Cada vez son más las personas que se muestran interesadas en buscar información sobre nutrición, salud y bienestar. Pero cuando lo hacen, lo que casi nadie espera es encontrar una relación tan íntima entre el ayuno y los estilos de vida saludables. ¿Te ha pasado también a ti?

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Y es que, cuando escuchas la palabra ayuno, probablemente pienses en pasar hambre y, en consecuencia, te costará mucho entender que su práctica puede venirle muy bien a tu organismo. ¿Quieres saber las razones que explican un hecho tan aparentemente contradictorio? En las siguientes líneas te desvelaremos el misterio.

¿Qué es el ayuno? Desmontemos los falsos mitos

Ayunar consiste sencillamente en dejar de ingerir tanto alimentos sólidos como líquidos durante un periodo de tiempo determinado. Tal y como te lo planteamos, no es en absoluto sinónimo de pasar hambre, sino de cambiar los hábitos alimenticios en busca de diferentes objetivos.

Y es que, de hecho, la historia nos dice que el ayuno ha sido parte consustancial de nuestras rutinas alimentarias ya desde épocas tan remotas como la paleolítica, cuando el ser humano estaba obligado a alternar momentos de abundancia y de escasez. Así pues, lejos de ser negativo, el ayuno es algo natural en nuestra especie. Lo que ocurre es que nuestro estilo de vida actual ha cambiado mucho nuestros hábitos.

¿Qué es el ayuno intermitente?

Si profundizamos un poco más dentro de la práctica general del ayuno, aparece el ayuno intermitente, también conocido como intermittent fasting (o por sus siglas en inglés, IF).  Y aunque existen a su vez diferentes tipos de IF, todos tienen en común que buscan reorganizar las horas en las que te alimentas durante el día.

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Quizás el ayuno intermitente más practicado sea el ayuno 16/8, que consta de dos fases bien diferenciadas:

– Las primeras 16 horas, durante las cuales no ingieres alimento alguno. Dentro de esta fase puedes incluir el periodo de sueño.

– Las siguientes 8 horas (o ventana de alimentación), durante las cuales aportarás a tu cuerpo las calorías que necesita, distribuidas entre 1, 2 ó 3 comidas.  Es importante que conectes el cuerpo con la mente y decidas qué es lo mejor para ti.

¿Por qué el ayuno intermitente es recomendable para tu salud?

Las ventajas de ayunar son muy numerosas:

· Retrasa el envejecimiento y reduce la mortalidad.

· Controlando el tipo de alimentos y las calorías que ingieres, el ayuno se traduce en una importante pérdida de grasa corporal, mientras te ayuda a retener la masa magra.

· Afecta positivamente a la plasticidad neuronal, mejorando de esta manera tus funciones cognitivas.

· El ayuno te ayuda a combatir enfermedades muy diversas: artritis, asma, enfermedades cardíacas y cardiovasculares… Incluso limita el surgimiento de células cancerígenas.

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· Reduce el colesterol, los triglicéridos y la inflamación.

· Mejora la sensibilidad a la insulina, y por eso es una práctica muy recomendada para quienes padecen diabetes tipo 2.

· Fomenta tu capacidad de autocontrol, evitando que comas cuando realmente tu cuerpo no lo necesita.

· Gracias al ayuno experimentarás un aumento de energía y combatirás mejor el estrés.

Cada vez más nutricionistas recomiendan el ayuno intermitente, ya que como bien has podido comprobar, se encuentra íntimamente ligado con el bienestar de tu organismo. ¿A qué esperas para probarlo?

RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.

Pero, además, también es importante cuidar de nuestro ‘yo’ interior, y para ello podemos contar con herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí –. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye sesiones de mindfulness y ejercicios de psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.