El consumismo está presente en nuestra sociedad de manera constante y afecta a la inmensa mayoría de personas en una medida u otra, especialmente en los momentos de grandes descuentos o en fechas señaladas como la Navidad. Sin embargo, conviene prestarle la debida atención para poder diferenciar cuándo estamos ante un problema de oniomanía o adicción al consumo.
Veamos a continuación en qué consiste este problema, cuál es el papel de la ansiedad en el consumo y qué podemos hacer para tratarlo cuando se ha convertido en un inconveniente.
¿Qué es la adicción a las compras?
Cuando el consumo pasa de ser una acción que se realiza para cubrir las propias necesidades o bien con fines lúdicos a ser una patología, se habla de adicción a las compras. Este problema se caracteriza por la pérdida de control sobre el impulso de comprar, llegando a convertirse en una obsesión que ocupa gran parte del pensamiento de quien lo padece.
Además, quien está experimentando este problema, no encuentra satisfacción en aquellos objetos que compra, sino que recibe una gratificación inmediata pero fugaz para terminar sintiendo remordimientos y tristeza.
Aunque las causas que pueden llevar a este trastorno son muchas, en todos los casos existe un alto componente de ansiedad. La persona que compra sin control de sus impulsos, está en todos los casos gestionando de manera errónea sus emociones y tratando de aliviar un malestar personal mediante la adquisición de objetos materiales.
Se trata, por tanto, de un problema cuyo origen es emocional o psicológico, y en el cual se proyectan las carencias emocionales o las propias insatisfacciones en aquello que se compra. Para poder corregir este hábito tan peligroso, es necesario atender a sus síntomas y a sus causas. Te contamos cuáles son algunas señales de alerta más comunes.
¿Padeces este problema?
Si te preocupa saber si puedes estar teniendo un problema de adicción al consumo, consulta los siguientes síntomas:
– Pasar demasiado tiempo pensando en productos o servicios que se desean.
– Sentir el deseo irrefrenable de comprar cada vez que se tiene una mala experiencia, cuando se tiene el ánimo bajo o se sienten emociones negativas.
– Experimentar una gratificación inmediata al comprar que da paso a un sentimiento de insatisfacción.
– Sentir culpabilidad por gastar más dinero del que se debe.
– Experimentar una pérdida del control sobre el impulso de comprar cuando se está en una tienda.
– Comprar cosas que en realidad no se desean ni se necesitan.
– Acumular deudas.
– Acumular objetos en casa que ni siquiera se han sacado de la bolsa.
– Mentir a familiares con el fin de que no descubran el problema o sufrir problemas en las relaciones más próximas a causa del mismo.
Cuando el consumismo se convierte en un problema, la vida de quien lo padece se ve afectada en todos los ámbitos y a todos los niveles. Por este motivo, es muy importante saber detectarlo y tratarlo lo antes posible. Para ello, la práctica del mindfulness puede ser verdaderamente útil, ya que nos proporciona una serie de recursos para aprender a identificar y gestionar las propias emociones de la manera más adecuada.
En este sentido, la psicología positiva que esta disciplina nos invita a practicar es fundamental para el control de la ansiedad, ya que la ansiedad se origina en nuestros pensamientos y emociones. Veamos a continuación cuál es el papel de la ansiedad en el consumismo.
La ansiedad en el consumismo
La ansiedad juega un papel fundamental en el consumismo, ya que existe ansiedad como consecuencia del consumo y existe ansiedad como causa del mismo.
Esta ansiedad que se trata de calmar mediante las compras puede estar ocasionada a su vez por causas diversas:
– Una baja autoestima.
– Problemas familiares, en la pareja, económicos o de otra índole.
– Falta de autocontrol y atracción excesiva por los objetos de consumo.
Aunque la ansiedad por comprar se puede producir en cualquier persona, el perfil que lo padece en mayor número de casos es el de los jóvenes, más vulnerables a los estímulos y a la presión social, así como a la mala gestión de las emociones. Además, son las mujeres quienes son más propensas a desarrollar un adicción a las compras, tal y como reflejan diferentes estudios.
Si te afecta este problema, dado el importante papel que juega la ansiedad en el consumismo sin control, conviene que te centres en eliminar la ansiedad a través de diferentes técnicas de las que te hablamos más adelante.
Cómo recuperar el control
Sea cual sea la causa de la ansiedad, es tan posible como necesario dedicarle la atención necesaria para identificar su origen y poder así tratarla y recuperar la salud y el bienestar. Algunas recomendaciones básicas para controlar el impulso de comprar, son estas:
– Llevar siempre el dinero justo cuando se sale de casa.
– Tener establecido un presupuesto.
– Saber de antemano lo que se va a comprar y por qué.
– Delegar la propia tarjeta de crédito a alguien cercano cuando se es consciente de que existe una pérdida de control importante frente a las compras.
– Prestar atención a todo aquello que se ha comprado en los últimos meses, así como a todos los objetos acumulados en casa y donar o vender todo aquello que no se haya estrenado o que no se vaya a utilizar.
Es muy importante vencer la ansiedad con la ayuda de un cambio de hábitos que contribuyan a mejorar el estado de salud general.
Estos hábitos, además de practicar mindfulness, son estos:
– Realizar ejercicio físico diario adaptado a las características personales. En general, comenzar a caminar diariamente entre 30 minutos y una hora puede proporcionar beneficios rápidos.
– Mejorar los hábitos alimenticios, ya que comer de forma más saludable contribuye a aumentar el bienestar y reducir así la ansiedad.
– Asegurarse un buen descanso cada noche y dormir las horas suficientes.
– Practicar meditación y mindfulness para conseguir calma y bienestar y aprender a gestionar las emociones de una forma constructiva y a través de la psicología positiva.
– Asumir el problema y pedir la ayuda necesaria.
Si crees que puedes estar padeciendo una adicción por las compras, no dudes en poner en marcha las soluciones que sean precisas en tu caso para recuperar tu bienestar y salud.
Así, si te animas a practicar el mindfulness, puedes contar con la ayuda de la app Siente, – que puedes descargar aquí – . A través de meditaciones guiadas y ejercicios de psicología positiva podrás mejorar tu bienestar, manejar el estrés y, en definitiva, ser feliz.
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