¿Quién no se ha sentido melancólico en un día gris? De la misma manera, cuando amanece un día radiante, lleno de sol, parece que todo el mundo se llena de energía. Nuestro estado de ánimo se relaciona de manera directa con la cantidad de luz que recibamos del sol, aunque no sepamos que es así.

El sol y las relaciones sociales

Todos sabemos que en las culturas en las que el sol está más presente las personas son más abiertas y más dadas a relacionarse entre ellas. Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Elmhurst comprobó que existe relación entre la luz del sol y las relaciones entre las personas. Cuanto más brilla el Sol, más fácilmente se relacionan las personas entre ellas. Curiosamente, la temperatura no tenía tanto que ver como la cantidad de luz solar que se recibía.

 

Fuente: Pixabay/alfcermed

 

Otros estudios, llevados a cabo en la Universidad de Humboldt, también confirmaron estos resultados. En este caso el experimento era de lo más sencillo. El investigador se posicionaba en un sitio normal de paso, tanto los días de sol como los días nublados. Lo que hacía era simplemente sonreír a las personas que pasaban por allí. Después de un tiempo, se dieron cuenta de que la gente estaba más dispuesta a devolver la sonrisa los días de sol que los días nublados.

Podemos decir entonces que la luz del sol facilita enormemente la relación entre las personas.


Las horas de luz nos afectan a todos

Nuestro cuerpo está íntimamente relacionado con la naturaleza. El sol nos hace sentir placer al notarlo en nuestra piel, de la misma manera que el frío nos hace erizar el vello.

La luz del sol nos activa y nos proporciona la posibilidad de sintetizar serotonina, una de las hormonas que tienen que ver con nuestra felicidad. Es por este motivo que, muchas personas, se sienten menos animadas en los meses de otoño e invierno en los que hay menos horas de luz. Esto es debido a que al reducirse las horas de luz nuestros ritmos circadianos registran algunos cambios.

De la misma manera que los seres humanos, los animales también se ven influenciados por la luz del sol. De hecho en algunas especies, el invierno hace que se reduzcan las funciones metabólicas y que hibernen durante esta estación.

En los seres humanos existe un trastorno, que sufren algunas personas cuando las horas de luz disminuyen, que se denomina trastorno afectivo estacional (TAE). Este trastorno suele ser más habitual en mujeres. Los síntomas suelen ser mayor apetito, mucho sueño y menor energía y capacidad para concentrarse. Así mismo, estas personas pierden interés en sus actividades cotidianas, suelen aislarse y experimentan tristeza e irritabilidad. De hecho, en algunos países, como por ejemplo Dinamarca, los casos de suicidios se incrementan en los meses de menos luz.

 

Fuente: Pixabay/TheVirtualDenise

La vitamina D

La vitamina D la sintetiza nuestro cuerpo cuando tomamos el sol. Esta vitamina, que en realidad es una hormona, es la responsable de la salud de nuestros huesos. Así mismo, está relacionada con  la salud nuestro sistema inmunológico y con la salud mental. La vitamina D, también regula más de mil tipos de genes, aproximadamente un 5% del genoma humano.

Sin embargo, con toda la importancia que tiene, son muchas las personas que sufren déficit sin saberlo. El Dr. Michael Holick, uno de los mayores expertos en vitamina D, estima que el 50% de la población, en general, está en riesgo de deficiencia e insuficiencia de vitamina D.  La deficiencia de vitamina D se asocia con el trastorno afectivo estacional y también con la depresión crónica.

La mejor manera de obtener esta vitamina es tomando el sol. No obstante, para personas que viven en lugares que no hay tanto sol existen suplementos que pueden hacer maravillas.

Serotonina y melatonina

Además de ayudarnos a sintetizar la vitamina D, la luz del sol también ayuda a regular las hormonas melatonina y serotonina. La primera está implicada en la regulación del sueño y segunda tiene que ver mucho con nuestro estado de ánimo. Cuando sufrimos exceso o déficit de alguna de ellas podemos experimentar depresión, fatiga o falta de energía.

La serotonina tiene mucho que ver con el estado de ánimo, el sueño y la sexualidad, entre otras funciones. Si tenemos niveles equilibrados de esta hormona todo ello funcionará adecuadamente. Con la ayuda del aminoácido triptófano los niveles de serotonina aumentan o disminuyen. Se la suele llamar la hormona de la felicidad porque ayuda a que el estado de ánimo se mantenga estable. Así mismo, también evita la ansiedad, la depresión y nos ayuda a tener un buen descanso. Como ya hemos dicho, en las épocas de menos luz solar los niveles de serotonina tienden a bajar. Por este motivo, las personas sensibles notarán su estado de ánimo mas bajo.

 

Fuente: Pixabay/sasint

 

La melatonina es una hormona que nuestro cuerpo segrega cuando hay poca luz. Esto hace que nuestro cuerpo se disponga a la relajación y al sueño. Además de tomar el sol para que nuestro cuerpo sea capaz de regular estas hormonas es importante consumir alimentos ricos en triptófano. El aminoácido triptófano se convierte en serotonina y, por la noche, la glándula pineal convierte la serotonina en melatonina. Los alimentos que más triptófano contienen están los de origen vegetal: las legumbres, sobre todo los garbanzos, cereales integrales, pipas de girasol y calabaza, espinacas y espárragos; y los de origen animal: el pescado, la leche, los huevos y la carne.

Existen ciertos factores que están relacionados con el descenso de la serotonina. Estos son:

  • Exceso de calor
  • Estrés
  • Dieta poco saludable, con demasiado azúcar y productos refinados
  • Edad. Cuanto mayores nos hacemos menos facilidad tenemos para sintetizar serotonina
  • No desayunar bien y nada más levantarnos
  • Pocas horas de sueño o mala calidad del mismo

Ya hemos visto que tomar el sol es básico para una buena salud mental y física. Intenta convertir el hecho de tomar un rato el sol en un hábito. Aprovecha las horas centrales del día en las épocas frías y el amanecer y el atardecer cuando hace calor.

RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está en cuidarnos tanto a nivel físico como mental, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.

Pero, además, para cuidar nuestra mente existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí  que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye sesiones de mindfulness y ejercicios de psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.

 


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