Nuestra memoria es la única manera que tenemos de acceder al pasado y a todo aquello que nos sucedió en algún momento. No obstante, todos sabemos que la memoria no es siempre tan aguda como nos gustaría. A veces no recordamos todo lo que queremos y en ocasiones solo lo que no queremos. Así mismo, el paso del tiempo deforma en gran medida la realidad.

Todos sentimos admiración por aquellas personas que son capaces de recordar incluso aquello que querrían olvidar. Yo tengo un amigo que dice que le encantaría ser capaz de no recordar tanto, sin embargo, suele ser la envidia de los que estamos a su alrededor. Estas personas poseen una potente memoria fotográfica o memoria eidética, y por mucho que lo creamos, no se trata de genios o personas especiales. Cualquier persona puede, con un poco de constancia y esfuerzo, alcanzar una mayor capacidad de memorización, si se lo propone.

No obstante, el hecho de tener una buena memoria no es equivalente a poseer una memoria fotográfica, de hecho algunos científicos como Marvin Minsky niegan de su existencia. Podría tratarse, según Marvin de un mito creado por ‘charlatanes profesionales’, ya que es imposible que nadie pueda recordar absolutamente todos los detalles de una imagen o un texto solo con echarle un simple vistazo.

Fuente: Pixabay/PIRO4D


Cualquier persona puede mejorar su memoria

Lo que queda claro es que determinadas personas tienen el don de, con mucha facilidad, poder recordar cosas con detalle. La explicación se podría encontrar en tres grandes factores. Por un lado está la genética, si en una familia uno de sus miembros tiene una gran memoria, es posible que sus descendientes también tengan esa cualidad.  Así mismo, una dieta adecuada y la cantidad de descanso necesaria son requisitos indispensables para que la memoria funcione de forma óptima.
El hecho de practicar ejercicio físico, que mejora la oxigenación del cerebro, contribuirá también de forma positiva para que nuestros recuerdos sean más fluidos.
Uno de los grandes enemigos que influyen en la falta de memoria es la falta de concentración. Cuando vivimos a toda velocidad y con un alto grado de dispersión mental, es posible que nuestros recuerdos se limiten a una mínima parte de lo que hemos vivido o leído. Por eso, practicar técnicas como la meditación o el mindfulness son un gran regalo para nuestra memoria.
En cualquier caso, no debemos olvidar que cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de cuidar de si mismo. De la misma manera que cuidamos de nuestra higiene o vamos al gimnasio para entrenar nuestro cuerpo y mantenerlo sano, también sería deseable dedicar ciertos momentos del día a realizar ejercicios que activen nuestro cerebro y sus múltiples capacidades.

Fuente; Pixabay/jarmoluk

¿Cómo potencio mi memoria?

Aquí te dejo unas cuántas ideas para que pongas en práctica si quieres conservar o mejorar tu memoria:

– Pasa tu tiempo con pasatiempos. Por mucho que creas que los pasatiempos solo sirven para evitar el aburrimiento, te aseguro que también ayudan, en gran medida, a fortalecer la memoria. Siempre que puedas procura resolver crucigramas, autodefinidos o sopas de letras que te ayudarán a activar el manejo del lenguaje, o los sudokus que potenciarán tus capacidades matemáticas. Los juegos en los que tienes que encontrar diferencias te ayudarán a trabajar la atención visual y los jeroglíficos impulsarán el pensamiento lógico.

– Pon orden a tus recuerdos. Las cosas que nos han sucedido, sobre todo las que recordamos con agrado, merecen ser traídas al presente y te ayudarán a trabajar la memoria. Ordena, de vez en cuando, los álbumes de fotos y procura recordar dónde y cuándo se hicieron esas fotos. Proponte también, recordar el nombre de las personas que aparezcan en las fotos o los sitios dónde fueron tomadas.  Así mismo, es muy beneficioso ordenar papeles o cartas que guardas desde hace años, porque además de poner a trabajar la memoria tus cajones y armarios te lo agradecerán.

– Inventa cuentos o historias. Haz uso de tu imaginación e inventa historias que luego puedes escribir e incluso leer a algún amigo o a los niños de la familia. Quizá al principio te sientas un poco torpe, pero ya verás como poco a poco le vas cogiendo el gustillo y lo pasas muy bien.

– Mantén tus intereses. Todos sabemos que aquello que nos interesa es mucho más fácil de recordar que lo que no nos importa. Por eso, es muy importante que dejemos espacio, en nuestro día a día, para hacer cosas que sean de nuestro interés. Si lo que más te gusta es la historia, por ejemplo, no tienes por qué leer libros de economía o de dietética. Mantén activo tu interés haciendo cursos o asistiendo a conferencias sobre esos temas. Es una extraordinaria forma de activar la memoria.

Fuente: Pixabay/franzl34


– Practica meditación. Numerosos estudios
han demostrado que tanto la memoria a largo como a corto plazo, mejora llevando a cabo una práctica regular de meditación. Se ha observado que la meditación consigue que la mente esté más alerta y tranquila, por lo que su funcionamiento será más coherente y la concentración y la memoria mejorarán. También se ha comprobado que el estrés y las tensiones que la meditación consigue aminorar, son los causantes de la falta de concentración que hace que la memoria nos falle. Seguro que cerca de ti encuentras algún centro o maestro que te inicien en el arte de la meditación.

Además de poner en práctica alguna de estás ideas, sería recomendable que practicaras algún ejercicio físico que te proporcione satisfacción. No hace falta hacer ejercicio hasta la extenuación, con salir a pasear, nadar o bailar tres o cuatro días a la semana es suficiente.

También es muy importante llevar una dieta adecuada que suministre a nuestro cerebro grasas de calidad que provengan de los frutos secos, el pescado o el aceite de oliva. Así mismo, es muy importante que la glucosa que suministramos a nuestro cerebro llegue de forma continua y gradual, para esto es muy importante que los hidratos de carbono de nuestra dieta sean de absorción lenta, es decir, cereales integrales, evitando en la medida de lo posible el azúcar y los productos refinados.

Y en todo ello te puede ayudar el método Crear Salud, que se convertirá en tu mejor compañero para llevar la atención plena y la meditación a tu día a día, además de para disfrutar de una correcta nutrición y una vida más activa.

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