El consumo de zumos procesados está muy extendido en nuestra sociedad, niños y adultos abrimos más veces de las que deberíamos un envase de zumo comprado en el supermercado, sin darnos cuenta de lo poco saludable que es esta elección. La mayoría de nosotros tenemos poco tiempo y la industria alimentaria nos lo pone muy fácil, encontramos a nuestro alcance productos que prometen aportarnos la mismas propiedades beneficiosas que tiene la fruta pero sin necesidad de que nos esforcemos en comerla. A muchas personas les supone un esfuerzo comer fruta, bien porque no les gusta o bien porque les da pereza, y se han dejado convencer de que consumir zumos procesados aporta las mismas propiedades a su organismo que comer la pieza de fruta completa.

¿Qué tipos de zumos envasados que podemos encontrar en el mercado?

  • Zumo de frutas a partir de concentrado. Este zumo de frutas se produce sometiendo a un proceso de evaporación al zumo previamente exprimido y después mezclándolo con agua. Suelen contener conservantes, azúcares, aromas y colorantes porque de otra forma su sabor sería realmente insoportable. Es una manera de poder conservar el zumo por mucho tiempo pero no aporta vitaminas ni fibra.
  • Néctar de frutas. Se obtiene añadiendo agua y azúcares a la pulpa de la fruta. Es un producto muy apetecible por su sabor, fruto del alto contenido en azúcar que poseen. Un vaso de néctar de frutas puede llegar a tener 30 gr de azúcar, según la OMS la dosis máxima de azúcar recomendado al día para un adulto son 25 gr.
  • Bebidas de frutas. Suelen contener entorno a un 90% de agua y únicamente un 10% de zumo de fruta. Se les añaden potenciadores de sabor, azúcares, aromas y otros compuestos químicos. No aportan ninguna vitamina ni minerales a nuestro organismo.
  • Zumo 100% exprimido. Este sería el único zumo que contiene fruta fresca exprimida sin añadirle nada más, pero al pasar por un proceso de pasteurización no se garantiza que los nutrientes que aporte se puedan equiparar a un zumo recién exprimido por nosotros mismos.

¿Qué peligros encierra el consumo de zumos envasados?

Como decimos, las empresas que comercializan zumos, como tantas otras que venden otros productos procesados, nos bombardean con publicidad que promete hacernos la vida más fácil, que no tengamos que preocuparnos por nada, y además, nos prometen que eligiendo sus productos estaremos cuidando nuestra salud y la de nuestros hijos.

Por eso, te invito a observar las papeleras de cualquier parque infantil o patio de colegio, te sorprenderá ver que están repletas de bricks de zumos. Esta tendencia de dar a los niños zumos ya que no suelen querer tomar fruta está muy extendida hoy en día y es un grave error para la salud de los más pequeños, fruto de dejarnos llevar por los mensajes que lanzan las empresas de productos preparados. Se estima que un 70% de los niños españoles toman diariamente al menos un envase de zumo. Algunos lo toman para el recreo, en ocasiones como sustitutivo del agua, pensando que tiene muchas vitaminas y también como merienda.

El gran peligro del consumo de estos zumos radica en la cantidad de azúcares que proporcionan al organismo, así como los conservantes y demás químicos que contienen.

En la revista Lancet, apareció publicado un estudio realizado por la Universidad de Glasgow en el que se afirma que  los zumos procesados son tan perjudiciales para el organismo como los refrescos.  Es común pensar que es más sano un zumo que un refresco pero podemos tomar como ejemplo los siguientes datos:

1 zumo de manzana de 250 ml contiene 110 kcal y 26 gr de azúcar, un refresco de cola tiene 105 kcal y 26,5 gr de azúcar.

Si analizamos esta información, asusta darse cuenta de que los niños, desde temprana edad, están expuestos a niveles de azúcar en sangre poco estables consumiendo este tipo de productos a diario.

Zumo vs fruta

Nunca un zumo, ni tan siquiera el hecho en casa, puede sustituir los múltiples beneficios que aporta una pieza de fruta. Cuando tomamos una pieza de fruta nuestro cuerpo no tiene que hacer el esfuerzo de generar tanta insulina como con el zumo para compensar los niveles de azúcar en la sangre. Además, gracias a la fibra de la fruta, la liberación del azúcar se realiza de una manera controlada.

Si hacemos un zumo nosotros mismos, para obtener un buen vaso tendremos que utilizar dos naranjas, ¿solemos tomarnos dos naranjas enteras de golpe? Si comiésemos las dos naranjas lo haríamos a un ritmo mucho más lento de lo que tardaríamos en bebernos el zumo, esto quiere decir que comiendo las naranjas, masticándolas y tragándolas, damos tiempo a nuestro cuerpo para que vaya procesando ese azúcar que le va entrando. Sin embargo, cuando bebemos el zumo, el azúcar del mismo entra rápidamente en el torrente sanguíneo y provoca una subida rápida de los niveles de azúcar en sangre, obligando a nuestro organismo a compensar con la liberación de insulina.

El consumo de zumos envasados aumenta el riesgo de padecer obesidad y especialmente en los niños, consumir zumos desde pequeños les hace más propensos a sufrir diabetes tipo 2 de adultos. Esto es debido al sobresfuerzo al que se ve expuesto el pancreas de manera continua, y como consecuencia se genera resistencia a la insulina.

Beber zumos también hace que estemos más expuestos a padecer caries dental por el contacto con tal cantidad de azúcar con nuestros dientes.

Cuidar nuestra salud y la de nuestros hijos realmente merece la pena, a veces requiere un poco de esfuerzo por nuestra parte pero aporta una gran satisfacción pensar que no nos estamos dejando engañar por los intereses económicos de las grandes empresas. El sabor de las cosas hechas en casa es mucho más especial y auténtico que el de los productos procesados, si estamos acostumbrados a ellos tal vez nos cueste un poco habituarnos a lo natural, pero a la larga percibiremos mejoras en nuestra salud y ganaremos en bienestar general.

Otra cuestión a tener en cuenta a la hora de dejar de consumir zumos envasados es el gran impacto medioambiental que tienen estos envases sobre nuestro planeta, aunque no sea más que por esto merece la pena poner nuestro granito de arena para evitar generar tanta basura.

Y RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, y en ello puede ayudarte el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente,  activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral y cuidar de nuestro ‘yo’ interior. 

Así, para esto último te proponemos la app Siente – que puedes descargarte aquí que te ayudará a establecer un estilo de vida más saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.

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