Atrás quedaron los tiempos en los que se utilizaba el botijo o las botellas de cristal para guardar el agua. Nos hemos acostumbrado a utilizar el plástico y otros elementos para almacenar líquidos y alimentos. Sin embargo, pocas personas conocen los peligros que algunos productos como el Bisfenol A tienen para la salud.

El Bisfenol A

El Bisfenol A, que también se conoce como BPA, es una sustancia que se utiliza para fabricar plásticos policarbonatados. Con ellos se fabrican latas de bebidas o alimentos, extractos bancarios, recibos de compras, CD´s o biberones. Esta sustancia es un sólido incoloro que es soluble en disolventes orgánicos pero poco soluble en agua. Fue sintetizado por primera vez por el científico ruso Alexander Dianin en 1871. Sin embargo, no se empezó a utilizar para uso comercial hasta el año 1957.

Fuente: Pixabay/derneuemann

Este producto químico está tan presente en todas nuestras actividades diarias que el CDC (Centro para el Control y Prevención de Enfermedades) ha llegado ha decir que más del 90% de los americanos tienen trazas en su organismo de esta sustancia. Eso si, los estudios muestran que, normalmente, esta sustancia se encuentra por debajo de la dosis diaria recomendable. No obstante, la Agencia Nacional de Seguridad Sanitaria Francesa (Anses) considera que el umbral de seguridad está subestimado. Esto es debido a que se ha comprobado en muchos estudios que el BPA puede ser muy dañino para generaciones futuras, sobre todo en lo que respecta al cáncer de pecho.


 

Los niños son los más perjudicados

A principios de esta década, una vez comprobados sus efectos potencialmente dañinos, se prohibió el uso en productos para niños en muchos países.

Cuando los niños consumen alimentos que contengan esta sustancia sufren mayores daños que los adultos. Esto se debe a que su consumo de alimentos en relación a su peso corporal es superior al que se da en otras edades. Así lo ha dicho la  Autoridad Europea para la Seguridad Alimentaria (EFSA) en un informe que publicó en Julio del 2013. Este informe señala que en un 23% de los casos, las mujeres que están embarazadas se ven expuestas a unos niveles de esta sustancia que son bastante peligrosos. Esto indica que sus hijos tendrán más posibilidades de sufrir cáncer de pecho.  Estos datos coinciden, en gran medida, con la medida que el Senado francés tomo en 2012 declarando el Bisfenol A como una sustancia ilegal.

Fuente: Pixabay/annca

Efectos del Bisfenol A en nuestro cuerpo

La estructura molecular del BPA imita la estructura de los estrógenos naturales del cuerpo humano. Por este motivo, esta sustancia tiene la capacidad de alterar el sistema hormonal. El BPA, por lo tanto, esta considerado como un disruptor endocrino. Esta sustancia tiene varios efectos adversos, entre los que se pueden destacar:

  • Diabetes y obesidad
  • Disminución de la cantidad de esperma
  • Pubertad demasiado temprana
  • Cáncer de mama
  • Cáncer de próstata
  • Daño cerebral
  • Alteración de la función inmune
  • Alteraciones en los cromosomas

El Bisfenol A en los alimentos

Actualmente, podemos decir que esta sustancia se encuentra en todas partes. La encontramos, en pequeñas cantidades, en el agua, en el aire, etc.

No obstante, el verdadero problema no es su presencia en algunos plásticos, sino que cuando estos plásticos entran en contacto con los alimentos parte del BPA pasa a ellos. De esta manera, tanto los seres humanos, como los animales, lo ingerimos y así es como pasa al medio ambiente. A este proceso se le  ha denominado migración.

La migración se da en el agua embotellada, en el agua que calentamos en calentadores de plástico y en los alimentos guardados en plásticos. Existe, además, mucha controversia  respecto a que otros plásticos como el PET o el PP puedan o no transmitir BPA al agua.

Qué condiciona la migración de Bisfenol A

Existen diferentes factores de los que depende la migración a los alimentos del BPA. Algunos de ellos son:

  • La cantidad de tiempo que este en contacto con el alimento o bebida (  a más tiempo, más migración )
  • El tipo de plástico
  • La temperatura  ( a más temperatura, más migración)
  • La acidez del alimento que contiene el envase ( a más acidez, más migración)
  • El tipo de alimento
  • La condiciones en que esté el plástico ( si está arañado o muy usado habrá mayor migración )

Cómo evitar la contaminación de Bisfenol A

Existen ciertas cosas que podemos tener en cuenta para evitar la acumulación de esta sustancia en nuestro cuerpo. Veamos cuales son:

Mirar el código de reciclaje de las botellas

En la parte inferior de las botellas de plástico podemos ver que hay un código que indica qué tipo de plástico es. Los que llevan los números 7, 3 y 10 son los que pueden contener más trazas de BPA. Sin embargo, los que llevan los números 1, 2, 4 y 5 no contienen BPA, ftalatos ni poliestireno expandible.

Mejor no uses latas

Es mucho más aconsejable que utilices conservas que vengan envasadas en cristal que las que vengan el latas. Esto es debido a que las latas llevan un revestimiento que contiene BPA que podría pasar a los alimentos. Esto es recomendable, especialmente, en las sopas y salsas.

Botellas de vidrio

Existen muchas alternativas a los envases de plástico. Por ejemplo, podemos utilizar el vidrio, la madera o el acero inoxidable. Cualquiera de ellos son más duraderos y no generan tantos residuos al medio ambiente. Además de esto, no nos expondremos a incrementar nuestra tasa de BPA. Es muy importante que compremos aceite embotellado en vidrio mejor que en plástico.

Fuente: Pixabay/Projekt_Kaffeebart

No calentar los envases de plástico

La FDA nos alerta del peligro de consumir alimentos que hayan sido calentados en envases de plástico. No pongas plástico en el microondas ni tampoco hiervas biberones que no sean de cristal. Cuanto más alta sea la temperatura más fácil es que se libere este químico en el alimento.

No reutilices botellas de plástico

Para terminar, debes de procurar no reutilizar las botellas de plástico. Si tuvieras que hacerlo, intenta hacerlo la menor cantidad de veces posible. Así mismo, evita que las botellas se rayen o que estén expuestas al sol, pues esto haría que el BPA pasará más fácilmente al agua.

RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.

Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí  que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.


 

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