Es curioso que, en una sociedad en la que el tiempo libre es un bien escaso, lo aprovechemos tan mal. En general, el tiempo del que disponemos para nuestro ocio es menor que el que utilizamos para trabajar. Siendo así, deberíamos ser muy cuidadosos al elegir en qué usamos este tiempo libre. Sin embargo, son muchas las personas que, probablemente sin darse cuenta, consumen muchas de sus horas libres practicando un ocio totalmente improductivo.
Vivimos siempre corriendo
En nuestro mundo, se hace impensable la figura de una persona adulta en estado contemplativo. Cuando yo era una niña eso era muy fácil de ver en los pueblos. Los lugareños, en aquellos tiempos, gustaban de sentarse a la puerta de sus casas con el único fin de no hacer nada. Se sentaban a contemplar aquello que sucedía. A lo sumo, se charlaba un rato o las mujeres hacían labores.
Actualmente, si le dices a alguien que no tienes nada que hacer te mirará como si estuvieras loco. Nos hemos acostumbrado a ir corriendo a todas partes y a sentirnos agobiados incluso cuando disfrutamos de nuestro tiempo libre. De hecho, cada vez es más difícil diferenciar el tiempo de ocio del tiempo de trabajo, ya que muchas personas lo mezclan constantemente.
Concepto de ocio
Podemos definir el ocio como el tiempo libre que tenemos más allá de nuestras obligaciones y necesidades. El ocio se ha hecho posible gracias a la transformación de la civilización industrial y a la demanda de los obreros de un tiempo de descanso.
El ocio, en general, supone una liberación de las obligaciones que impone el trabajo y de la disponibilidad personal de tiempo. Hablamos de una situación de ocio cuando una persona realiza ciertas actividades en su tiempo libre que le sirven de diversión y de descanso. Pero… ¿esto es normalmente así?
Todo sin movernos del sofá
Es muy habitual que las personas utilicen su tiempo de ocio en practicar actividades improductivas que, además, incrementan la tasa de sedentarismo al que se ven sometidos durante sus horas laborales.
La tecnología nos ha acercado todo tanto que, por desgracia, casi no tenemos que levantarnos del sofá, para tener todo aquello que deseamos. Cada vez es más difícil que tengamos que salir de casa para disfrutar de un rato de ocio. Tenemos la televisión, la consola, el ordenador y el móvil que nos proporcionan todo lo que podamos imaginar.
Para relacionarnos con otras personas no hace falta que las tengamos a nuestro lado. Miramos una pantalla y sentimos que las tenemos cerca. Si queremos comprar algo, tampoco tendremos que ir a una tienda, lo podemos comprar también a través de otra pantalla.
Esta manera de vivir nos empuja de manera irremediable a tener problemas de salud provocados por la falta de movimiento y la inactividad.
De paseo al centro comercial
Hoy en día, son muchas las familias que disfrutan de su tiempo libre en los centros comerciales. No digo que vayan a comprar algo porque lo necesitan. Se trata de que su tiempo de ocio se lleva a cabo en el centro comercial.
Lo normal es ir a «dar una vuelta». Se visitan tiendas donde normalmente se compran cosas que no se necesitan. Se comparte el aire viciado y el ruido de los demás transeúntes. Y habitualmente, se termina la mañana o la tarde con una comida poco saludable en alguno de los muchos restaurantes de comida rápida que podamos encontrar.
Los jóvenes y el botellón
Entre la gente joven es muy habitual que el ocio consista en pasar la tarde en un parque bebiendo alcohol hasta no poder más. Son muchos los jóvenes que salen de casa sin otra expectativa que la de beber todo el alcohol que puedan, incluso sin tener la edad permitida para hacerlo.
Los parques y jardines se llenan de jóvenes que, después de un rato bebiendo, comienzan a mostrar comportamientos desagradables, absurdos y destructivos. ¿No hay otra manera de divertirse?
El alcohol daña el cuerpo y el cerebro a largo y a corto plazo. Además de esto, afecta a los órganos vitales y produce problemas de memoria, coordinación y atención. Los jóvenes que beben alcohol en exceso pueden lesionarse por accidentes que se derivan de la pérdida de control que suelen experimentar. Así mismo, esta práctica incrementa, en gran medida, los accidentes de tráfico, la violencia y las enfermedades de transmisión sexual y los embarazos no deseados.
Diversión y salud
Otra forma de divertirse es posible. Si te preocupa tu salud ha llegado el momento de que te plantees otra manera de disfrutar de tu tiempo libre.
Para sentirnos bien es necesario que además de nuestras horas de trabajo y descanso tengamos tiempo para el ocio. El ocio compartido nos ayuda a aumentar nuestras capacidades sociales como la implicación, la comunicación, la voluntad o la solidaridad. Si practicas un ocio saludable ganarás en calidad de vida ya que nos aporta beneficios a nivel mental, satisfacción personal y también mejora nuestro estado de ánimo.
Propuestas de ocio saludable
Existen infinidad de opciones de ocio saludable que puedes practicar. Te sugiero algunas opciones que puedes considerar:
– Para los niños: Los niños disfrutan mucho en contacto con la naturaleza. Existen muchas empresas que ofrecen actividades en las que los niños pueden interactuar con el entorno natural. También puedes optar por visitas culturales o juegos en parques con bicicletas o patines.
– Para jóvenes: En muchos ayuntamientos hay grupos de habilidades sociales o de comunicación asertiva. También puedes informarte acerca de rutas de senderismo, salidas a la naturaleza para reforestar, diferentes voluntariados o corales juveniles.
– Para adultos: Las rutas de senderismo, marchas nórdicas, clases de baile, talleres de cocina, talleres de meditación o talleres de música o teatro, por ejemplo.
– Para mayores: En muchos parques al aire libre hay equipamiento para hacer ejercicio muy recomendable. También hay diferentes talleres en los centros culturales como por ejemplo: risoterapia, costura, ajedrez o manualidades.
¡Abandona de una vez el ocio que te roba salud y apuesta por un tipo de ocio más saludable! Y es que recuerda, la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.