Cada día son más los expertos en nutrición que nos alertan de perjuicios que tiene para nuestra salud el hecho de no respetar los horarios de las comidas.

Si durante todo el año no tenemos una regularidad en los horarios de las comidas, en verano es mucha más difícil que lo consigamos. Normalmente, nos quitarnos la sensación de hambre comiendo cualquier cosa, a cualquier hora. Esta costumbre, sin embargo puede ser muy dañina.

 

Teorías científicas que apoyan la regularidad en los horarios

Según se ha podido estudiar en el King´s College de Londres, es tan importante llevar a cabo una buena dieta como regular los horarios de las comidas. Es muy común saltarse comidas como el desayuno o hacerlo en horarios irregulares. Las consecuencias de esta forma desordenada tomar los alimentos pueden ser obesidad, diabetes tipo 2 y alta presión arterial.


 

El mencionado estudio ha concluido que  tomar alimentos más calóricos por la tarde tienen que ver con la obesidad.  Así mismo, se ha observado que seis comidas al día hacen que los niveles de colesterol e insulina sean mucho más adecuados.

 

Fuente: Pixabay/geralt

 

 

Es muy importante comer con regularidad. Intentar no pasar largas horas sin ingerir alimentos. De la misma manera, es necesario que estos alimentos sean ricos en nutrientes. Si no lo hacemos así, comeremos a cualquier hora, cualquier cosa, con las consecuentes consecuencias negativas.

Los problemas de obesidad tienen que ver con la falta de rigor al establecer los horarios de las comidas. Esto ha podido comprobarse en los estudios del doctor Fernando Vio, profesor en la Universidad de Chile. Según el doctor Vio, lo ideal sería que no transcurrieran más de 4 horas sin que tomemos algún alimento.

Qué es la crononutrición

Todos estos estudios, y muchos otros del mismo tipo, tienen que ver con lo que hoy se conoce como crononutrición. La crononutrición es un campo de investigación que entiende que existe un vínculo entre el metabolismo y los ritmos circadianos. Este campo de investigación surge en 1986 de la mano del doctor Alain Delabos. La teoría defiende que los alimentos se asimilan de forma diferente dependiendo de cuando los consumamos.

Esta forma de entender la alimentación da mucha importancia a la influencia que tienen para nuestro reloj interno los factores externos como la luz y las estaciones. La producción de melatonina está relacionada con el contacto de los rayos ultravioletas en nuestras células oculares. Al oscurecer, comienza la producción de melatonina, llegando a su nivel máximo sobre las tres de la mañana. Desde ahí disminuye progresivamente cayendo a partir de las siete de la mañana.

 

 

Fuente: Pixabay/Alexas_Fotos

 

 

Lo que debemos evitar

Las personas con exceso de peso suelen tener costumbres comunes. No suelen tomar desayuno o comen muy poco por la mañana. Es por eso por lo que la sensación de hambre les hará picotear. De esta forma, llegarán a la hora de la comida del mediodía con poco hambre. Consecuentemente, a la hora de la cena tendrán muchísima necesidad de comer todo lo que puedan. Después, quizá vean un rato la televisión para irse enseguida a la cama. Esta manera de comer es muy perjudicial. Es muy seguro que comer así contribuya a tener sobrepeso y con mucha probabilidad a padecer las enfermedades que a ello se asocian.

Todos conocemos el dicho popular de: » Desayuna como un rey, come como un príncipe y cena como un pobre«. La sabiduría popular nos dice mucho acerca de como ordenar nuestros horarios de las comidas. Todo lo que se ingiere en el desayuno nos proporciona el combustible para la mañana. En la comida del mediodía comeremos menos para no sentirnos con mucho sueño después de comer. Por la noche es aconsejable comer algo ligero y no acostarse hasta que no hayan pasado dos horas desde la cena.

Como ya hemos comentado, es muy importante no saltarse ninguna comida. Nuestro sistema digestivo está regulado para hacer la digestión en un tiempo determinado. Si los alimentos no llegan en el momento en el que el estómago está preparado, se secretan jugos gástricos y otras enzimas que pueden dañar el sistema digestivo.

Así mismo, si lo que queremos es mantener un peso saludable es importante observar cuándo comemos, además de qué comemos.

Qué comer en los distintos horarios de las comidas

Para desayunar, más grasa: por la mañana es importante reponer todo lo que nos haga falta después de tantas horas sin comer nada. Todas las mañanas nuestro organismo fabrica tres tipos de enzimas: la insulina, las lipasas y las proteasas.

La insulina se encarga de guardar la glucosa necesaria para que nuestros órganos cumplan su función. Las lipasas son las que metabolizan las grasas que fabricarán las paredes celulares. Y las proteasas metabolizarán las proteínas para la fabricación de los contenidos celulares. Se ha comprobado, en contra de que se creía, que en el desayuno se pueden consumir el máximo de grasas. De esta forma no llegaremos a media mañana con bajón de energía.

 

Fuente: Pixabay/rawpixel

 

 

– La comida, más densa:  en la comida de medio día necesitamos, de nuevo, recargar las pilas, pero sin los excesos que nos habremos permitido en el desayuno. Lo mejor es tomar féculas y proteínas pero en la cantidad correcta. Esto es debido a que, desde las dos hasta las cuatro de la tarde, se produce un periodo de baja energía. Durante este rato podremos sentir mucho sueño y quedarnos adormilados.

– La dulce merienda: a medía tarde tendremos que darle un pequeño aporte de energía a nuestro cuerpo para no llegar a la cena con demasiada hambre. Lo mejor serían una manzanas y alguna barrita de cereales.

– Una cena ligera: como ya hemos visto, por la noche, el cuerpo ralentiza su metabolismo. Por lo tanto, es muy importante, evitar azúcares de absorción rápida o grasas. Lo ideal sería cenar algo de pescado acompañando de verdura o ensalada.

El hecho de organizar nuestros horarios de comidas contribuye a llevar una vida más ordenada y tranquila. Si además de regularizar los horarios, nos proponemos comer de una forma más consciente, nuestro peso se normalizará y gozaremos de mayor salud y vitalidad.

RECUERDA: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en adoptar nuevos hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.

Además, para cuidar nuestra mente, existen herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí  que pueden ser grandes aliadas en tu camino a una vida saludable. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar, reducir el estrés y, de paso, ser más feliz.

 


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