Dentro del mundo de la espiritualidad, cada día se hace más conocida la palabra Advaita. Advaita es una palabra sánscrita que significa ‘no dos’. Se puede referir a cualquier cosa y en la tradición espiritual Védica es una palabra fundamental porque apunta hacía la naturaleza de la conciencia, el Sí mismo.

En la tradición Védica, la parte que trata sobre la iluminación se llama Vedanta. Vedanta afirma que la realidad es advaita o ‘no dos’. Esto quiere decir que no existe una distinción entre sujeto y objeto, ya que dicha distinción es, en gran medida, la mayor responsable del sufrimiento humano.

¿Quién es Sesha?

Sesha es una de las personas que más ha investigado y experimentado todo lo relacionado con la filosofía vedanta advaita, así como con la práctica de la meditación y estados de consciencia.

Iván Oliveros (Sesha) nació en Bogotá en 1960. Estudió Ingenieria Mecánica, aunque también se interesó por estudios de Filosofías Orientales. Ha llevado a cabo un profundo estudio acerca de los más conocidos sabios de la tradición advaita. Por ejemplo, estudió, entre otros, a Ramana Maharshi y Nisargadata.


 

En los comienzos de sus estudios y práctica meditativa se encontró con la dificultad de que, entre los distintos autores, existía cierta disparidad de opiniones, además de encontrar directrices poco claras a la hora de analizar la meditación interior. A la vez, los conceptos que aprendía se encontraban muy alejados de la mentalidad occidental.

Se mantuvo en la investigación y práctica del advaita durante ocho años y, al cumplir los 26 años, tuvo su primera experiencia transcendental que describe en su libro ‘Una historia por contar’. A partir de ese momento, abandonó su actividad profesional y comenzó a hacer viajes por distintos países poniendo en común su experiencia transcendental no dual. De esta forma, comenzó a impartir cursos, conferencias y seminarios para enseñar la práctica meditativa.

El núcleo central de la enseñanza de Sesha está en su constante viviencia no-dual. Su manera de transmitir la enseñanza consigue hacer una adaptación a nuestra mente occidental sin perder la esencia de la tradición advaita. Además, su gran capacidad de comunicación consigue acercar al gran público ideas muy complejas de forma muy simplificada.

Fuente: Wikipedia

Guía para practicar la meditación interna según Sesha

Según Sesha, una práctica de meditación interior adecuada pasa por lo siguiente:

Encuentra un sitio tranquilo donde sentarte con la espalda recta. Lo ideal es no apoyarla, aunque si existiera algún problema de tipo físico no pasa nada por sentarte en una silla cómoda o un sofá. Eso sí, no te tumbes, ya que te podrías quedar dormido.

Cierra los ojos y poco a poco ve situando tu atención en tu mundo interior, allí donde estén todos tus recuerdos.

En un principio, los sentidos corporales estarán funcionando, es lo normal. No debes luchar contra lo que esté sucediendo en el exterior. Según vayas haciéndote consciente de tu parte interior, el mundo externo se relajará y el interno se activará.

Esta práctica interior se irá haciendo más profunda según los sentidos físicos se vayan desconectando. Dirige tu atención hacía adentro y espera que aparezca cualquier pensamiento o sentimiento.

No te esfuerces en exceso para mantener la atención en el interior, solo mantén toda la atención que puedas sin forzar. Intenta mantenerte a la espera, registrando cualquier contenido mental que aparezca.

En tu mundo interior todo lo que existe es mental. Lo que pueda aparecer allí: sentimiento, emociones, etc, es importante que sea localizado. Lo más importante de esta práctica interior es que te hagas consciente de que todo eso existe.

En el momento que llegue a tu consciencia algún contenido mental, obsérvalo, sé consciente de ello. No dejes que tu atención se vaya con ello. Sé el testigo de ese contenido mental, reconoce que existe y dicha observación y reconocimiento harán que desaparezca.

