Nuestro cuerpo está diseñado para el movimiento y por eso no podemos condenarlo a una vida sedentaria. Todo el mundo conoce los beneficios de mantenerse activo físicamente. Existen numerosas maneras de hacer ejercicio para alejarnos de la vida sendentaria. Una de ellas es el deporte al aire libre que, además de ponernos en contacto con la naturaleza, nos proporciona altas dosis de oxígeno.

Deporte fácil y al alcance de todos

Hacer deporte al aire libre es muy fácil. Podemos correr, montar en bicicleta o simplemente caminar. Además de ser actividades fáciles, son gratuitas, por lo que están al alcance de cualquier persona. No obstante, otras actividades al aire libre como la equitación, el remo o las actividades de equipo son más específicas y necesitan equipación y el sitio adecuado donde practicarlas. En ambos casos, el hecho de poder practicarlas al aire libre las hace muy recomendables.


Recientemente se ha estudiado en la Universidad de Essex, en Reino Unido, que durante los primeros cinco minutos de cualquier ejercicio al aire libre, es cuando se observa el mayor incremento en la mejoría del estado de ánimo. Esto es debido a que, además de los beneficios conocidos que nos aporta el ejercicio, habría que añadir el hecho de estar rodeados de naturaleza, sol y aire limpio. Cuando todo esto se junta, la sensación que tenemos nada tiene que ver con el ejercicio que podemos hacer dentro de un gimnasio.

 

Fuente: Pixabay/Pix1861

 

Es indiscutible que, si caminamos media hora o una hora en un parque o, simplemente por la calle, nuestro nivel de satisfacción sensorial será mayor que si lo hacemos en una cinta de gimnasio. No es lo mismo estar mirando una televisión mientras caminamos que disfrutar del paisaje o simplemente de la sonrisa de los desconocidos con los que te puedas cruzar en la calle o en el campo.
Así mismo, biomecánicamente, es más positivo correr o caminar en circuitos naturales. Esto es debido a que en entornos naturales se ejecutan más músculos y tendones debido a los cambios de ritmo, desnivel o dirección. Esto, además, es muy importante para la coordinación de la rodilla y tobillo y para el fortalecimiento de todas las cadenas musculares.

También se ha comprobado que cuando hacemos deporte al aire libre segregamos mayor nivel de endorfinas que cuando lo hacemos en un espacio cerrado. Si además lo hacemos en grupo, estas actividades nos ayudarán a socializar, con lo que el nivel de satisfacción será aún mayor.

El sol y sus múltiples beneficios

Cuando desarrollamos actividades al aire libre nos beneficiamos de las ventajas de tomar el sol. El sol, aunque tendamos a considerarlo como un enemigo, es un gran aliado para mantener una buena salud. Solo hace falta que le perdamos el miedo y que sepamos cómo y cuándo exponernos a él.

Cuando los rayos solares tocan nuestra piel durante cierto tiempo, nuestro cuerpo es capaz de fabricar vitamina D. Entre los adultos de numerosas poblaciones existe un gran déficit de esta vitamina. Si no contamos con la cantidad de vitamina D necesaria, corremos el riesgo de sufrir osteoporosis, fracturas y raquitismo en el caso de los niños. Además, los niveles adecuados de esta vitamina se ha comprobado que ayudan a prevenir enfermedades cardiovasculares y autoinmunes.

 

Fuente: Pixabay/ Hermann

 

Recientes estudios demuestran que cuando nos exponemos a los rayos ultravioletas se produce una reducción continuada de la presión arterial. Este dato es importante porque una pequeña reducción de la tensión arterial de la gran cantidad de personas que la tienen elevada nos llevaría a disminuir la mortalidad por enfermedades de origen cardiovascular. Resumiendo, podemos entender que el ejercicio al aire libre tiene un efecto muy beneficioso para la salud.

Distintos tipo de deporte al aire libre

Vamos a hacer un recorrido por los diferentes tipos de deporte que se pueden practicar al aire libre. Dependiendo de la modalidad, podremos hacerlo en la calle, en un parque, en un paseo marítimo, en la playa, en la montaña, etc.

  • Correr: este es uno de los deportes más comunes y sencillos que existen. No obstante, no todo el mundo puede practicarlo. No hay que pensar que se trata simplemente de salir y ponerse a correr hasta la extenuación. Es muy importante no elegir superficies de asfalto porque el impacto es más fuerte y nuestros tobillos y rodillas se resentirán. Lo mejor es hacerlo es superficies suaves como suelo con cesped o tierra. El calzado también es importante. Deberá ofrecernos buena amortiguación y sujeción. Lo ideal es comenzar corriendo durante poco tiempo e ir aumentando un par de minutos en cada sesión.
  • Caminar: cualquier persona puede caminar. Además está muy de moda. Se puede practicar a solas o en compañía, y se puede llevar a cabo en todas partes. Se puede caminar por la ciudad, por la playa, por la montaña y la intensidad y el tiempo lo marcará la edad y la condición física de la persona. Según los expertos, si queremos notar sus efectos beneficiosos, deberemos caminar más de 10.000 pasos al día.
  • Nadar: aquellas personas que vivan en lugares con playa, tendrán a su disposición el mejor gimnasio al aire libre. Si no es así, en las piscinas de verano podemos disfrutar de este deporte tan completo. La natación ejercita todo nuestro cuerpo y es una estupenda manera de aliviar el estrés.

 

Fuente: Pixabay/Digitalwunder

 

  • Bicicleta: la bicicleta se puede utilizar como medio de transporte. Si lo hacemos, nos ayudará a mantenernos en forma y no contaminar. Además, el ciclismo está considerado como un ejercicio de bajo impacto si lo comparamos con correr, por ejemplo. Para notar sus efectos beneficiosos es aconsejable utilizar la bicicleta por lo menos 160 minutos a la semana.
  • Subir escaleras: subir escaleras es considerado como un deporte más en países como Estados Unidos, Alemania o Reino Unido. Si olvidas utilizar el ascensor, lo puedes llevar a cabo cada día si vives en un piso alto. Si no, puedes utilizar escaleras en los parques o unas gradas. Sin embargo, si tienes algún problema de rodilla no sería la actividad más aconsejable para ti.

Como has podido comprobar, las actividades al aire libre son muchas y variadas. Se pueden practicar en cualquier sitio y en todas las estaciones del año. Solo hace falta dejar la pereza en el sofá y dar el primer paso.

RECUERDA. La base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí  que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.

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