El hecho de sentir celos forma parte de la naturaleza humana. Se trata de una respuesta emocional que se da como consecuencia de un complicado proceso psicológico y, normalmente, no es agradable. Además, no siempre es fácil saber cómo identificar a una persona celosa.
¿Qué son los celos?
Podemos definir los celos como una de las emociones esenciales y, a la vez, una de las que más daño hacen a la persona que la sufre, así como a todas aquellas personas implicadas.
Los celos surgen de la sensación de miedo e inseguridad que una persona siente ante la posibilidad de perder a su pareja. La persona celosa cree, con fundamento o sin ello, que su pareja podría estar interesada en otra persona y esto le desencadena un gran sufrimiento.
Así mismo, los celos se pueden presentar en otro tipo de relaciones entre personas además de en las de pareja. Por ejemplo, los celos se pueden dar entre hermanos, incluso siendo ya las personas adultas, o entre amigos. Aunque lo más común es que los celos se produzcan entre parejas sentimentalmente unidas.
Por mucho que antiguamente las causas de los celos se atribuyeran a entidades sobrenaturales, hoy en día sabemos que son nuestra responsabilidad. Desde la Psicología Evolutiva, sabemos que todo tiene que ver con nuestros cerebros. Desde la manera en la que creamos nuestras relaciones hasta cómo intentamos mantenerlas o no.
¿Por qué se producen los celos?
Los celos, normalmente, están vinculados a una falta de seguridad y confianza en uno mismo. Muchas veces la persona celosa cree que quiere demasiado al otro y por eso siente celos. Esta forma de sentir está encubriendo un sentimiento de inferioridad e inseguridad ante la competencia por la persona amada.
En general, la persona celosa tiene una autoestima muy baja y una gran dificultad para valorarse a sí mismo. Muchas veces, la causa viene de perdidas afectivas en la niñez, causadas por padres que valoraban poco las virtudes de sus hijos, o muy críticos o exigentes.
Así mismo, el origen puede tener mucho que ver con patrones afectivos que se han aprendido mal o que son poco útiles para seguir.
¿Cuáles son las características de una persona celosa?
Las personas celosas tienen una serie de comportamientos comunes que nos pueden dar una idea de que tienen ese problema:
- No aprueban el hecho de que sus parejas tengan actividades personales que les hagan sentir bien y sobre todo en las que estén implicadas otras personas del sexo contrario.
- Revisan de manera continua el teléfono de las personas allegadas. En algunos casos también miran su correo o sus cuentas en las redes sociales.
- Sienten desconfianza hacia los compañeros de trabajo de sus parejas.
- Creen que sus parejas se arreglan para gustar a otras personas.
- Inspeccionan regularmente la ropa de sus parejas en busca de algún indicio que confirme sus sospechas.
- Sospechan que las compras que hacen sus parejas son para otras personas.
- Son críticos y, en ocasiones, despectivos con su pareja.
- Suelen tener una actitud prepotente en muchas ocasiones.
- Las conversaciones, a menudo, son interrogatorios hacia la otra persona.
Cuando una persona se comporta de alguna o de todas las maneras anteriormente expuestas, podemos decir que nos encontramos con una persona celosa. No obstante, no todo el mundo lo sufre en el mismo grado.
¿Cómo solucionar los celos?
Por supuesto, la mejor manera de solucionar un problema de celos es acudir a un buen psicólogo. No obstante, podemos observar los siguientes puntos que ayudarán a aliviar en cierta medida este problema.
Lo primero sería que la persona celosa reconociera que está sintiendo celos y que tiene un problema para el que necesita encontrar una solución.
En segundo lugar, habría que determinar si realmente los celos tienen razón de ser o son imaginarios. Muchas veces sentimos celos que se relacionan con nuestros temores inconscientes pero que nada tienen que ver con la realidad.
La meditación como terapia
No obstante, para que una persona pueda saber cómo se siente en realidad, es necesario que sepa de qué manera mirar hacía su interior. No resulta fácil saber qué sentimos en realidad si estamos inmersos en la locura de prisas que suele acompañarnos constantemente.
Una forma muy interesante para ayudarnos a ver qué hay en nuestro interior es la meditación. La meditación nos pone en contacto con nuestros sentimientos. Nos ayuda a ver, con cierta distancia, los pensamientos que, de manera habitual, llegan a nuestra mente. Nos permite entender que los pensamientos son solo eso, pensamientos. Y nos lleva a sentir momentos de paz que nos aportarán el equilibrio necesario a la hora de poder discernir de forma coherente.
La meditación también nos ayudará a ver nuestros miedos y angustias con la distancia necesaria para poder hacer algo respecto a ellos. Cuando sentimos el miedo y los celos en primera persona poco podemos hacer. Sin embargo, gracias a la meditación, conseguimos la distancia necesaria entre nuestros problemas y la realidad y, desde ahí, los podemos manejar con más discernimiento.
Por lo tanto, hacer uno o dos ratos de meditación cada día es una de las mejores ayudas que las personas celosas pueden darse a sí mismas.
Quererse ayuda a querer a otros
Finalmente, es muy importante que la persona celosa entienda la importancia de quererse a sí mismo. Cuando somos capaces de valorarnos y querernos tal y como somos, la confianza en nosotros mismos se hace mayor. Al sentir esa confianza, los celos disminuirán, ya que la tendencia a compararnos también será menor.
Cuando una persona entiende que no hay nadie como ella y que cada persona representa una singularidad irrepetible, los celos desaparecen. No hay necesidad de imitar a nadie, todos somos igual de importantes aunque seamos muy distintos.
Tampoco es necesario vivir intentando destacar entre los demás. Cada persona aporta algo a nuestra vida que es inigualable. De la misma manera, nosotros aportamos a la vida de los demás nuestra particular nota, formando de esa manera la melodía perfecta.
Nadie es mejor ni peor. Cada persona es perfecta e única. Contemplando la vida de esa manera es imposible creer que nadie podría reemplazarnos, ni tener miedo a ello.
Somos seres que nacimos libres y singulares, los celos provienen de fantasmas que visitan nuestra mente haciéndonos creer que tendríamos que ser diferentes.
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Y recuerda: la base para disfrutar de una buena salud está muchas veces en cambiar nuestros hábitos, tal y como propone el método Crear Salud. Necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral.
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hola
creo que pdesco los celos
y me aparecen cuando mi novia se deja tocar las nalgas o las tetas por el mesero vendedor
q hago??
si loveo