Fuente: Pixabay/terimakasih0

 

Si eres capaz de darte cuenta de lo que estás pensando, podrás comprobar que dicho pensamiento se diluye. Si mantienes la actitud de estar presente en tu mundo interior, no surgirá ningún otro pensamiento; de esa forma, podrás disfrutar del maravilloso espacio que existe entre pensamiento y pensamiento.

Es posible que, en algún momento, pierdas la concentración y te dejes arrastrar por los pensamientos. No pasa nada, no te culpes, regresa tranquilamente a tu puesto de observación y continúa tu práctica.

Cuando estamos en estado de observación, el observador que reconoce pensamientos y vacío, se encuentra en la parte de atrás del mundo interior y lo conocido se encuentra al frente.

Si consigues permanecer de forma mantenida en el espacio de los pensamientos, este vacío irá tomando protagonismo. En ese momento, el testigo comienza a reconocerse a sí mismo. Este es el estado de concentración

No obstante observar y concentrarse no es meditar, aunque sí que son estados de consciencia más equilibrados que el habitual que llamamos estado de pensamiento..

La meditación sucede cuando el mundo interior reconoce al universo entero como parte de su propia realidad.

Guía para practicar la meditación externa según Sesha

El propósito principal de la experiencia externa es llegar a observar los objetos del mundo a través de los sentidos, tal y como lo hacemos de forma normal. Cuando el hecho de percibir el mundo externo se hace de manera correcta, surge otra forma de percepción que lleva a la no-dualidad.

Una percepción común necesita de pasos para inclinarse hacía la no-dualidad. Esos pasos nos llevarán a tres nuevos estados de conciencia: observación, concentración y meditación.

Puedes comenzar de forma simple observando cualquier cosa de tu realidad exterior. Puedes olerlo, verlo, tocarlo, escucharlo. Siempre estamos obteniendo información de los objetos de nuestro alrededor a través de los sentidos.

 

Fuente: Pixabay/nickcoulter

 

Lo más importante es que la atención vaya acompañada de tu presencia. Por ejemplo, si estamos caminando, es esencial que pongamos nuestra atención en la sensación del contacto de los pies con el suelo. Si estamos comiendo, estaremos atentos a los sabores, olores y sensaciones en la boca. Si miramos un paisaje, observaremos la forma y color de todo aquello que veamos. Si lo que estamos haciendo es escuchar música, situaremos nuestra atención en la fuente de donde viene el sonido. Procura simplemente percibir, no hay necesidad de interpretar, juzgar o comparar. Se trata de contemplar el mundo en lugar de pensar en él.

El estado de conciencia de observación externa se produce cuando la percepción no hace separación entre quién percibe y el objeto percibido. El hecho de situar la atención en los objetos y experimentar así el mundo evita la aparición del ‘yo’ y consigue que nos demos cuenta de que no se necesita un sujeto activo como parte de la percepción.

De esta manera habremos evitado el sujeto que se preocupa, que se angustia o que tiene pensamientos, emociones o recuerdos que no sean necesarios en ese momento. La percepción no incluye ningún tipo de tensión psicológica, sino una fluidez que podría llevarlos a altos estados de conciencia.

El estado de concentración externa conlleva el hecho de que el sujeto no es diferente al mundo que se experimenta. El ‘yo’ se elimina en el estado de observación y nace un nuevo sujeto que se integra en el universo experimentado por los sentidos.

Surge un universo mucho más vivo, lleno de efervescencia y vida por el solo hecho de ser conocido. El conocedor está en todas partes de lo conocido y lo conocido en todas partes del conocedor; ambos son simultáneos.

Si continuamos en el estado de concentración, aparecerá el más alto estado de percepción, la meditación. Ahí, los sentidos se expanden mucho más allá de lo habitual. El sujeto de la concentración desaparece y da lugar a nuevo sujeto sin fronteras de espacio o tiempo, el atman. El atman se convierte en un evento que no hace diferencia entro lo conocido y quien conoce el mundo.

Maravillosa práctica que, con constancia y dedicación, puede llevarnos a experiencias inimaginables por la mente.

En conclusión, cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, tal y como propone el método Crear Salud.

Debemos ser conscientes de que para llevar una vida saludable también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, en consecuencia, ser más feliz.


 

 

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