Debido a diversas circunstancias, en muchas ocasiones nos vemos obligados a comer deprisa, en lugares ruidosos, con multitud de distracciones. Y aprendemos a comer así, hasta el punto que cuando podemos relajarnos en casa para comer, encendemos la televisión o comemos deprisa igualmente, al haber adquirido este hábito.
Poner conciencia en cómo estás comiendo supone un verdadero acto de amor hacia ti y hacia tus seres queridos. Puedes aprovechar el momento de la comida para ejercitar tu toma de conciencia, para compartir con los demás algo más que alimentos. Esta perspectiva te llevará a tomar una actitud de respeto y agradecimiento ante los alimentos que consumes.

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No hemos aprendido a escucharnos correctamente y a atender nuestras necesidades para saber lo que realmente nos beneficia. Comer con consciencia nos permite prestar atención a lo que necesitamos y respetar a nuestro organismo, para que en vez de perjudicarnos, estemos colaborando para desarrollarnos de una forma más saludable. Nuestra calidad de vida depende de ello. A continuación aportaremos unos consejos sobre lo que significa comer de una manera consciente.
Comer con consciencia para mejorar tu manera de alimentarte
Si tienes intención de mejorar tu alimentación y la forma en la que comes, debes de saber que requiere un cambio de actitud por tu parte. Supone compromiso y esfuerzo para adquirir hábitos beneficiosos y evitar los que te estaban perjudicando. Para esto, sin duda, has de tomar la decisión de hacer lo necesario para cuidarte y aprender a quererte; ya que como hemos dicho anteriormente este acto de comer con consciencia puede suponer un verdadero acto de amor.

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Estos son algunos de los pilares básicos para que comas conscientemente, siendo consecuente con lo que atañe a tu salud y bienestar:
- Come sin prisas: come tranquilamente, dedícale a comer el tiempo que sea necesario, piensa que es un tiempo que te dedicas a ti. Para adquirir el hábito de comer más despacio prueba a apoyar el tenedor o la cuchara, y no llenarla de nuevo, entre un bocado y el siguiente.
- Come en un lugar tranquilo sin distracciones: Adquiere la costumbre de que cuando comas debes atender a lo que estás comiendo, para ello aléjate de las distracciones y procura estar lo más tranquilo posible.
- Sé agradecido con los alimentos que estás introduciendo en tu cuerpo: agradece y sé respetuoso con cada uno de los alimentos que te están aportando los nutrientes y vitaminas que necesitas. Piensa que sin ellos tu salud se vería gravemente afectada y que gracias a ellos te encuentras en condiciones de aprender y desarrollarte con vitalidad.
- Come hasta quedarte satisfecho, sin llenarte: esto es algo que aplican muy bien los japoneses en su cultura. Tiene su fundamento en las enseñanzas de Confucio del Hara Hachi Bu, que viene a decir algo así como «no comas hasta llenarte, solo hasta quedar satisfecho». Esta actitud ayuda a cuidar de tu digestión y al aplicarla en tu día a día observarás como te encuentras mejor.
- Reduce las porciones de comida: Aprende a comer tan solo lo que necesites. No comas por comer, ya que así solo conseguirás que te siente mal al estómago, y que tus digestiones sean más pesadas y lentas.
- Prepara el lugar donde vayas a comer para que sea confortable: es importante que transformes el acto de comer en todo un ritual, para ello debes cuidar todo lo que rodea a este acto que te proporciona vida. Prepara un lugar en el que te sientas cómodo, puedas tener una postura que no te resulte incómoda y puedas relajar tanto tus tensiones musculares como tu mente.
- Bebe agua en pequeñas cantidades: beber mucha cantidad de agua mientras comes dificulta la digestión. No bebas más agua de la que te pide tu organismo.
- Infórmate sobre los alimentos que estás consumiendo: este también es un aspecto importante para comer con consciencia, conocer mejor cada alimentos para que sepas lo que supone en tu dieta, en qué te beneficia y qué te aporta. Su procedencia, el cómo ha sido tratado, cómo lo han elaborado, etc. Te aportará información para que elijas con más consciencia lo que consumes.
- Disfruta de lo que comes: cada alimento tiene un sabor, un olor, una textura y un color. Todos los alimentos poseen unas características que les hacen diferenciarse de los demás; considera cada uno de estos aspectos y aprende a disfrutarlos.
Reflexiona sobre tu modo de comer
Esto es algo que deberíamos hacer más a menudo sobre cualquier cosa que está implicada en nuestras vidas. Reflexionar nos ayuda a entender y a tomar decisiones, saber por qué necesitamos algo y para qué. De esta manera, en base a nuestra comprensión, podremos utilizar esa información en nuestro beneficio. Así es como podemos enriquecer cada una de nuestras experiencias.

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Te invito a que reflexiones en cómo estás comiendo actualmente, qué te gustaría mejorar y qué te gustaría evitar. Qué alimentos te sientan mejor y cuáles te sientan peor. ¿Para qué comes? Atiende a tus respuestas y dales un sentido para adquirir compromisos que te lleven hacia donde tú quieres y hacia lo que deseas para ti. Este es un modo más para aprender a valorarte y quererte.
Cuando aprendes a comer con consciencia, aprendes a su vez a distinguir entre el hambre físico y el hambre emocional. Ya no comes con la intención simbólica de saciar tu vacío emocional, sino para aportarte salud y vitalidad. Si tu prioridad en estos momentos es sentirte bien y mejor contigo mismo, el paso fundamental que debes dar es comprometerte a ser más consciente, ya no solo con lo que comes, sino con todo lo que está relacionado con el cuidado de tu salud.
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.
Que buen tema, muy agradecida.