Hoy en día nadie puede negar que el bienestar está de moda. Practicar deporte, comer saludable y prestar algo de atención a la salud se ha convertido casi en una necesidad. El inconveniente está en que muchos novatos comienzan a ejercitarse sin conocer demasiado bien el deporte. Por eso, queremos aportarte una serie de consejos para afrontar con éxito tu primer entrenamiento de running.
La preparación: el bienestar en el deporte
Correr es un ejercicio excelente a nivel cardiovascular. Su principal inconveniente reside en que puede ser especialmente lesivo en rodillas, tobillos y, en ocasiones, para la cadera. Por tanto, resulta necesario que adoptes ciertas precauciones:
Elige el terreno
Que no haya cuestas y que sea lo más liso posible. Es indiferente que sea de asfalto o de tierra, lo prioritario es que no sea demasiado irregular para que no sufras esguinces y para que el impacto sobre las rodillas sea leve.
Un buen calzado
No utilices zapatillas viejas que tengas por casa y que estén medio descosidas. Es preferible que inviertas un poco y que consigas unas más acolchadas para que el impacto sea mucho menor. Átatelas bien para que, de esta manera, el pie esté sujeto y firme.
Márcate un límite discreto
Pretender correr una hora el primer día es prácticamente un suicidio muscular. Busca ir progresivamente. Veinte minutos suaves el primer día pueden ser más que suficientes. El deporte siempre es una carrera de fondo, hay que ir subiendo la intensidad muy poco a poco.
Come dos horas antes
Ir con la comida en la boca del estómago es terrible para tu rendimiento. Si quieres dar lo máximo de ti y aprovechar correctamente la alimentación, dale tiempo a tu cuerpo para digerirla y aprovechar los nutrientes que te proporciona. Otro consejo al respecto es que pruebes a comer algo de avena o hidratos que te puedan reportar energía para la carrera.
Prepara los músculos
Finalmente, queda ya tan solo el último paso: preparar los músculos. Antes de correr mucha gente estira, pero esto suele ser contraproducente. Lo mejor es darle un poco de movilidad al cuerpo, avisarle de que te vas a poner a trabajar. Por ejemplo, hacer un par de sentadillas, movimientos rotatorios en rodillas, cadera y tobillos, un pequeño trote o actividades similares.
No empieces a correr enseguida
Dale unos pocos minutos de marcha para que todo el cuerpo vaya entrando en calor. De este modo, tus músculos estarán preparados para el momento en el que realmente empieces a utilizarlos.
Estirar
No hay nada tan necesario como darle el debido descanso a tus músculos. Mira qué estiramientos necesitas y realízalos todos. Da igual el tiempo que te lleven. Así, estarás en perfectas condiciones para tu siguiente carrera.
Como ves, el bienestar exige siempre un pequeño esfuerzo y una gran preparación. Estos son los principales puntos con los que te garantizas correr en condiciones y no lesionarte enseguida. Al fin y al cabo, el cuerpo está para cuidarlo, y de esta forma lo mantendrás en un óptimo estado.
PORQUE RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud a veces se encuentra en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Además, también debemos cuidarnos por dentro, y para ello existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.