¿Quién es Suzanne Powell? Suzanne Powell, se define así misma como una ‘guiri’, que llegó a España en el año 1987, buscando lo que no tenía en su Irlanda natal, el sol. Es especialista en Nutrición Ortomolecular y profesora de cursos ZEN. El curso ZEN nos enseña a actuar sobre el sistema nervioso a través de la respiración consciente, la meditación y la estimulación de determinados puntos energéticos para eliminar posibles bloqueos y permitir que la armonía fluya por el organismo.
En sus conferencias consigue acercarse a sus oyentes a través del humor y anécdotas personales que hacen de estas algo realmente divertido. Su propósito en la vida es dar servicio a la humanidad con amor, y entrega total, buscando inspirar a otros y vivir lo que siente y sentir lo que vive. Lleva 25 años investigando al ser humano a nivel holístico para dar con la clave de la paz y la armonía, tanto física como emocional.
Durante mucho tiempo, miraba a su alrededor y pensaba que alguien debía hacer algo por esta sociedad en la que vivimos, hasta que se dio cuenta que ese ‘alguien’ podría ser ella misma. Desde entonces, se puso en acción y predica la idea de «si yo puedo, tú también puedes». Dice que ha llegado la hora de despertar a nivel colectivo, de contagiarnos los unos a los otros las ganas de vivir, de disfrutar plenamente el presente, de creer en nosotros mismos.
Suzanne Powell es autora de dos libros sobre nutrición consciente, Alimentación consciente y Menús conscientes. En ellos nos cuenta que es necesario aprender las técnicas para alimentarse mejor, para estar sano y feliz. Comemos de manera inconsciente y hay que tener claro que este tipo de alimentación puede llegar a tener graves consecuencias en nuestro organismo.
Alimentación consciente es saber lo que comes, cómo lo comes, con qué actitud, con qué compañía, con qué mentalidad, a qué ritmo… Es necesario darse cuenta de cuál es la manera en la que nos alimentamos, si es por llenar un agujero emocional, para satisfacer el hambre o por capricho. En cualquier caso, hagas lo que hagas, comas lo que comas, lo importante es hacerlo con el profundo deseo de disfrutarlo.
Somos vibración y la transmitimos a todo lo que hacemos
Para Suzanne, los seres humanos somos vibración. Cuando comemos algo con remordimientos de conciencia, con prisa, con estrés, esos alimentos sientan mal. Si, por el contrario, cocinas para otros, es bueno hacerlo conscientemente, ya que esa vibración la transmitimos a los alimentos. Por ejemplo, si estamos cocinando para nuestra pareja y estamos enfadados porque se está retrasando, cuando esa persona coma esos alimentos pueden no sentarle bien por el mal humor con el que han sido cocinados. Tenemos que ser conscientes del acto de comer, cómo comes, cómo masticas, si comer es simplemente un acto reflejo o si, por el contrario, lo disfrutas.
En esta sociedad estamos acostumbrados a sentarnos a la mesa con amigos y familiares, tomarmos aperitivos antes de comenzar a comer, comer mucho pan, beber, hablar y, cuando llega el primer plato, realmente ya no tenemos hambre, no tenemos consciencia. Lo primero que deberíamos hacer cuando nos sentamos a la mesa es ser conscientes de ello, y agradecer mentalmente la posibilidad de tener alimentos para poder sobrevivir. Si nos atrevemos a mirar un poco más lejos de nuestra mesa, nuestra comunidad e, incluso, nuestro país, podemos ver que hay otras personas que no tienen esa posibilidad, por lo que hay que ser conscientes de que somos afortunados por poder comer varias veces al día y todos los días del año. Somos ricos, nuestra despensa y nuestra nevera están llenas de alimentos. Ser conscientes de la alimentación es saber cuánto es suficiente, antes de mirar incluso las reglas básicas de alimentación.
