No estamos solos. Nos rodean multitud de ondas electromagnéticas que no podemos percibir. Muchas de ellas afectan silenciosamente a nuestra salud. Este tipo de ondas actúan, en cierta medida, con el mismo efecto que los rayos X cuando se encuentran cerca de nuestros órganos reproductores. Sabiendo esto, es fácil suponer que las ondas electromagnéticas podrían afectar a la fertilidad.
Campos electromagnéticos por todas partes
Nuestra vida diaria se encuentra totalmente rodeada de radiación electromagnética. Aunque no seamos conscientes de ello vivimos inmersos en un mar de radiaciones que no paran de aumentar. Los efectos de estas radiaciones son acumulativos y podrían perjudicar nuestra salud, aunque no haya demasiados estudios que así lo demuestren.
Estos campos electromagnéticos que nos rodean también pueden ser naturales. Por ejemplo encontramos los que se producen por la acumulación de cargas eléctricas en algunas zomas de la atmósfera debido a las tormentas. No obstante, el hombre también se encarga de generar fuentes de campos electromagnéticos como los rayos X, la electricidad, las ondas de radio, de televisión o telefonía móvil.
No debemos creer que la exposición a campos electromagnéticos es algo nuevo. Si bien es cierto, en el siglo XX la exposición ambiental ha aumentado mucho debido a la demanda de electricidad, el avance de las tecnologías y los cambios en los hábitos sociales.
¿Afectan a la fertilidad las ondas electromagnéticas?
Las ondas electromagnéticas tienen diferentes repercusiones en nuestro cuerpo. Los síntomas van desde dolor de cabeza hasta insomnio. Así mismo, parece ser que estos campos también afectan a la fertilidad.
Los teléfonos móviles nos acompañan como si de una parte de nuestro cuerpo se tratara. Estos aparatos funcionan a una frecuencia que se encuentra entre 400-2000Mhz y emiten ondas de radiofrecuencia electromagnética que no podemos percibir. Algunas investigaciones señalan que este tipo de ondas podrían causar daños a nivel del sistema endocrino, sistema nervioso o sistema reproductor Para algunas personas es muy difícil prescindir de este aparato y otros de similares características. Podríamos decir que más que uso, en muchos casos, se hace abuso de los mismos.
Son muchas las voces que se alzan advirtiendo de los posibles peligros que las radiaciones de nuestros teléfonos y conexiónes wifi pueden tener para la salud. De hecho, desde la Organización Mundial de la Salud hace tiempo que alertó en este sentido. En principio, la alerta se refería a casos de tumores cerebrales. Actualmente, también se apunta a una influencia de las radiaciones en el potencial reproductivo masculino.
Diferentes estudios revelan que existe una relación directa entre el número de horas de uso del teléfono móvil y una alteración en la morfología, cantidad, calidad y movilidad de los espermatozoides. No se sabe exactamente a que es debida dicha alteración. No obstante, se relacionan con las ondas de radiofrecuencia electromagnética y también con el incremento de la temperatura corporal que podría dañar los espermatozoides.
La Organización Mundial de la Salud, en el año 2011 incluyó las ondas electromagnéticas en el grupo 2B de la clasificación de elementos cancerígenos. Como podemos deducir, en esa categoría encontramos todo aquello que podría ser «probablemente cancerígeno».
Distintos puntos de vista
Como es habitual, en algo tan nuevo como las radiaciones electromagnéticas aún hay discrepancias en cuanto a sus efectos secundarios. Podemos ver una versión diferente en los estudios llevados a cabo por la Universidad de Murcia o El Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias:
En el año 2012 se llevó a cabo un ambicioso estudio en Murcia que determinó que las ondas electromagnéticas de los móviles no causan problemas de esterilidad. Este estudio fue llevado a cabo por Tahe Fertilidad y los departamentos de Electromagnetismo Aplicado y de Reproducción Animal de la Universidad de Murcia con el apoyo del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI).
Así mismo, el Comité Científico Asesor en Radiofrecuencias y Salud (CCARS) presentó en el año 2017 un informe que parece recoger todo las evidencias en cuanto a la influencia de los campos electromagnéticos en la salud humana. Este estudio parece llamar a la tranquilidad ya que según su director, Francisco Vargas, no existen evidencias que demuestren que perjudican a la salud.
Los ordenadores portátiles
Además de las ondas de los teléfonos móviles, los ordenadores portátiles también podría ser el origen de los problemas de fertilidad. Aunque sería necesarios estudios más exhaustivos, no está de más evitar usar el ordenador directamente sobre las piernas durante largos periodos de tiempo. Esta medida se debe a que el calor del aparato podría afectar a la cantidad y calidad de los espermatozoides. Los testículos son muy sensibles a las altas temperaturas y podrían ser perjudicados.
Hasta el momento se sabe que, un aumento de temperatura en los testículos, está muy relacionado con una baja calidad de espermatozoides y con una menor producción. Algunos especialistas llegan a recomendar a las personas que quieren concebir que eviten, en la medida de lo posible, aumentar la temperatura en el área de los testículos ya sea en bañeras, jacuzzis o saunas.
Además de la temperatura hay que tener en cuenta que cuando tienes el ordenador sobre tus piernas y activas la conexión wifi, estarás exponiendo la zona testicular a las ondas electromagnéticas. Aunque no hay pruebas científicas concluyente al respecto, para prevenir, es mucho mejor utilizar el ordenador sobre una mesa que sobre las piernas.
La prevención nunca está de más
Aún nos queda mucho camino por recorrer en este tema. Se necesita tiempo y nuevos estudios que puedan demostrar definitivamente en qué grado perjudican ese tipo de ondas a nuestra salud. Por todo ello, mientras esos estudios van llegando lo más inteligente sería utilizar las nuevas tecnologías con precaución y mesura. Podemos seguir disfrutando de las enormes ventajas que las nuevas tecnologías aportan a nuestra vida pero, a la vez, tomar ciertas medidas preventivas.
Es aconsejable no llevar el teléfono demasiado cerca del cuerpo. Por supuesto, si puede ser, nunca en el bolsillo delantero del pantalón. Así mismo, evitar, en la medida de lo posible, hablar por el móvil sin auriculares.
Cambio de hábitos para una buena salud
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