formación de los vasos sanguíneos.
Además de esto, cuando su composición varía, puede aparecer obesidad y también enfermedades intestinales crónicas. Así mismo, algunos estudios han demostrado que el estado de nuestra flora intestinal puede influir en nuestro estado de ánimo.
Los factores que influyen en nuestra microbiota
Nuestra manera de alimentarnos y nuestros hábitos tienen mucho que ver con el estado de nuestra flora intestinal. Cuando no nos alimentamos de manera correcta y tenemos hábitos no saludables nuestra microbiota se debilita y podemos enfermar.
Las personas más jóvenes tienen floras intestinales menos complejas. Cuanto mayores nos hacemos más favorable es nuestro intestino para que colonicen nuevas especies de bacterias. La dieta define, en gran medida, qué bacterias poblarán nuestro intestino. Así mismo, algunos fármacos, como por ejemplo los antibióticos, eliminan ciertos grupos de bacterias.
Los contaminantes ambientales y el ejercicio físico en exceso son también factores que deterioran en gran medida nuestra microbiota.
Los probióticos
Los antiguos de distintas culturas ya conocían los alimentos procesados para potenciar la salud del intestino. Por ejemplo, los romanos utilizaban el chucrut, los búlgaros el kéfir, en países asiáticos verduras fermentadas como el repollo, los nabos o la berenjena. En Ucrania, es muy habitual tomar yogur de leche cruda y chucrut. En la India, toman lassi antes de comer que es muy parecido al yogur y facilita la digestión.
A principios de 1900, se atribuyó la buena salud de los pueblos balcánicos al alto consumo de leche fermentada. Y poco tiempo después, a las bacterias beneficiosas de esos fermentos se las denominó probióticos. Esta palabra es de origen griego y significa «a favor de la vida».
Los probióticos son bacterias y levaduras vivas que viven en nuestro intestino y que son muy beneficiosas para la salud de nuestro sistema digestivo. Cuando tomamos estas bacterias en nuestra alimentación, estamos contribuyendo a mantener la microbiota saludable.
Beneficios del consumo de probióticos
Los beneficios que nos aportan los probióticos son los siguientes:
1. Son eficaces en trastornos de tipo digestivo
Dentro de los efectos más destacados de los probióticos se encuentran su gran eficacia para tratar patologías digestivas, sobre todo la diarrea. Son muchos los estudios que han comprobado que tomando probióticos procedentes de alimentos, o como suplementos, se puede prevenir la aparición de diarreas.
2. Ayudan a llevar a cabo una buena digestión
Los probióticos nos ayudan a equilibrar nuestro sistema digestivo. Son capaces de inhibir el crecimiento de bacterias no deseadas y nos ayudan a digerir de manera saludable, ya que mejoran la motilidad intestinal. Debido a ello, la absorción de nutrientes se lleva a cabo de manera más eficaz. Las bacterias que contienen los probióticos cooperan con la producción de diferentes ácidos muy beneficiosos para nuestro organismo. También, están implicadas en la síntesis de la bilis y en la secreción de jugos gástricos.
3. Protegen contra distintas infecciones
Las bacterias y levaduras probióticas son muy importantes para mejorar la respuesta inmunológica al estimular la secreción de IgA y de las células T reguladoras.
4. Ayudan en el tratamiento del cáncer colorrectal
Aunque hay pocos estudios todavía, algunos de ellos han podido comprobar que las bacterias probióticas podrían contribuir a detener el crecimiento de los tumores. Estos estudios solo se han realizado con animales, por lo que sería necesario investigar con humanos para confirmar al 100%,
5. Eficaces contra las infecciones de las vías urinarias
Este tipo de infecciones, casi siempre, tienen su origen en los microorganismos que tenemos en el intestino. Se ha podido comprobar que administrar lactobacilos vía vaginal o vía oral es una gran ayuda para restablecer la flora vaginal y así aumentar la protección contra bacterias patógenas. De esta forma, se reduce, también, el riesgo de infecciones urinarias.
6. Aliados en la pérdida de peso
Gracias a algunas investigaciones, se ha descubierto que las personas obesas tienen una flora intestinal menos variada. Por este motivo, los procesos metabólicos son anormales. Esto hace pensar que los probióticos pueden ser eficaces a la hora de luchar contra la obesidad. Esto es debido a que inhiben la absorción de grasa, ya que se produce un aumento de la grasa excretada con las heces. También, aumentan la secreción de la hormona GLP-1 que tiene que ver con la sensación de saciedad
A modo de conclusión podemos decir que los probióticos son una estupenda ayuda para las personas que sufren problemas digestivos. De la misma manera, su consumo te ayudará a mejorar tu salud, a perder peso y a prevenir numerosos problemas de salud.
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