Cuando el estrés y la ansiedad se convierten en factores habituales en la vida de una persona, debe tomar conciencia de este malestar físico y emocional para poner un remedio. Con frecuencia, tanto el estrés como la ansiedad surgen como el resultado del efecto de la acumulación de tensiones internas no resueltas y sufrimientos reprimidos que necesitaban ser expresados. ¿Por qué la meditación y la psicología positiva son tan terapéuticas?

El contexto social marcado por la prisa puede condicionarte al seguir esa tendencia de inmediatez, ocupación constante y perfeccionismo. Sin embargo, la meditación es una fórmula terapéutica para incrementar la resiliencia emocional, puesto que a través de esta atención consciente observas y escuchas tu mundo interior. Es decir, conectas con tu verdadero núcleo vital.

En tu día a día, tienes que atender muchos asuntos externos y recibes muchos estímulos de información. Sin embargo, es positivo que a través de la búsqueda de un espacio propio destinado a la práctica de la meditación, puedas silenciar tu mente de ese ruido mental que te hace sufrir en forma de miedos, creencias negativas, angustias de futuro o nostalgias del pasado.


 

Descanso mental

Los pensamientos y las ideas que producen un círculo negativo en torno a la ansiedad se transforman en una carga. ¿Cómo te sientes cuando estás alegre? Experimentas bienestar. Notas cómo tu cuerpo y tu mente están alineados en una perfecta armonía.

¿Cómo te sientes cuando te notas estresado o ansioso? Sientes cómo tu tono anímico es más bajo que cuando estás contento. Este estado de ánimo produce tensión y rigidez.

Cuando te sientes bien, fluyes con el propio ritmo de la realidad. Por el contrario, cuando experimentas este malestar, realizas un sobreesfuerzo para afrontar las tareas cotidianas, concentrarte en los asuntos del trabajo y atender las cuestiones esenciales. A través de la práctica de la meditación, cuidas tu diálogo interior, te mimas, te envías respeto y amor propio. Es decir, fortaleces tu propio nivel de autoestima.

 

Vivir el presente

Muchos de los sufrimientos que experimentas conectan con el pasado. En forma de añoranza por aquello que echas de menos o culpa por aquello que no te perdonas. Igualmente, la ansiedad de futuro se manifiesta a través de la anticipación frecuente de situaciones negativas. Situaciones que, en muchos casos, nunca se harán realidad.

Cuando tu mente, tu corazón y tus sentidos están cien por cien atentos a la realidad actual del instante, el estrés y la ansiedad desaparecen o se reducen al mínimo porque este tiempo presente es cien por cien real. El pasado está presente en tu memoria a través del recuerdo mientras que el futuro es una proyección. Sin embargo, el presente es el tiempo que estás viviendo ahora mismo. A través de la meditación puedes incrementar el aprendizaje de estar cada vez más concentrado en el ahora.

Gratitud

Mientras que el estrés y la ansiedad están muy vinculados con el miedo como elemento frecuente del estado de ánimo. Por el contrario, cuando vives el presente, la consecuencia natural de esta experiencia de plenitud existencial es la gratitud sincera por tener la oportunidad de sentir la belleza de la vida en letras mayúsculas.

La meditación te ayuda a ser más consciente de las razones que tienes para dar las gracias cada día. En lugar de centrarte en la carencia de aquello que te falta. El sentimiento de gratitud es una semilla de alegría. A través de tu actitud puedes adoptar una actitud proactiva y consciente para cuidar tu estado de ánimo.

La felicidad depende de la actitud

La realidad puede tener múltiples interpretaciones. Las circunstancias externas son las que son. En la vida existen situaciones muy bonitas y otros momentos más complejos. Sin embargo, por medio de la meditación, aprendes cómo tu actitud tiene una influencia directa en cómo vives las distintas circunstancias de la vida.

Incluso cuando te encuentres con una situación que no puedes cambiar porque trasciende a tu propia capacidad de influencia, sí puedes hacer algo al respecto para que esa situación te afecte lo menos posible.

Por ejemplo, posicionarte de forma esperanzada y optimista ante esa realidad. A través de la práctica de la meditación cultivas tu actitud optimista. Descubres que tú puedes ser un gran apoyo para ti mismo.

 

Creatividad

El estrés y la ansiedad afectan de forma directa a la capacidad de atención. La persona se siente desbordada por acontecimientos externos. Por el contrario, a través del bienestar experimentado a partir de la meditación, la persona tiene un mayor nivel de creatividad.

En la aventura de la vida no solo debes poner en práctica tu entendimiento, tu razón y tu intuición, sino también, tu capacidad creativa.

Contacto con el silencio

El estrés y la ansiedad producen una sensación de ruido como consecuencia de la intranquilidad que experimenta la persona. Es el ruido interno de las preocupaciones. Sin duda, el silencio es muy terapéutico y necesario. Gracias a los instantes de meditación, la persona puede nutrirse del silencio. Tan necesario para descansar, clarificar las ideas y recapacitar.

 

Entrenar la paciencia

El mensaje de la prisa puede incrementar la vulnerabilidad emocional ante el estrés. Cuando la persona se condiciona constantemente con la exigencia de la ocupación continua y la resolución de tareas, en este contexto, la persona tiene dificultades para ser paciente.

Sin embargo, la impaciencia es una fuente de sufrimiento habitual para aquel que no acepta que las cosas tienen su propio ritmo y este ritmo no siempre se ajusta a las expectativas internas. Por ello, la meditación es un aprendizaje positivo para entrenar el arte de la aceptación y la comprensión.

Todos los puntos descritos en este artículo están interconectados entre sí. Gracias a una fórmula que integra la gratitud, el descanso, el presente, la actitud, la creatividad y el silencio, tu nivel de resiliencia frente al estrés y la ansiedad aumenta porque te sientes mejor contigo.

 

En conclusión, cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, tal y como propone el método Crear Salud. Así,  herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, en consecuencia, ser más feliz.

Pero, además, debemos ser conscientes de que, para llevar una vida saludable, también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. 

 


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