Ante las demandas de la sociedad actual es bastante común que llevemos un ritmo de vida que nos supera. Es entonces cuando aparece el estrés para avisarnos de que hay que aflojar y cambiar nuestro nivel de activación. Tanto para la ansiedad como para el estrés, la relajación y la respiración son las estrategias más adecuadas.

Al estar aumentando la competitividad y las exigencias sobre nuestro rendimiento, aumentan los casos de personas que sufren de estrés. Esta respuesta aparece como una alarma para indicarnos que estamos llevando nuestra mente y nuestro cuerpo a límites que nos pueden hacer enfermar en cualquier momento. Esto se debe a una activación elevada que se ha mantenido durante un largo periodo de tiempo. Hoy día, ¿a quién no le ha pasado algo así?

Actualmente la gran mayoría de personas estamos expuestas a sufrir de ansiedad o estrés. Como hemos dicho, esto es debido a las exigencias de nuestro entorno que son cada vez mayores. Vamos acelerados, con el ajetreo que llevamos apenas nos paramos a descansar un momento. Nos olvidamos de dedicarnos el tiempo tan valioso que necesitamos para asimilar lo que estamos viviendo. Acabamos por desconectarnos de nuestro cuerpo y, cuando volvemos a él, estamos totalmente rendidos y exhaustos.


Cuando sufrimos de estrés nuestro cuerpo se resiente, nos dice ¡basta! Y es así como nuestro sistema inmune se debilita y enfermamos. Es evidente que ante esto hay que cambiar el ritmo de vida y nuestros principales estresante diarios. Sin embargo, también es imprescindible que aprendamos a relajarnos y calmarnos cuando lo necesitemos. El desarrollo de las terapias basadas en la relajación para el afrontamiento del estrés han obtenido un gran éxito.

 

Técnicas de relajación para afrontar el estrés

.A lo largo del siglo XX comenzó el nacimiento formal de las principales terapias basadas en técnicas de relajación. Esto realmente no era algo novedoso, ya que las técnicas de relajación se remontan a las filosofías orientales, que las llevan empleando desde hace miles de años. El yoga y la meditación son las principales muestras de la importancia que ha tenido la relajación siempre en otras culturas.

En occidente los científicos tomaron nota, y es así como nacieron los métodos y las técnicas de relajación bajo un contexto terapéutico. Se fue comprobando desde la psicología clínica como las distintas técnicas de relajación eran un excelente método, ya no solo para el control de la activación del estrés, sino que también ofrecían muy buenos resultados en el ámbito de los trastornos psicológicos y los problemas de comportamiento en general.

Una de las principales técnicas de relajación que fue desarrollada desde el contexto científico para ser empleada en terapia, fue la famosa relajación progresiva de Jacobson, en 1929. Destinada a contraer y aflojar los principales músculos del cuerpo A raíz de esta fueron surgiendo otras como:

El entrenamiento autógeno: basado en las representaciones mentales de las sensaciones.

La respiración: como método para aprender a respirar pausadamente, disminuyendo así la ansiedad y la alta activación del sistema nervioso. Cualquier técnica de relajación implica un buen aprendizaje de la respiración…

El biofeedback: esta técnica se utiliza para que la propia persona regule sus variables fisiológicas, viendo simultáneamente los resultados para su organismo en relación a los ejercicios y técnicas de relajación que esté empleando. Es una buena estrategia para aprender a regular y tomar el control de la propia ansiedad.

Hay que aclarar que la ansiedad que se dispara ante situaciones que requieren de una mayor activación, acaba convirtiéndose en estrés cuando se produce de una forma continuada a lo largo del tiempo. La respuesta de estrés acaba produciéndose por fuertes demandas de las circunstancias en las que nos percibimos con recursos insuficientes para poder afrontarlas.

La relajación como filosofía de vida

En la cultura oriental la relajación cobra tanta importancia que forma parte de su filosofía de vida. Es por esto que a lo largo de su historia han desarrollado estrategias muy efectivas para calmar y serenar la mente. La meditación ha ido tomando fuerza en occidente y actualmente es una técnica que utilizan incluso los profesionales de la salud en sus consultas, debido a que se han podido comprobar sus bondades y beneficios, e implica una mayor bienestar para las personas que la practican.

Seguramente hayas oído hablar de la meditación, del yoga, e incluso de la hipnosis. Estas son prácticas que han ido apareciendo en nuestras vidas. El objetivo que tienen es sobre todo el de cambiar los hábitos mentales, que tanto nos perjudican en nuestra vida diaria. Al modificar nuestro estado mental que se encuentra en una especie de torbellino sin salida, logramos disminuir la tensión, y es así como aprendemos a encontrar un agradable estado de tranquilidad.

 

Cuando nos iniciamos en alguna de estas prácticas adoptamos una actitud completamente diferente a la que estábamos empleando anteriormente. De esta forma es como cambiamos nuestras vidas, adquiriendo otros valores, cambiando nuestro modo de pensar, relacionándonos y comunicándonos incluso de un modo diferente. Todos estos cambios que se producen tienen que ver con una filosofía de vida más relajada y profunda. En la que tú tienes el control de tus pensamientos y de tu sufrimiento.

De una forma u otra, ya sea acudiendo a terapia o iniciándose en alguna de las prácticas que están basadas en la relajación. Lo importante es que tomemos conciencia de la necesidad que tenemos de un respiro, de cómo muchos de los trastornos de ansiedad o enfermedades tienen una relación directa con la tranquilidad que falta en nuestras vidas. La relajación se nos presenta como un recurso, no ya solo para aprender a controlar nuestra propia activación, sino también para cambiar ciertos hábitos, que lejos de hacernos más felices, nos llenan de amargura y de malestar, tanto físico como emocional.

El estrés es simplemente una consecuencia de cómo nos estamos haciendo cargo de nosotros mismos (de no hacernos cargo más bien). El descuidarnos, la mala alimentación, los malos hábitos de sueño, la falta de reflexión y calma son síntomas de vivir acelerados, sin pausa ni respiro. Te recomendamos al menos que reflexiones acerca de cuáles son los hábitos que te causan estrés. Verás como la relajación se puede presentar en tu vida ya no solo como un método sino como una forma de vida.

En conclusión, la base para gestionar el estrés está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Debemos ser conscientes de que para combatir el estrés no basta solo con aprender a relajarnos, sino que también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí –  pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.

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