Por mucho que nuestro organismo venga de origen con una programación que siempre tiende hacia el bienestar, no debemos olvidar lo importante que es hacer todo lo que esté en nuestras manos para colaborar con esa programación.

Vivimos una vida desnaturalizada que ayuda poco al mantenimiento de la salud. La sociedad en la que vivimos apuesta por buscar soluciones cuando la enfermedad ya ha llegado más que en prevenir y cuidar el cuerpo cuando todavía está saludable.

Como toda máquina, nuestro cuerpo aguanta durante un tiempo, aunque sea a trancas y barrancas, antes de dejar de funcionar correctamente. Solemos olvidarnos de su adecuado «mantenimiento».

Muchas personas se preocupan por el mantenimiento de su vehículo, utilizando los mejores combustibles y aceites para que su funcionamiento y rendimiento sea el mejor. Sin embargo, a la hora de tratar bien al cuerpo, solemos olvidarnos. Poco nos importa que el combustible que ponemos en nuestro cuerpo sea de buena o mala calidad, ni siquiera muchas veces, vemos la relación que existe entre lo que le damos y sus efectos.

El hecho de llevar a cabo diferentes pautas preventivas, conseguirá que nuestro organismo funcione de forma óptima y evitaremos, en gran medida, el desarrollo del procesos cancerosos y de muchas otras patologías.

 

Claves que te ayudarán a prevenir el cáncer

Dieta alcalina

Procura que tu dieta sea lo más alcalina posible. Esta, quizá, sea la medida a tomar más importante de todas. Veamos qué significa:

Según descubrió en el año 1931 el premio Nobel Otto Heinrich Warburg, las células cancerosas prefieren ambientes ácidos y carentes de oxígeno. Sin embargo, las células sanas viven y se desarrollan con normalidad en un entorno alcalino y oxigenado que es vital para su buen funcionamiento. Según Warburg, el cáncer sería un mecanismo de defensa que desarrollan algunas células para continuar viviendo en un entorno ácido y falto de oxígeno.


 

El ácido o alcalino se mide a través de una escala llamada pH cuyos valores se encuentra entre 0 y 14, siendo pH 7 el neutro. Es esencial que conozcamos cómo los alimentos, según sean ácidos o alcalinos, afectan a nuestra salud , ya que para que las células funcionen en forma normal y saludable su pH debe ser ligeramente alcalino. Por este motivo, si queremos hacer una buena prevención, debemos procurar observar nuestra alimentación de forma muy rigurosa. 

Esto significa evitar todos aquellos alimentos que acidifican el organismo como por ejemplo: carne, productos lácteos, azúcar, sal refinada o harinas blancas. También es muy importante incluir vegetales de origen ecológico, cereales integrales, legumbres y frutas de temporada. Evita, así mismo, edulcorantes artificiales como la sacarina, la sucralosa o el aspartamo, ya que son tóxicos y forman partículas muy ácidas. De esta forma, nuestro pH ligeramente alcalino será poco propicio para el desarrollo del cáncer.

Con esta dieta alcalina tienes que olvidarte de las comidas rápidas. Son una bomba de azúcares y de grasas que debemos evitar a toda costa.

 

Nada de tabaco

El tabaco tiene muchísimas sustancias químicas que se asocian con el cáncer. Además el humo de los cigarrillos tiene sustancias radioactivas que también se asocian con el cáncer.

Limita o suprime el alcohol

Consumir alcohol es otro factor de riesgo para varios tipos de cáncer como por ejemplo: boca, faringe esófago, hígado y colon. El riesgo es proporcional a la cantidad de alcohol ingerida. Si además de ingerir alcohol también fumas el riesgo se dispara.

Respeta tus horas de sueño

El hecho de dormir lo necesario es un factor muy importante para que nuestro sistema inmunológico funcione como es debido. Vivimos en una sociedad que le da muy poca importancia a algo tan vital como el descanso nocturno, siendo esto algo primordial para conservar la salud.

Toma el sol con inteligencia

El sol es necesario ya que es sin él no hay vida, pero debemos ser conscientes de que es una fuente de radiación muy poderosa y no podemos exponernos a ella de forma continuada y a cualquier hora. Debemos encontrar la forma de recibir sus beneficios sin perjudicarnos. Procura buscar la sombra a las horas centrales del día y, en verano, protégete llevando ropa que cubra tu cuerpo, antes que llenar tu  piel de crema y tenderte al sol a cualquier hora.

Realiza actividad física

Nuestro cuerpo está diseñado para estar en movimiento. Se ha comprobado que las personas que hacen deporte tienen menos riesgo de contraer cáncer de colón, mama, útero y pulmón. Cualquier ejercicio que te haga disfrutar será mucho más beneficioso en este sentido que duros y extenuantes entrenamientos.

 

Evita contaminantes ambientales

Procura evitar sitios donde haya mucha contaminación ya que se ha comprobado que la contaminación ambiental del aire, el agua y el suelo por productos químicos carcinógenos, causa entre el 1% y el 4% de todos los casos de cáncer.

Minimiza las radiaciones

Diariamente, recibimos múltiples influencias de radiaciones. Procuremos en la medida de lo posible evitar las que estén en nuestra mano. Las pantallas de nuestros móviles, tablets y ordenadores deberían de ser usadas con mucho cuidado. Así mismo, el wifi en tu vivienda solo debería estar encendido cuando sea necesario.

Reserva espacio para el silencio

Escapar de vez en cuando de la vida de ajetreo que todos llevamos, consigue que nuestro sistema inmunológico trabaje con eficacia y pueda eliminar todo aquello que es nocivo para el cuerpo. Puedes regalarte momentos meditación, de la cual  puedes elegir entre sus diferentes estilos. También es muy beneficioso dedicarte momentos de tranquilidad paseando por la naturaleza o dándote un buen baño con velas.

Cultiva relaciones nutritivas

El sentirte querido y apoyado es una de las  mejores prevenciones. Formamos parte de una colectividad que permaneciendo unida siempre sale adelante y eso nuestra psique lo lleva grabado. Por mucho que la sociedad que hemos creado lo haya olvidado y promueva la separación y el individualismo, el hecho de tener relaciones que nos nutran y nos apoyen es una de las mejores medidas preventivas.

Y para finalizar, procura no obsesionarte con la prevención. A veces intentando prevenir la enfermedad nos olvidamos de disfrutar de la salud.

RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. 

Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí  que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.

 Limítate a quererte mucho dándote lo mejor porque ¡Te lo mereces!

 


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