¡Qué pocas veces nos paramos a pensar lo importante que es estar sano! Son muchas las personas que se acuerdan de la salud cuando la pierden. Es muy poco común disfrutar cada día de lo maravilloso que es tener buena salud.. Viviendo con un poco más de consciencia seguro que no necesitaríamos estar enfermos para valorar la salud.
Somos poco conscientes
Los seres humanos, aunque creamos que somos muy inteligentes, no lo somos tanto. Somos capaces de pasar años disfrutando de una salud perfecta y, sin embargo, no sentirnos agradecidos por ello ni un solo día. Nuestra atención se encuentra dispersa en cosas exteriores a nosotros mismos que creemos tan importantes. Sin embargo, pocas veces echamos una ojeada a lo que está en nuestro interior.
Llevamos puesto un cuerpo que se comporta de manera más eficiente que el ordenador conocido más perfecto y no le damos prácticamente atención. En muchas ocasiones nos preocupamos más de nuestro coche que de nuestro cuerpo. ¿Te parece una exageración? Veamos: ¿Pondrías gasolina a tu coche siendo diesel? ¿A qué no? Siempre tendrás mucho cuidado de no hacerlo. Sin embargo, a diario, le damos a nuestro cuerpo un combustible que no solamente no es saludable, sino que es tóxico. La alimentación que muchas personas llevan a cabo es casi venenosa para su cuerpo y no lo saben.
Los síntomas sirven para llamar tu atención
Muy a menudo nuestro cuerpo nos envía señales de que algo anda mal y no le hacemos caso. La medicina alopática está orientada, en gran medida, a la supresión de síntomas. Por ese motivo, nos hemos acostumbrado a acallar los síntomas que nuestro cuerpo nos lanza en un intento de buscar el equilibrio.
También es muy habitual ver que muchas personas ponen más atención en conseguir cosas materiales que en cuidar su propio cuerpo. Por ejemplo, muchas personas alegan que los productos ecológicos son demasiado caros. Es cierto que son más caros que los productos llenos de pesticidas o modificados genéticamente. Aún así, también es cierto que contribuyen enormemente a que tengamos más salud. Habría que revisar en qué preferimos invertir nuestro dinero, en salud o en cosas materiales.
Nuestro cuerpo, un gran tesoro
Pocas veces nos paramos a pensar todo lo que nuestro cuerpo es capaz de hacer por nosotros. Vamos «montados» en un cuerpo que es una maravilla. Lleva a cabo todas las funciones de manera correcta sin que nosotros tengamos que hacer nada más que disfrutar de la vida. ¿Estás de acuerdo conmigo? ¿Cuándo te has tenido que preocupar lo más mínimo por saber como hacer la digestión de ese delicioso pastel que te has comido? ¡Nunca! Tu misión es solo disfrutar y el cuerpo se encarga de todo lo demás.
Además de todas las funciones que aseguren la supervivencia, nuestro cuerpo lleva a cabo, de manera silenciosa, una continua búsqueda de equilibrio. Para ello se ocupa de eliminar aquello que no necesitamos y de impedir la entrada de cuerpos extraños que pongan en peligro nuestra salud, entre otras cosas. Es tan extraordinario que, incluso, cuando pasamos años perjudicándolo con hábitos nocivos, como por ejemplo el alcohol o el tabaco, es capaz de conseguir una buena desintoxicación, evitando que estos tóxicos acaben con nuestra vida.
Podríamos decir entonces que somos super héroes. Vivimos en un cuerpo alucinante y no solamente no nos hemos dado cuenta sino que ni siquiera lo cuidamos como merece.
No pierdas la salud para acordarte de valorarla
En muchas ocasiones solo nos acordamos de lo sanos que estábamos cuando ya no lo estamos. Es una triste costumbre de los seres humanos. ¿Te has levantado algún día agradeciendo lo bien que te encuentras? Seguro que no. Sin embargo ¡cómo nos quejamos cuando nos encontramos mal! En cuanto nos duele algo estamos contando los minutos para que ese dolor termine.
No obstante, la enfermedad, en muchos casos tiene un efecto muy beneficioso en la persona que la padece. Entre personas que han estado gravemente enfermas abundan los testimonios del cambio de vida que la enfermedad propició. Cuando la enfermedad nos visita, no nos queda más remedio que ser más humildes y plantearnos, en muchos casos, cosas que de otra manera no nos plantearíamos. Además de esto, una enfermedad es la mejor manera para aminorar la desenfrenada marcha que a veces lleva nuestra vida. En ese estado de tranquilidad es posible que podamos ver cosas que antes no veíamos. Enfermedad y capacidad de reflexión suelen ir de la mano.
Desarrolla tu atención al cuerpo
¿Estás dispuesto a llevar un poco más de atención a tu cuerpo? Te advierto que esto es un hábito que tienes que adquirir. De la misma manera que los ciegos desarrollan más algunos sentidos como el tacto, aquellas personas que pierden de vista las prisas y el materialismo pueden desarrollar mayor capacidad de mirar hacía adentro. Te mostraré unos cuantos trucos para conseguirlo:
- Comienza cada día agradeciendo tu salud. No des por sentado que cada día tienes que levantarte sin dolores o malestares. Si te levantas sin ellos es porque tu cuerpo ha hecho muy bien su trabajo. Agradece su labor y tu gran fortuna de poder comenzar un nuevo día encontrándote bien. Una sonrisa interior y la palabra gracias serán suficientes.
- A lo largo del día chequea tu estado interno. Aprovecha cualquier momento en el que no tengas nada que hacer para ir hacia tu interior. Intenta sentir la vida que hay dentro de ti. Observa si hay alguna tensión o si tu cuerpo te está indicando algo como, por ejemplo, que estás cansado o que tienes hambre. Hazlo tan a menudo como puedas y agradece.
- Dale a tu cuerpo y a tu salud la importancia que merecen. No pases por alto las necesidades de tu cuerpo. Si estás cansado, descansa. Haz ejercicio de manera regular. No te alimentes de comida basura. Respira aire puro siempre que puedas.
Nuestro cuerpo siempre apuesta por la salud pero necesita que colaboremos. A veces pasamos muchísimos años agrediéndolo y aún así continúa apostando por nuestra vida. Quizá ya ha llegado el momento de que tú también colabores con ese propósito de salud que tiene tu cuerpo.
Y RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, y en ello puede ayudarte el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente, activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral y cuidar de nuestro ‘yo’ interior.
Así, para esto último te proponemos la app Siente – que puedes descargarte aquí – que te ayudará a establecer un estilo de vida más saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.