La alimentación es la base principal para tener una buena salud y bienestar. Sin embargo, en los últimos tiempos este aspecto tan importante se ha ido corrompiendo.
Los ritmos de vida están cambiando y las prisas, el estrés y la falta de tiempo están consiguiendo que la población, cada vez, se alimente peor. El movimiento realfooding, impulsado por Carlos Ríos, ha surgido como una barrera reaccionaria a esto y trata de enaltecer los valores de la comida casera y sana de toda la vida.
¿Habías oído hablar antes de esta corriente? En este post te explicamos todo lo que tienes que saber para entenderlo.
La comida real, el fundamento de los realfooders
Aunque seguro que sí has oído hablar de la alimentación saludable, quizás el realfooding se escapa algo más a tu conocimiento. Si bien la alimentación saludable tiene unas bases muy importantes para la salud, este movimiento va mucho más allá.
El origen de los alimentos reales
El origen de los alimentos es la primera clave que debes tener en cuenta si quieres entender esta corriente. Si bien es cierto que en cualquier supermercado puedes encontrar alimentos saludables como frutas, verduras, legumbres y un largo etcétera, esto no implica que sean alimentos reales.
Esta concepción se basa en que dichos alimentos provengan de la naturaleza y no hayan sido procesados. O bien, que su procesamiento haya sido mínimo.
Así pues, todas las verduras, frutas, pescados, mariscos y carnes han de tener un mínimo procesamiento para que se entienda como comida real. La máxima es que conserven sus características y su calidad nutricional.
Evitar los ultraprocesados
Si quieres ser un real fooder tendrás que evitar todas las comidas que incluyan alimentos ultraprocesados. Es decir, si tienes algo natural, como la leche, pero a esta le añades conservantes, grasas, potenciadores de sabor y emulgentes, poco quedará de natural en esa leche que estás consumiendo.
Evitar todo esto es muy beneficioso para tu salud debido a que no son pocos los perjuicios que pueden suponer para ti.
• Contienen azúcares añadidos, grasas refinadas y exceso de sal. Algo que, a todas luces, puede perjudicar notablemente tu salud.
• Son hiperpalatables; es decir, inhiben tu sensación de saciedad. Por tanto, te harán comer más de lo que necesitas perjudicando tu sistema digestivo.
• Tienen muchas más calorías que los productos «reales».
Así pues, evitar la bollería, pan blanco, galletas, hamburguesas, patatas fritas, pizza y helados gratificará a tu bienestar en gran medida.
El etiquetado: una pieza importante
La última clave para entender cómo ser un realfooder es prestar mucha atención al etiquetado. Todos los productos han de tener una etiqueta con ciertas especificaciones como los ingredientes. Pero claro ¿cómo puedes detectar los alimentos muy procesados?
Para ello, tendrás que fijarte en el porcentaje del producto que estás comprando que aparece en dicha etiqueta. Y, después, en todo lo demás que se le ha añadido. Si un zumo tiene un 6 % de zumo natural, no es una bebida real.
Así pues, sabrás si lo que estás comprando es mayoritariamente el alimento que has elegido. Ahora que sabes más sobre este movimiento, ponlo en práctica para mejorar tu bienestar.
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.