Thich Nhat Hanh, es también conocido como ‘Thay’. Nació en Vietnam en 1926. A los dieciseis años ingresó en un monasterio zen, donde se formó en el budismo Mahayana, según la escuela zen. Es un gran activista por la paz, escritor de más de cien libros y ha sido nominado para el Premio Nobel de la Paz.
Thich Nhat Hanh ha sabido combinar los los diferentes métodos tradicionales de enseñanza con los métodos de la psicología occidental. De esta manera, ha conseguido acercarnos la práctica del zen moderno, convirtiéndose en una importante influencia para desarrollar el budismo entre la cultura occidental.
La guerra de Vietnam obligó a los monasterios a decidir si seguían llevando únicamente la vida contemplativa o quizá debían ayudar a sus compatriotas que sufrían con las consecuencias de la guerra. Thich Nhat Hanh tomó la decisión de hacer ambas cosas, impulsando la fundación del movimiento del ‘budismo comprometido’.
Su trabajo siempre se ha visto orientado hacía la ayuda compasiva a los demás. Dicen algunos que quizá Thich Nhat Hanh cambió el curso de la historia de los Estados Unidos al pedir a Martin Luther King, públicamente, que se opusiera a la guerra de Vietnam ya que, de esta forma, ayudó al movimiento por la paz.
Actualmente vive en Plum Village, una comunidad budista en el exilio, que fundó en Francia en 1982. En esta comunidad trabaja y escribe. Además, dirige retiros por todo el mundo para fomentar «el arte de vivir conscientemente» o mindfulness.
Qué es el mindfulness
El mindfuness o consciencia plena significa estar despierto y consciente en el momento presente. Es una práctica que nos lleva, de forma continua, a saborear la vida en cada momento. Esta práctica se puede llevar a cabo en cualquier sitio, cuando estamos en casa o cuando nos desplazamos de un sitio a otro. Todo nuestro quehacer será el mismo, solo cambiará el hecho de que seamos conscientes al hacerlo. Podemos seguir trabajando, comiendo, caminando, pero siempre poniendo toda nuestra consciencia.
Vivimos continuamente ocupados, tanto, que nos olvidamos de qué es lo que estamos haciendo o quiénes somos. Es muy común que nos olvidemos incluso de respirar. Vivimos de manera tan inconsciente que se nos olvida incluso mirar a aquellas personas que amamos.
Si tenemos un rato libre, no se nos ocurre entrar en contacto con lo que sucede en nuestro interior. Escapamos de nosotros mismos encendiendo la televisión, llamando por teléfono a alguien o mirando algo en Internet.
La esencia del mindfulness es la consciencia de la respiración. Según dijo Buda, la verdadera fuente de la alegría y felicidad es la consciencia plena. En cada uno de nosotros reside la fuente de la consciencia plena. La forma de abrir esa fuente para nutrirnos de su agua es poner la atención en nuestra respiración.
Esta práctica es sumamente fácil y la puede llevar a cabo cualquier persona. Sin embargo, requiere constancia y ser capaces de parar a menudo. Esa parada se produce por medio de la inspiración, la espiración y nuestro caminar. Por eso la práctica básica del mindfulness de Thich Nhat Hanh es la respiración consciente y el caminar consciente. Una vez dominadas estas prácticas, la consciencia plena se puede trasladar al comer consciente, beber consciente, limpiar consciente, etc.
Al practicar la consciencia plena, llegamos a una concentración que nos llevará a la sabiduría. Así mismo, alcanzamos un discernimiento que nos liberará del miedo, la ira o la ansiedad.
Lleva el Mindfulness a cada momento del día
Para poder gozar completamente de lo que la vida nos da, es necesario que practiquemos la consciencia plena en cada momento. Da igual lo que estemos haciendo. En la ducha, durante el desayuno o camino del trabajo. Cada momento, cada paso, cada respiración, pueden ser una manera de encontrar alegría.
Es necesario que hagamos acopio de una buena reserva de alegría para cuando lleguen momentos de sufrimiento. De esa manera, en esos momentos, podremos cuidar de nuestra tristeza o desesperación, haciendo uso de nuestra reserva de felicidad y alegría.
La actitud para llevar a cabo esta práctica debe de ser suave y tranquila. La mente debe de estar en calma y abierta y el corazón en disposición de recibir. Con la práctica del Mindfulness podremos crear en nuestro interior núcleos de paz, amor y libertad que nos ayudarán a manejar mejor nuestras vidas.
El Milagro del Mindfulness
El libro El Milagro del Midfulness de Thich Naht Hanh fue, en su inicio, una carta que se escribió desde el exilio para los que, estando en Vietnam, hacían cursos y escuelas bajo el principio Mindfulness. Tiene planteamientos directos y está estructurado de manera simple. Es una fabulosa herramienta para aquellos que comienzan el camino de la meditación.
Vivimos en un momento en el que urge recuperar esta técnica que impulsa la meditación como manera de hacer frente a los problemas de la sociedad que hemos creado.
Según Thich Nhat Hanh subraya en este libro, cualquier cosa que hacemos de forma cotidiana nos proporciona un instante para la meditación. También, este libro hace hincapié en que cualquier acto que llevemos a cabo es importante que se haga simplemente por el hecho de llevarlo a cabo de manera consciente. Por ejemplo, los platos deber de ser lavados por el acto de lavarlos no para dejarlos limpios.
El Milagro del Mindfulness nos enseña ejercicios de meditación muy sencillos. Así mismo, está lleno de anécdotas que acompañan las explicaciones, las cuales hacen muy fácil entender los planteamientos.
Este libro nos enseña lo absurdo de nuestra forma de ver la vida. Actualmente, creemos que nuestra felicidad llegará cuando se cumpla determinada meta material. Sin embargo, nos olvidamos de que la vida, nuestra vida, se desarrolla mientras caminamos hacía esa meta. De esta manera, nos perdemos la vida y la felicidad que ella encierra. Al pensar de esta manera, siempre sentiremos que algo nos falta, dice Thich Nhat Hanh. Por eso, cuando conseguimos estar presentes en aquello que estamos haciendo, nuestra vida cambia.
El libro gira en torno a la idea de que cuando ponemos la atención en las cosas que faltan, y no en las que están sucediendo, se origina una dinámica que hará que aparezca el sufrimiento.
En definitiva, El Milagro del Mindftulness nos enseña que para meditar no hace falta salir del mundo, ni aislarse. Simplemente, se trata de encontrarse con uno mismo de forma consciente y amable. Así mismo, como ya hemos dicho, para Thich Nhat Hanh, caminar sobre tierra es el milagro más grande de todos. ¡Seamos conscientes de ello!
En conclusión, cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, tal y como propone el método Crear Salud. Debemos ser conscientes de que para llevar una vida saludable también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida libre de estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.
Me podeis embiar información Gracias