Vivimos en un momento en el que todo hay que hacerlo deprisa. Las prisas forman parte de cada uno de nuestros días. Debido a esto, nos hemos acostumbrado a ingerir, de manera habitual bebidas que nos estimulen para poder seguir corriendo. Sin embargo, el consumo de bebidas excitantes es perjudicial para la salud por lo que sería muy recomendable reducirlas. Veamos por qué.

Vivimos a toda prisa

Pocas son las personas que viven una vida tranquila y relajada. Lo normal es que, desde que nos levantamos por la mañana, vivamos de carrera en carrera. Nos levantamos, desayunamos deprisa, si es que desayunamos. Después, vamos corriendo a trabajar o a llevar a los niños al colegio. Trabajamos procurando rendir lo máximo posible. Comemos corriendo para volver a trabajar. Después, vamos corriendo a recoger a los niños e intentamos llegar a las actividades extraescolares a tiempo. Mientras, probablemente, haremos la compra o haremos la comida de mañana para después ir corriendo a recoger de nuevo a los niños. Luego, vendrán los baños, cenas y a la cama corriendo…¡Qué estrés!

Sin embargo, por muy exagerado que nos pueda parecer este es el tipo de vida que llevan muchísimas personas. Lo normal, no obstante, es que el cuerpo nos mande señales de que estamos yendo demasiado rápido. Pero nosotros no le hacemos caso. En lugar de intentar aminorar la marcha, hacemos todo lo contrario. Procuramos continuar con el mismo tipo de vida obligando a nuestro cuerpo a que lo haga, sofocando sus llamadas de atención.

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Intentando ir aún más deprisa

¿Cómo lo hacemos? Haciendo uso de bebidas excitantes o estimulantes. ¿Quién no necesita un café para comenzar el día? Nos parece muy normal y la realidad es que tiene poco de lógico. Si nos acabamos de levantar y hemos tenido un buen descanso, no haría falta nada que nos haga despertar. Otra cosa es que nos levantemos cansados porque quizá no hemos dormido las horas que necesitamos, o porque, quizá, cenamos demasiado tarde y nos costó conciliar el sueño.

Este café de la mañana nos estimula durante un rato, sin embargo, al estar sacando energía de donde no la hay, unas horas más tarde notaremos un gran cansancio. ¿Qué haremos entonces? Otro café, o, en su defecto, alguna bebida energética. Lo que no sabemos es que el mismo ciclo de subida de energía y posterior bajada se volverá a producir. Y, de esta manera, estaremos todo el día repitiendo ciclos de subida y bajada.

Perjuicios de las bebidas excitantes

Además de las bebidas excitantes como el café, el té o las colas, están muy de moda las bebidas estimulantes tipo Red Bull. Entre los jóvenes es muy común tomar este tipo de bebidas a todas horas. Sin embargo, en algunos países como Francia o Dinamarca se está prohibiendo su consumo. Esto es debido a que estás bebidas pueden ser muy perjudiciales para la salud de las personas que las consumen.

Este tipo de bebidas se suelen tomar por el aporte inmediato de «energía» que suponen. Para ello sus ingredientes principales son la cafeína o la taurina. La taurina es un aminoácido que mejora las funciones neurológicas y proporciona equilibrio del agua y sales minerales en la sangre. A largo plazo, sus efectos no son aún conocidos.

Además de cafeína y la taurina estas bebidas contienen algunas vitaminas del grupo B. La finalidad de estas vitaminas es que la función muscular mejore y que aumenten las tasas metabólicas en el sistema nervioso y en otros sistemas corporales. Finalmente, la guinda la pone una elevada cantidad de azúcar.

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Cuando consumimos estas bebidas podremos experimentar los siguientes perjuicios para nuestro cuerpo:

Aumento de peso

Al ser bebidas cargadas de azúcar, el uso continuado nos conducirá, seguro, a un aumento de peso. Lo ideal sería no consumirlas nunca pero si eso no es posible, que sea de forma muy puntual.

Problemas cardíacos

Diferentes estudios, como por ejemplo el informe PHD KHALET GEBARA MD en USA, California (UCLA University), alertan acerca de los problemas del consumo continuado de estas bebidas. Se las ha llegado a relacionar con subidas de tensión arterial, alteración del ritmo cardíaco, palpitaciones y dolor en el pecho. Así mismo, en algunos casos de alta ingestión se pueden producir infartos.

Daños sistema nervioso

Un café puntual está demostrado que nos aumenta la agudeza mental. Sin embargo, bebidas excitantes tomadas de manera continuada pueden causar espasmos o temblores. Así mismo, los patrones de sueño normales podrían verse alterados dando lugar a ciertos tipos de insomnio. También se relacionan con la aparición de ansiedad o nerviosismo.

Desorden hormonal

Al consumir este tipo de bebidas, nuestro cuerpo intenta metabolizar a la vez la cafeína, azúcar y otras sustancias. En este proceso nuestro cuerpo libera gran cantidad de hormonas relacionadas con el estrés, que a la larga podrían ser las causantes de enfermedades de tipo metabólico.

Gran peligro si se mezclan con alcohol

El alcohol tiene efectos depresores en el sistema nervioso y las bebidas excitantes son, todo lo contrario, estimulantes. Por este motivo, cuando los mezclamos, ingerimos una mezcla que somete a nuestro cuerpo a una gran tensión para equilibrar ambos extremos. Esta tensión, en muchas ocasiones puede producir un ataque cardíaco.

Problemas de adicción

Tanto la cafeína como el azúcar son dos sustancias que provocan adicción. Al dejar de tomarlas, notaremos los típicos síntomas que acompañan al síndrome de abstinencia : dolor de cabeza, nerviosismo o cambios de humor.

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Como hemos podido ver, el consumo de este tipo de bebidas no tiene nada de saludable. Están muy de moda en una sociedad que necesita gente hiperactiva para seguir apretando el acelerador.

Sin embargo, todo tiene un límite. Cada vez son más las personas que apuestan por un ritmo de vida más lento, por una vida consciente. Existen infinidad de alternativas a las bebidas excitantes. Además del agua, que es la bebida por excelencia, te recomiendo los tés japoneses tipo sencha o bancha. Estas bebidas tienen muchas propiedades mineralizantes y poseen un pequeñísimo toque de teína que las hace ideales para tomar a cualquier hora del día.

RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.

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