Según un estudio realizado por la Universidad de Exeter (Reino Unido), la meditación puede resultar una herramienta muy efectiva para tratar la depresión. Este estudio se basa en técnicas de meditación budista y los resultados obtenidos se han convertido en un tratamiento que se ha llamado Mindfulness Based Cognitive Therapy (MBCT).

Fuente: Pixabay/cocoparisienne

La meditación no consiste en simplemente sentarse y no hacer nada, como piensan algunas personas. Meditar es entrenar activamente la mente para aumentar la percepción de nuestra realidad. Existen diferentes técnicas que buscan lograr esto por distintos caminos.


Lo ideal sería practicar diariamente 30 o 40 minutos de meditación, poniendo especial atención en aceptar todo aquello que se perciba sin juicio. Aceptaremos percepciones, pensamientos o sentimientos y, de esta manera, nuestra mente se irá relajando.

Comienza poco a poco

Aunque lo ideal sean 30 o 40 minutos, para comenzar bastaría con dedicar 5 o 10 minutos. Aunque parezca poco tiempo, es necesario ir entrenando a la mente poco a poco, para luego ir subiendo los tiempos.

Según los estudios más arriba indicados, la meditación mindfulness es la que mejores resultados obtuvo entre los participantes. Veamos una pequeña introducción a su práctica.

La meditación mindfulness se puede llevar a cabo de diferentes maneras. Puedes practicarla, incluso en la calle, o haciendo una caminata por el campo. Su objetivo es acallar la mente enfocando la atención en algo en concreto.

Meditación mindfulness

Lo primero a observar es la postura. Comienza sentándote en la postura que te resulte más cómoda con la espalda recta.

Después dedica 5 minutos a observar tu respiración. Cuenta las inspiraciones y espiraciones hasta contar diez. Repite esta secuencia tres veces. Esta preparación conseguirá una gran relajación antes de comenzar a meditar.

 

Fuente: Pixabay/suc


Los ojos deben de estar abiertos mirando hacia el frente.
También los puedes cerrar si te sientes mejor, pero ten en cuenta que algunas personas sienten sueño al hacerlo. La meditación nada tiene que ver con dormir, necesitamos alcanzar un estado mental de alerta y activo, pero muy diferente al estado habitual de vigilia.

Si tienes facilidad para dormirte sin querer, te sugiero que pongas tu lengua en contacto con tu paladar. Si te empezaras a dormir la lengua al caer te hará salir de ese estado.

A continuación, centra tu atención en algún objeto. Puedes elegir un objeto exterior, como una vela o cualquier otra figura que te guste y te ayude a centrarte. Lo mejor es buscar objetos sencillos para comenzar. Con la práctica, podrás ir escogiendo objetos más complicados y enfocarás tu atención en alguna parte de ellos. Pero, de momento, buscaremos la sencillez para comenzar.

También existe la posibilidad de que el objeto de tu atención sea tu propia respiración. La ventaja es que siempre la llevas contigo y podrás hacer uso de ella en cualquier momento. Observa cualquiera de los aspectos de la respiración. Da igual que sea la entrada y salida del aire o la sensación de como el abdomen se expande al inspirar. Lo importante es que seas capaz de poner tanta atención en ella como si no existiera nada más además de tu respiración.

En tus comienzos, podrás darte cuenta del ir y venir de tu mente. Continuamente surgirán pensamientos, ideas, preocupaciones, etc. Es completamente normal y lo único que debes hacer es observar aquello que surja, ya sea pensamiento o emoción, como si no tuviera nada que ver contigo. No hagas ningún tipo de juicio o valoración. Solo lo observas y, con total tranquilidad, desvías tu atención, de nuevo, hacia el objeto que hayas elegido o a tu respiración.

Según vayas cogiendo práctica te darás cuenta de que cada vez te resulta más fácil centrar tu atención. La mente se irá acostumbrando y te enviará menos pensamientos.  No creas que vas a conseguir centrarte más allá de un par de minutos al principio. No pasa nada, lo importante es ir instalando el hábito de centrar tu atención.

Lo bueno de este tipo de meditación es que puede ser practicada en cualquier momento. Lo ideal, no obstante, es acostumbrarte a hacerlo siempre a la misma hora. Esto no quita,  para que a lo largo del día puedas hacer pequeñas meditaciones aparte.

Fuente: Pixabay/lailajuliana

Para empezar, no intentes meditar durante mucho tiempo. Es mejor comenzar haciéndolo durante pequeños periodos de unos cinco minutos. Según te vayas sintiendo cómodo lo puedes ir aumentando de forma progresiva. Será muy fácil que te des cuenta de que, poco a poco, esos cinco minutos se te hacen muy cortos y que necesitas aumentar el tiempo de meditación.

Con el paso del tiempo, si continuas con la práctica, podrás darte cuenta de que durante el rato que has meditado tu mente ha estado absolutamente tranquilo, ausente de toda tristeza o preocupación.

Cuando meditas sucede lo mismo que sucede en un vaso de agua embarrada cuando lo dejas reposar. El barro se deposita al fondo y el agua aparece clara. De la misma manera, tu mente se aclara cuando el barro de los pensamientos y preocupaciones se aposenta en el fondo y deja de enturbiarla. Es imposible que la tristeza y la depresión sobrevivan en una mente calmada.

Una mente limpia y serena no será el sitio elegido por pensamientos que alimenten la depresión o la tristeza. Utiliza la meditación como parte de tu higiene diaria. De la misma forma que limpias tu cuerpo, tu pelo o tus dientes, acostúmbrate a limpiar tu mente de todo aquello que la ensucia.

En conclusión, la meditación podrá permitirte ‘parar’, y experimentar de primera mano los beneficios de llevar una vida consciente y saludable. De esto mismo trata el método Crear Salud, que te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa. Anímate y prueba la app Siente – que puedes descargar aquí – y se convertirá en tu mejor compañera para guiarte en el camino de la meditación. Se trata de una metodología muy sencilla, que te abrirá las puertas del mindfulness y la psicología positiva, para mejorar tu bienestar y en definitiva, ser más feliz.

 


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