El estrés se ha convertido en un peligroso enemigo para la salud y bienestar de millones de personas. La ansiedad y el nerviosismo afectan al estado de ánimo, la salud cardiovascular y la calidad de las relaciones interpersonales.
Además, en demasiadas ocasiones, estar estresado te conduce a comer alimentos poco saludables. Las grasas saturadas, los azúcares añadidos y los aditivos están presentes en la dieta de muchas personas que atraviesan procesos de gran tensión psicológica.
De hecho, comer compulsivamente y recurrir a la comida basura ejerce un efecto calmante y neutralizador de la ansiedad. Sin embargo, ese efecto es solo momentáneo.
Los alimentos ricos en calorías o azucarados solo te hacen creer que te sientes mejor. Sin embargo, a la larga te perjudican y pueden, incluso, aumentar tus posibilidades de desarrollar cáncer. Por el contrario, comer alimentos saludables, y tomar una decisión consciente, sí que puede ofrecerte un alivio real. Por eso, acaba ahora con el círculo vicioso del estrés y los malos hábitos de alimentación y empieza con una verdadera nutrición sanadora.
Verduras y frutas
Lo primero que piensas cuando sales de trabajar con altos niveles de preocupación es calmar tus ansias de relajación, por ejemplo, degustando una sabrosa hamburguesa con queso. Sin embargo, este comportamiento, provoca el efecto contrario al deseado. Obesidad, problemas cardiovasculares y déficits nutricionales son algunas de las consecuencias.
Empieza a dar más relevancia a las verduras en tu dieta y pronto verás cambios a mejor en tu estado ánimo. Come espinacas, que contienen folato y producen dopamina, un químico cerebral que produce placer y ayuda a mantener la calma.
Además, tus posibilidades de caer en una depresión se reducirán drásticamente. Tenderás a sentirte más tranquilo, feliz y con más energía. Comer bien va ligado, no solo a una mejor nutrición, sino también a una actitud optimista y un estado de ánimo más energético.
Frutas antioxidantes
El estrés crónico puede debilitar tu capacidad para combatir enfermedades. Al aumentar la ingesta de frutas y verduras ricas en antioxidantes, puedes estimular tu sistema inmunológico. Las calabazas de bellota y las zanahorias, por ejemplo, son grandes fuentes de antioxidante beta-caroteno. Las frutas cítricas proporcionan una gran cantidad de vitamina C, otro antioxidante que combate el estrés.
Nueces y pistachos
El estrés agota tus recursos de vitamina B y comer nueces ayuda a reponerlos. Esto mantiene a tus neurotransmisores en forma y te ayuda a manejar la respuesta de estrés. El potasio también es clave. Por eso, unos cuantos pistachos al día pueden disminuir tu presión arterial y reducir la tensión que el estrés ejerce sobre tu corazón.
Carne de pavo
El triptófano es un aminoácido que potencia la producción de serotonina. Esta sustancia química, a su vez, induce a una mayor sensación de felicidad y bienestar. De esta forma, comer pechuga de pavo, que lo contiene, puede tener un efecto calmante. Otros alimentos ricos en triptófano son las lentejas, muchos pescados y huevos.
Pimientos rojos
Los pimientos rojos contienen altos niveles de vitamina C. Consumirlos ayuda a mantener la presión arterial más baja y a recuperarte más rápido del aumento de cortisol en momentos de gran nerviosismo. Las dietas cargadas con alimentos ricos en vitamina C reducen el cortisol y ayudan a las personas a sobrellevar situaciones de estrés.
Salmón
Para mantener el ingenio y una mente despierta y lúcida, uno de los aliados a los que puedes recurrir es el omega-3. También ayuda a reducir la ansiedad. Con unas 2 porciones por semana de salmón o algún otro tipo de pescado graso, notarás los efectos en poco tiempo.
Avena
La harina de avena ayuda a que tu cerebro genere la serotonina. De esta forma, te sentirás más tranquilo.Este alimento te aporta carbohidratos, pero no del tipo refinado, como el pan blanco y la pasta, que se digieren más rápido y aumentan los niveles de azúcar en la sangre, alterando los estados de ánimo y el estrés. Los carbohidratos complejos, como la avena, se digieren más lentamente y no aumentan el azúcar en la sangre.
Otros alimentos ricos en carbohidratos y fibra
Según múltiples investigaciones, los carbohidratos potencian la producción de serotonina en el cerebro. Esta hormona te ayuda a conseguir una mayor sensación de calma. Mucha fibra también es útil para prevenir los atracones nocturnos. Algunos ejemplos de alimentos saludables incluyen patatas al horno, sopa o verduras salteadas con arroz.
Té
Los bebedores de té tienen más fácil disminuir sus niveles de estrés y de cortisol. Por el contrario, la cafeína acelera la respuesta al estrés en muchas personas, así que quédate con los descafeinados y los tés de hierbas.
Chocolate negro
Si tienes antojo de chocolate cuando estás al borde de un ataque de nervios, cómete una onza o dos. Según algunos estudios, una onza y media al día durante dos semanas contribuye a bajar tus niveles de cortisol y hormonas que provocan sensación de ansiedad.
Para que esto funcione, debes consumir chocolate con, al menos, un 70 % de cacao. Y recuerda: el chocolate negro es un alimento alto en calorías, así que cuida tus porciones.
Alimentos que debes evitar
Los alimentos grasos, como los platos de carne o queso y muchos productos horneados, espesan la sangre, lo que, a su vez, te hace sentir cansado. Además, las comidas altas en grasa pueden aumentar el riesgo de un ataque al corazón.
La cafeína permanece en tu organismo por más tiempo del que muchos creen. Reducir su consumo puede ayudarte con los problemas de sueño y de nerviosismo.
El azúcar tampoco es recomendable. Es un carbohidrato simple, por lo que entra y sale rápidamente del torrente sanguíneo, lo que produce un efecto de montaña rusa emocional. Por otro lado, los carbohidratos complejos, como la pasta, las habichuelas y las lentejas, las partes con almidón de los alimentos, calman sin deprimirte.
El secreto del éxito: buenos hábitos de nutrición
Para dejar atrás problemas de estrés, ansiedad y depresión, decide ya comenzar a alimentarte de manera saludable. Destierra de tu dieta algunos alimentos poco recomendables y céntrate en disfrutar del resto. Las mejoras llegarán en poco tiempo y con esos buenos hábitos conseguirás mejores niveles de salud y bienestar.
RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.