Aquellas personas que deseen perder peso, lo primero que deben hacer es amarse y respetarse, pero no hay que sufrir. Ponerse a dieta y contar los días que quedan para terminarla no es ser consciente, es sufrir. Cuando hay exceso de peso es porque hay un desequilibrio en el cuerpo. Cuando hay sufrimiento en nuestro proceso de alimentación se liberan químicos en nuestro organismo que actúan como veneno y las células responderán en esa frecuencia. Da lo mismo el tipo de alimentación que hayas elegido llevar en tu vida, seas vegetariano, vegano, macrobiótico o carnívoro, lo importante es que te des cuenta del papel que desempeñan las creencias arraigadas en tu mente. Lo malo es caer en la obsesión.
El ser humano busca el equilibrio para ser feliz. Para Suzanne, el equilibrio debe darse en todos los niveles: en el físico, en el mental, en el emocional y en el espiritual. Esta última es para ella la ciencia más elevada. No se puede buscar la paz interior si no se tiene equilibrio en el cuerpo cuerpo físico. Si sufrimos desequilibrios en el aparato digestivo, sufriremos síntomas que restarán calma a nuestro sistema nervioso.
Si buscamos paz para meditar, es necesario gozar de confort digestivo. Nos pone el ejemplo de lo difícil que es meditar si estamos llenos de gases. El gas es fermentación. Los alimentos fermentan porque no hacemos las combinaciones adecuadas a la hora de seleccionarlos. Tenemos que aprender a comer para tener confort digestivo y confort en el sistema nervioso, estar en paz y poder utilizarla para meditar. Durante casi 30 años ha estado estudiando este equilibrio, buscándolo en su propio cuerpo y transmitiéndoselo a otras personas. No es necesario buscar remedios mágicos, sólo ver qué está fallando para poder encontrar soluciones al problema.
Algunos pequeños trucos para ganar en confort digestivo
- Si ante nosotros encontramos variedad de alimentos dulces y salados, es mejor no mezclarlos para evitar la formación de gases.
- Si vamos a comer dos platos, lo ideal es tener frente a nosotros los dos platos que vamos a disfrutar para ser conscientes de la cantidad de alimento que vamos a ingerir.
- Es beneficioso mezclar alimentos crudos con alimentos cocinados, porque cuando cocinamos los alimentos matamos las enzimas que favorece la digestión. Al no tenerlas, el cuerpo solicita reacción del sistema inmunológico y satura de trabajo a este, produciéndose leucocitosis. Si hemos elegido una buena ensalada como primer plato y un plato de carbohidratos de segundo, al combinar un bocado de cada plato conseguiremos engañar al cuerpo y evitaremos la leucocitosis.
- Si vamos a tomar una ensalada y después un plato de arroz o pasta, la ensalada no debemos aliñarla con vinagre ni limón, porque cortaríamos la producción de ptialina, que es la enzima que se produce en la saliva y es la responsable de la digestión de los carbohidratos. Al no incluir ácido en el aliño, evitamos el efecto gas en nuestros intestinos.
- Cuando nos sentamos a la mesa con mucha hambre y ponemos ensalada de primer plato, la comemos rápido para llegar al plato fuerte, engullendo, o lo acompañamos con pan. Eso hará que se produzcan los temidos gases. Si tienes hambre y prescindes de la ensalada y pasas directamente al plato fuerte, cuando hayas terminado te sentirás pesado, beberás mucho líquido para bajarlo todo y el cuerpo te pedirá dormir para hacer esa digestión tan pesada.
Suzanne nos anima a hacer pequeños cambios en nuestra alimentación para tener buena salud, buenas digestiones y confort digestivo. Ese ahorro de energético que le proporcionamos a nuestro sistema digestivo nos dejará energía para desintoxicar nuestro cuerpo, para tener más vitalidad, para poder subir nuestras defensas, tener mayor lucidez mental, alegría y, en general, mejor salud.
Te invito a ver este vídeo de una conferencia que dio para presentar su libro Menús conscientes.
Y RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, y en ello puede ayudarte el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente, activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral y cuidar de nuestro ‘yo’ interior.
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Hola quiero saber cómo ayudar a un niño autista