La meditación es una disciplina que posee variantes, tanto en el plano espiritual como en el puramente material, pues se puede utilizar para el desarrollo personal, pero también para ser más eficientes en el trabajo.
En este artículo, vamos a ofrecer claves para que fluya el pensamiento creativo, es decir, para ser más creativos, a través de la Psicología Positiva, empleando la técnica más efectiva, la meditación.
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Qué es la Psicología Positiva
Tenemos que recordar que el Psicoanálisis de Sigmund Freud se fundamenta en la llamada ‘filosofía de la sospecha’ y que, originariamente, se preocupaba, sobre todo, de los aspectos patológicos del comportamiento humano. Se trataba, según los primeros psicoanalistas, de desvelar y entender aquellos aspectos ocultos de nuestra mente que nos condicionan en nuestra vida diaria.
Lo cierto es que los primeros psicólogos humanistas, ya en los años 40, empezaron a enfatizar la importancia del bienestar de los seres humanos, su necesidad de autorrealización personal y de experimentar sentimientos positivos, tales como el altruismo, el amor, la gratitud… En definitiva, se busca un enfoque de base científica, pero basado en los aspectos positivos del ser humano. Esta disciplina empezó a tener más importancia a partir de los 90.
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Qué es la meditación
La meditación, cuyo significado literal es ‘cultivo de la mente’, es una disciplina de origen oriental. Su origen se ubica en el Rigveda -texto más antiguo de la India- en el 1500 a.C., pero que se populariza en el siglo VI a.C., extendiéndose al resto de Asia. Consiste en realizar varios ejercicios de relajación para conectar con nuestro ‘yo interior’ durante un periodo determinado de tiempo, que puede variar entre unos pocos minutos y varias horas, según el caso.
Uno de los efectos conmensurables de la meditación es que baja la velocidad de las ondas cerebrales por segundo, de las llamadas ondas beta a las alfa, delta o theta, más propias de estados de relajación profunda o sueño. Esta circunstancia tiene varias aplicaciones positivas y ayuda a estimular nuestra creatividad.
Otros efectos, científicamente comprobados, son el refuerzo del sistema inmunológico de la persona que realiza los ejercicios, así como las cualidades terapéuticas en casos de depresión o estrés, siempre y cuando se practiquen de forma constante.
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El concepto de atención plena
Lo cierto es que la Psicología y la atención plena datan de los años 70. Fue en diversas universidades de los Estados Unidos, dentro de los departamentos de Psicología, donde se empezaron a valorar las ventajas prácticas de los ejercicios de meditación que llevaban a cabo los practicantes de determinadas religiones orientales (budismo, taoísmo, confucianismo…).
Básicamente, el mindfulness, está basado en técnicas de meditación budista (concretamente, de meditación Vipassana). Busca que centremos la atención en un punto para evitar desvíos que generan estrés y preocupaciones. Esta técnica ayuda a la integración de ambos hemisferios cerebrales y, por tanto, está especialmente indicada para vencer bloqueos.
Es importante señalar, no obstante, que todas las meditaciones no son necesariamente mindfulness, por lo que aquí hablaremos de la meditación en su acepción más amplia e integradora.
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Potenciar la creatividad
Es obvio que reducir el estrés a través de medios naturales nos ayuda a centrar nuestra mente y a potenciar el pensamiento creativo. El trabajo de integración de hemisferios que realiza la meditación nos ayudará a sentirnos más vivaces y en conexión con el entorno exterior.
Además, una tendencia que tiene nuestra mente, si no la entrenamos, es la de dispersarse de un objetivo que tenemos marcado para ir a cuestiones menos importantes. La atención plena tiene como objetivo, precisamente, evitar estas situaciones.
Otra cuestión a tener en cuenta es que la meditación constante y sostenida en el tiempo contribuye a estimular las conexiones neuronales e, incluso, se ha demostrado que la morfología cerebral experimenta variaciones significativas a partir de los dos meses.
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Tipos de meditación para conseguir lo que te propongas, incluso alcanzar un estado de creatividad óptimo
Vamos a proponer diferentes tipos de meditación para potenciar distintas cualidades en función de lo que buscamos potenciar en nuestra vida.
Uno de los ejercicios de mindfulness más comunes y utilizados en las empresas para aumentar la productividad de sus trabajadores, consiste en fijar la atención hacia un punto concreto, objeto o estímulo externo durante un minuto. En el momento en que notemos que nos dispersamos, hay que volver a ese punto y así sucesivamente hasta que termine el tiempo. Existe cierta tendencia a dipersarse que, haciendo este ejercicio, se va a mitigar.
Tratándose de meditación, no podemos dejar de mencionar el llamado método Silva de control mental, desarrollado a finales de la década de los 60 en Estados Unidos. Consiste en llegar a estados de relajación de ondas cerebrales alfa que nos permitan programar nuestra mente para alcanzar aquello que nos propongamos. Hoy en día, la física cuántica ya ha demostrado que nuestros pensamientos influyen en la realidad que generamos.
Un tipo de meditación muy especial consiste en poner algún tipo de estímulo musical mientras estamos realizando la relajación. Si elegimos bien la melodía, además de relajarnos, conseguiremos un estado de claridad mental muy útil para lograr aquello que nos propongamos.
La llamada Meditación Trascendental consiste en la repetición de mantras como estímulo para la relajación. Ampliamente utilizada en la cultura hindú, tendría gran poder para estimular determinadas zonas del cerebro.
La meditación zen tiene como base potenciar la respiración abdominal para ir relajando el cuerpo paulatinamente. Es un tipo de ejercicio recomendado en casos de nerviosismo acumulado y con resultados contrastados, pues es una técnica que ya utilizan muchos psicoterapeutas para reducir el nivel de estrés de sus pacientes.
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Conclusiones
La principal aportación de la meditación a la psicología positiva es fusionar lo mejor de determinadas técnicas de Oriente, puestas al servicio de la Humanidad para su desarrollo en todos los ámbitos.
Ahora bien, creemos que es conveniente hacer una puntualización para evitar expectativas irreales que acaben generando frustración en quien practique esta disciplina. Así como hay técnicas que realmente te van a ayudar a sentirte mejor contigo mismo y a desarrollar tu creatividad, te encontrarás otras que tienen un alcance más limitado y circunscrito a determinadas cuestiones, pero no por ello son negativas o menos efectivas, al menos a largo plazo.
En conclusión, la base para gestionar el estrés y trabajar aspectos como la creatividad está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Debemos ser conscientes de que no basta solo con aprender a relajarnos, sino que también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida creativa. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, mejorar la creatividad y, de paso, ser más feliz.
