Todos entendemos lo que es el concepto de «presente», de la misma forma que comprendemos lo que es «pasado» y lo que es «futuro», pero no todos somos capaces de vivir mentalmente en el presente.

¿Qué es el momento presente?

Muchas personas piensan que están en el momento presente porque no existe la opción de estar en otro momento de la línea temporal y sí, es cierto que tu cuerpo vive aquí, pero tu mente no tiene por qué hacerlo.

Se dan muchísimos casos a lo largo del día en los que parece que estamos en el presente pero no es así. En muchas ocasiones tenemos el pensamiento en el pasado, repasando una y otra vez situaciones que se han dado y que no terminamos de comprender, por ejemplo. Repasando lo que alguien nos ha dicho y preguntándonos por qué lo habrá dicho, si nos habrá comprendido bien o si le habremos comprendido mal nosotros. O repasando nuestras respuestas.

Fuente: Pixabay/dolvita108

¿Cuántas veces has tenido un momento de tensión con alguien y has vuelto a ese momento durante los días o incluso meses siguientes, para analizar exactamente lo que dijiste y pensar diferentes cosas que podrías haber contestado o mencionado? Esto es algo que a cualquiera de nosotros nos ha sucedido alguna vez y que, lamentablemente, hace que nuestra mente se escape del ahora, se escape de lo importante.


Quizás hasta este momento no hayas podido captar la trascendencia de vivir con la mente realmente en el presente. ¿Qué tiene de malo pensar en otras cosas mientras realizas las acciones rutinarias de todos los días? Pongamos un ejemplo donde se ve de manera clara la repercusión que puede tener esto.

Imagina que sales del trabajo y te subes a tu coche para volver a casa. Tienes unos 30 minutos de trayecto y aprovechas para evaluar cómo ha sido tu día en la oficina y el trabajo, qué te ha quedado pendiente para el próximo día. También piensas en el día siguiente y en cómo estructurar las tareas que tienes pendientes, cuál es la mejor hora para hacer las llamadas que necesitas hacer, el momento en el que vas a parar a comer y qué es lo que comerás… De repente aparcas en la puerta de tu casa.

Piensa en el camino… ¿Recuerdas alguno de los sitios por los que has pasado? Seguro que no, porque has estado conduciendo en automático hasta tu casa, con el peligro que eso conlleva. En vez de tener los sentidos puestos en la carretera los has tenido divididos, inicialmente en la parte del día que ya ha sucedido y posteriormente en el día siguiente.

Fuente: Pixabay/Klimkin

Este es un ejemplo, quizás algo extremo, en el que la falta de atención al momento presente no sólo afecta a tu yo mental y emocional, sino que puede afectar muy gravemente a tu yo físico, pero como ejemplo didáctico tiene mucho valor. Con esto podemos hacer una analogía de la vida, puesto que nos pasamos una gran parte de ella conduciendo en automático, sin estar mentalmente presentes en el ahora.

El presente es un momento que hay que disfrutar. Hay que aceptarlo tal cual viene y degustarlo así, encontrar la felicidad en él.

¿Qué podemos hacer para mantenernos en el ahora?

Uno de los mejores métodos para enfocar la atención en el ahora es la meditación. Nos aporta la habilidad de estar presentes aquí y ahora consiguiendo que nuestras vivencias se amplifiquen. Aumenta el valor de lo que experimentamos y el sentido de lo que consideramos importante.

La meditación consiste en suprimir la actividad de la mente. Esto no significa realmente dejar la mente en blanco, que es lo que muchas personas entienden por meditar, sino que implica acallar el ruido exterior y evitar reaccionar de manera consciente. La meditación no consiste en dejar de pensar, sino en dejar fluir.

La forma que tenemos para dejar fluir es controlar nuestros pensamientos. Es algo que inicialmente parece muy complejo, puesto que habitualmente creemos que los pensamientos son algo que no podemos controlar, que están ahí y que no podemos hacer nada para modificarlos.

Si yo ahora mismo te digo que no pienses en un oso blanco, podría asegurarte con un porcentaje muy cercano al 100% de certeza que es justo en eso en lo que estás pensando, en un oso blanco.

Fuente: Pixabay/Jill111

Pero los pensamientos son algo que afortunadamente podemos controlar y modificar. Para comenzar podemos iniciarnos con una meditación de Ramiro Calle que nos invita a contemplar los espacios en blanco. A la hora de hablar hacemos pausas entre las palabras y entre las frases, a la hora de escribir o de leer también podemos ver espacios entre las palabras, pues bien, con los pensamientos sucede exactamente lo mismo.

Existen espacios en blanco en nuestra mente entre un pensamiento y otro. Este tipo de meditación consiste en buscar e identificar esos espacios en nuestras mentes. Requiere un poco de práctica llegar a hacerlo pero es algo que puedes conseguir en poco tiempo.

Una vez que hemos aprendido a identificar esos espacios entre pensamientos debemos concentrarnos en ellos e intentar que se hagan un poquito más grandes cada vez. Poco a poco iremos ampliando esos «vacíos» en nuestra mente y acallando el ruido de alrededor, algo que nos permitirá estar en calma y disfrutar del momento presente.

Cuando utilizamos la meditación para mantenernos presentes nos acercamos espontáneamente a nuestras emociones, dejando que salgan a flote. De esta forma aprendemos a no sentir temor hacia ellas, a no sentir rechazo. Aprendemos a asumirlas como parte de nosotros, a identificarlas, y éste es el primer paso para comenzar a gestionarlas.

Vivimos en una época en la que paseamos entre el pasado y el futuro. Vivimos dividiendo nuestra atención entre lo que pudo ser y no fue y lo que podrá ser, pero nos olvidamos de vivir en el ahora, que es el único momento en el que en realidad se vive. Gracias a la meditación podrás entrenar tu mente para ser consciente del momento presente, para centrar la atención y guiarte hacia una vida más plena, sana y feliz.​

En conclusión, cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, tal y como propone el método Crear Salud. Debemos ser conscientes de que para llevar una vida saludable también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.


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