Piensa en una actividad sencilla que puedas realizar en cualquier momento, que no requiera equipación de ningún tipo, que te aporte beneficios desde el primer instante y cuya práctica habitual incremente esos beneficios de forma exponencial. Interesante, ¿verdad? Las ventajas de la meditación para la salud mental y física son numerosas y han sido probadas científicamente.

Está claro que encarar la vida con una actitud positiva nos hace más felices y proactivos ante cualquier contratiempo que pueda surgir. Meditar de forma regular nos ayuda a conseguir esa actitud optimista y relajada.

 

Beneficios del pensamiento positivo

A continuación, veremos algunos de los beneficios de practicar el pensamiento positivo y la meditación de forma regular:

– Aumenta la capacidad intelectual.

– Acrecienta la empatía.

– Mejora la memoria.

– Reduce y previene trastornos como el estrés, la ansiedad y la depresión, propiciando un estado de estabilidad y equilibrio emocional.

– Aumenta la creatividad.

– Favorece la concentración y la creatividad.

– Reduce la presión sanguínea.

– Relaja las tensiones musculares.

– Nos ayuda a luchar contra el insomnio y a obtener un descanso de calidad.

Para adentrarnos en la práctica de la meditación necesitaremos elegir qué tipo de meditación se adapta mejor a nosotros y simplemente tomarnos un instante para nosotros mismos, sin interrupciones, sin dejarnos llevar por el ritmo de las preocupaciones y rutinas del día a día.

 


Tipos de meditación

Existen diferentes tipos de meditación y siempre habrá uno que se adecúe a nuestros deseos y necesidades.

1) La meditación Chakra:

Busca desbloquear la energía centrándose en los siete chakras principales, que están situados respectivamente a la altura de la coronilla, de la frente, de la garganta, del corazón, del plexo solar, del ombligo y del sacro. Cada uno de estos chakras tiene asociado un color y sonido determinados.

2) La meditación Mantra:

Consiste en la repetición de una serie de cánticos o salmos sagrados que, con su vibración, harán que nuestra conciencia profundice cada vez más en nuestro interior. La repetición de esos sonidos lleva nuestra concentración a niveles altísimos y está demostrado que este tipo de meditación influye sobre las glándulas pineal y pituitaria.

3) La meditación Sufi:

Esta meditación oriental consiste en contemplar el universo como un todo y explorar nuestro ego para así reducirlo. Es un camino místico e iniciático muy relacionado con la religión.

4) La meditación Dzogchen:

Este tipo de meditación es la practicada por el Dalai Lama. Por tanto, tiene que ver con el budismo tibetano. Se trata de una meditación sutil pero, a la vez, muy profunda y, al contrario que otros tipos de meditación, no se enfoca tanto en la respiración o la concentración.

Persigue llegar a la condición primordial y natural de todos los seres que, para esta doctrina, es aquella que practica el desapego porque la conciencia busca trascenderse a sí misma.

 

 

5) La meditación Zazen:

Esta tradición se relaciona con el budismo zen. Aquí la respiración es un factor primordial y deberemos controlarla con mucha atención, hasta el punto que, si perdemos la cuenta del número de inspiraciones y exhalaciones, debemos parar y comenzar de nuevo. Se trata de una escuela de meditación muy sobria centrada a enfocarse en la sensación de vacío.

6) La meditación Kabbalah:

En este caso se trata de un tipo de meditación puramente religiosa que deriva del judaísmo. Está basada en los estudios del Rabi Abraham Abulafia y requiere constancia y paciencia.

7) La meditación Vipassana:

Se trata de una de las técnicas de meditación más antiguas practicadas en India. La meditación Vipassana busca la transformación y la purificación desde la autoobservación y está desligada de cualquier religión. Se comienza por observar la respiración para conectar con uno mismo primero y, luego, con la conciencia superior.

8) La meditación Trascendental:

Tampoco está ligada a ningún tipo de religión y es una de las más populares. Se basa en repetir un mantra personal durante de diez a veinte minutos, por la mañana y por la tarde.

Consejos para meditar

Estos son las principales escuelas de meditación, pero también podemos aproximarnos al mundo de la meditación poquito a poco por nosotros mismos. En este caso, hay una serie de consejos que nos pueden resultar útiles:

· Concentrarnos en nuestra respiración.

· Hacerlo durante intervalos crecientes, comenzando por dos minutos y ampliando medio minuto cada vez.

· Tener paciencia. La meditación es un proceso, debemos tomarlo con calma y no desanimarnos si no lo conseguimos a la primera. No debemos olvidar que, solo con intentarlo, ya estamos trabajando para nuestro beneficio.

· Mantener siempre una actitud abierta y positiva.

· Prestar toda nuestra atención a nuestras sensaciones durante la meditación, olvidarnos de preocupaciones y centrarnos en el momento presente.

· Si algún pensamiento nos distrae, tratar de observarlo pero sin luchar por cambiarlo, dejándonos fluir.

· Tomárnoslo en serio: comprometernos a dedicarle unos poquitos minutos al día, todos los días y no relegarlo.

 

 

Con unos pocos minutos al día, podemos lograr un gran cambio y, si, además de dedicar unos minutos a la meditación, nos ocupamos activamente de hacer un poco de higiene mental y tener pensamientos positivos, los beneficios se multiplicarán. El pensamiento positivo consiste en adoptar un nuevo enfoque. No se trata de ignorar o negar los contratiempos porque van a seguir existiendo, pero sí que nos va a permitir enfrentarnos a ellos de otra forma.

La base del pensamiento positivo es centrarnos en las cosas buenas que nos rodean y, sin darnos cuenta, esto nos va a situar en un estado vibracional de gratitud. Esto nos va a ayudar a controlar el estrés y los miedos, a relacionarnos mejor con los demás, a mejorar nuestro humor y a vivir con más plenitud los buenos momentos.

Es innegable que los pensamientos pueden cambiar nuestro estado anímico y tienen un gran impacto sobre nuestros sentimientos, pero también sobre cómo nos comportamos y, por lo tanto, sobre cómo nos perciben los demás, así que no es descabellado decir que “somos lo que pensamos”.

Por tanto, dentro del marco de una vida sana, no debemos olvidar cuidar nuestra salud con estas herramientas. Además de llevar una dieta equilibrada o de hacer un poco de ejercicio, cuidar nuestra mente con estos sencillos tips puede aportarnos muchos beneficios.

En conclusión, cada vez son más expertos del mundo de la medicina y de la psicología que insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, y la meditación es un excelente medio para ello. Así lo propone el método Crear Salud que, además, nos dará las claves que necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.

Herramientas como la app Sienteque puedes descargarte aquí – pueden ser la mejor acompañante para iniciarte en la meditación. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar y, de paso, ser más feliz.

 


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