Es muy probable que alguna vez has leído o escuchado algo acerca del yoga. En efecto, muchas personas buscan en internet textos que expliquen algo sobre este tema. Pero, ¿realmente sabes qué es yoga? 

En este pequeño texto, vamos a tratar de presentar de modo sencillo algunos datos relevantes sobre esta disciplina tan antigua, pero que sigue ganando practicantes alrededor del mundo.

Asimismo, vamos a indicar algunos puntos esenciales para quienes quieren comenzar a practicar alguna nueva actividad.

¿Qué es yoga?

En primer lugar, dirijamos nuestra atención para lo que es yoga; es decir, vamos a buscar entender qué es lo que caracteriza esa disciplina milenaria. El yoga surgió en la India, y una fecha aproximada para su surgimiento es el 2000 o 3000 a.C.

Empecemos por mirar a la raíz de la palabra: el término original para referirse a la práctica es “yug”. La palabra proviene del sánscrito, que es un grupo de lenguas indias antiguas, y significa integrar o unir. 

En pocas palabras, esta disciplina busca llevar sus practicantes a una integración entre cuerpo, mente, emociones y energía, pero no solo eso.

Los ejercicios propuestos por el yoga buscan la integración del ser personal, cada uno de nosotros, con el Universo, que no es aquí entendido como algo lejano, sino como algo presente en la misma profundidad humana.

Es por eso que en la práctica del yoga el autoconocimiento es una de las claves. Para integrarse es preciso conocerse.

Actualmente, esta disciplina es comúnmente relacionada con los ejercicios para mejorar la flexibilidad, las llamadas asanas, que son las posturas físicas realizadas. Sin embargo, esa visión es un tanto reduccionista, ya que esos ejercicios – muy importantes, por cierto – representan apenas la dimensión física de la práctica.

Además de las asanas, el yoga propone ejercicios de respiración, llamados pranayamas, y la meditación.

El objetivo más profundo es que los practicantes logren transformarse en seres abiertos a una conexión con lo universal, por medio de la potencialización de las facultades de cada persona.

Todo eso es realizado buscando fortalecerse físicamente y mejorar los niveles energéticos para mejorar la salud general y, en consecuencia, el bienestar en todos los niveles.

Algunos tipos

Existen diversos tipos de yoga, siendo que cada tipo contempla más o menos determinados aspectos. Hay algunos estilos más suaves, que priorizan la meditación y el uso de los mantras, y otros más complejos que requieren más trabajo físico.

Aunque distintos, todos los tipos tienen el mismo objetivo: buscar la unión de cuerpo, mente y energía. Asimismo, con la práctica continuada se busca alcanzar los beneficios que resultan de la práctica.

Vamos ahora a conocer algunos de esos tipos.

1. Anusara Yoga

Anusara significa en sánscrito «fluir con el corazón». Este tipo de yoga también es llamado de «yoga del corazón», y fue creado por John Friend en fines de los años 70.

Los movimientos realizados en Anusara Yoga son en forma de espirales. Se incluyen también cánticos y rituales.

Su filosofía se involucra con el estilo de vida de los practicantes. Es llamado de «yoga del corazón» porque el amor por nosotros mismos y por el prójimo rige este estilo, ya que sostiene que todos somos parte de una consciencia superior.

Cada postura es considerada como una expresión de su corazón y, como tal, debe sentirse y percibirse en todas sus formas.

2. Ashtanga Yoga

El Ashtanga Yoga es un tipo de yoga que se caracteriza por una mayor fluidez y por ser más dinámico. En la práctica, se busca sincronizar la respiración con el movimiento. La creación del Ashtanga Yoga es atribuida a Pattabhi Jois.

Asimismo, se suele cambiar rápida de una postura a otra. Cada postura está pensada con un número de movimientos y respiraciones que la acompañan.

Además, se ejercita la memoria, puesto que la secuencia de las posturas es siempre la misma, y se van añadiendo más a medida que el practicante va desarrollando sus habilidades.

3. Bikram Yoga

El Bikram es una forma más rígida de yoga. En efecto, con esta práctica se busca de cierto modo reproducir el ambiente indiano. Por eso, es costumbre practicar este tipo en salas con la temperatura alrededor de los 38 grados celsius.

Para los ejercicios, es necesario usar una colchoneta antideslizante resistente al sudor. Por otro lado, las posturas realizadas siempre son las mismas 26.

Además de todos los beneficios que comparte con los otros estilos, el Bikram ayuda a liberar toxinas del cuerpo mediante el sudor generado.

Por fin, cabe destacar que, por tratarse de una práctica más exigente físicamente, no es recomendada para mujeres embarazadas ni para niños.

4. Hatha Yoga

El Hatha Yoga es el tipo de yoga más tradicional, y el más recomendado para principiantes. En esta práctica, se realizan diversas posiciones, pero siempre respetando los límites del propio cuerpo.

Se utilizan de apoyo ciertos elementos, con el fin de facilitar a los practicantes el lograr las posturas mientras siguen un camino para perfeccionarlas.

Además de las posturas, el estilo Hatha se enfoca también en la respiración.  Una de las características del Hatha Yoga es la atención plena en la acción que se realiza. Es decir, si estás haciendo una de las posturas debes estar completamente presente en todas las fases: entrada, permanencia y salida.

¿Cómo el yoga puede ayudarte?

Comprobadamente, la práctica del yoga trae algunos beneficios para la salud. Sin embargo, es importante recordar que tales beneficios dependen de una práctica continuada:

• Autoconocimiento
• Potencializa la capacidad de toma de decisiones
• Desarrollo del autocontrol
• Ayuda a controlar la ansiedad
• Mejora el acondicionamiento físico y ayuda a mantener una buena posición corporal.
• Favorece la producción de melatonina y, por ende, ayuda a regular el sueño
• Por medio del aumento de la consciencia corporal, ayuda a aliviar los dolores en el cuerpo
• La práctica regular puede reducir el estrés, aliviar la ansiedad y mejorar la concentración.

Además de saber qué es yoga, has aprendido un poco sobre algunos de sus diferentes estilos, y visto que la práctica continua de esta disciplina puede traer beneficios para la salud física y mental. Para comenzar a practicar, es recomendable buscar las instrucciones de un profesional.