Estar presente requiere de mucha honestidad, puesto que supone estar con todos los sentidos en el momento en el que nos encontramos, mediante nuestra presencia, en la situación que estamos viviendo. Aunque parezca algo esencial, no hemos aprendido a ser los protagonistas de nuestra propia experiencia, ya que siempre hay muchas distracciones que nos lo impiden. Como veremos, la meditación nos aporta las claves para estar más presentes en nuestras vidas.
Seguro que ya has oído hablar del aquí y ahora como algo que nos invita a estar en el momento presente. Este parece ser un aprendizaje que a todos nos falta por pulir, y es que tal y como habrás podido comprobar, la mayor parte del tiempo la mente está en lo que fue y pudo haber sido (pasado), o en lo que podrá ser (futuro). Vivir en estos mundos a los que la mente te lleva impide que vivas los instantes, momento a momento.
Un estudio realizado en 2010 por la prestigiosa universidad de Harvard indicaba que, al menos durante la mitad de las horas de nuestro día a día, tenemos la mente en otro sitio y no en lo que estamos vivenciando, con lo que ello supone. Este aprendizaje que hemos adquirido nos perjudica gravemente, sobre todo por la relación que mantenemos tanto con nosotros mismos como con los demás.
¿Sabemos escuchar? ¿Comprendemos las conductas de los demás? ¿Sabemos vivir desde la compasión y el amor? ¿Somos protagonistas o meros espectadores de nuestras vivencias? ¿Estamos conectados con nuestro cuerpo, con lo que sentimos y con nuestras emociones? Son muchas las preguntas que podríamos hacernos acerca de si estamos presentes, pero primero vamos a ver qué implica la presencia para responder a estas cuestiones tan profundas.
¿Qué supone estar presente?
La presencia, ante todo, supone una aceptación de nosotros mismos. Poder admitir lo que somos sin miedo a que nos juzguen, sin querer aparentar algo con lo que no nos sentimos identificados. La presencia es sinónimo de honestidad, y esto es más profundo que una mera aceptación. Ser honestos significa tener que vérnoslas con nosotros mismos dejando nuestra rigidez y nuestros miedos a un lado, para enfrentarnos con lo más profundo de nuestro ser.
Para que sepas lo que supone estar presente, vamos a verlo desde la perspectiva de lo que supone NO estar presente, a ver si te sientes identificado con alguna de estas situaciones. Dejas de estar presente cuando:
- Alguien te habla y estás pensando en otra cosa, o estás pensando en qué le vas a responder.
- Estás tú solo y te quedas pensando una y otra vez acerca de lo mismo (pensamientos rumiantes), bien transportándote al pasado, o preocupándote por lo que ocurrirá en el futuro. Dejas de estar presente tanto viviendo en el pasado como en el futuro. Además, son las semillas que hacen que germine tanto la depresión como la ansiedad.
- Huyes, luchas y reprimes lo que sientes. Intentas no hacer caso ni escuchar lo que te ocurre, viviendo aislado de ti mismo. Así es como das el paso para no atenderte ni intentar comprenderte. Supone una desconexión con tu cuerpo y con tu sensibilidad.
- Te distraes con problemas, preocupaciones y quehaceres superfluos, no atendiendo a lo que vives, perdiéndote las sensaciones que te genera una leve brisa, un hermoso sonido en la naturaleza, el olor con el que te deleitan las flores…
- Te sientes vacío, sin saber realmente lo que te gusta, sin haber explorado en tus motivaciones, viviendo la vida que otras personas han diseñado para ti, viviendo bajo las expectativas de quienes creen que saben que es lo que más te conviene.
Como puedes ver, es sencillo dejar de estar presente, tendemos hacia eso con en nuestro día a día. Por ello, para tener una presencia real y honesta en nuestras vidas, necesitamos adquirir una mayor conciencia y, sobre todo, no dejarnos dominar por nuestros pensamientos.
Una de las habilidades fundamentales que se adquieren con la meditación es la de la presencia. Su práctica nos aporta todo lo necesario para que aprendamos a estar presentes en el momento que vivimos. Al estar presentes, amplificamos lo que vivimos, enriqueciendo y aportándole valor a nuestras experiencias, dando un mayor sentido a lo que realmente es importante para nosotros.
Acostúmbrate a vivir tu presente
Tal y como hemos visto, para estar verdaderamente presentes debemos encontrarnos en el momento presente. Eso requiere de plena consciencia, y lo que nos ayuda a ser más conscientes es la meditación. La mente nos juega malas pasadas, generalmente nuestros pensamientos están descontrolados y creemos que son ellos los que nos dominan y que no podemos hacer nada al respecto. Esta es una creencia errónea, ya que podemos hacer mucho, hasta el punto de calmarlos, observarlos y orientarlos hacia lo que más nos conviene.
En la práctica de la meditación se aprende esencialmente a eso, a controlar nuestra mente, para ver con una mayor claridad la realidad, lo que experimentamos y las sensaciones que nos genera cada vivencia. Cuando nos acostumbramos a estar más presentes, nos volvemos más flexibles, con una apertura mental que nos lleva a poder adquirir aprendizajes ante cualquier dificultad o adversidad. La rigidez nos esclaviza y nos ata a nuestros viejos hábitos.
Cuando ejercitamos la costumbre de estar presentes, gracias a la meditación, nos encontramos de forma espontánea con nuestras emociones, dejando que salgan a la luz, de esta forma aprendemos a identificarlas para poder gestionarlas, sin ningún tipo de temor ni de rechazo. En cada situación podemos concentrarnos para prestar atención con todos nuestros sentidos. Sentimos cada respiración, para calmarnos cuando algo nos genera intranquilidad, escuchando a nuestras necesidades. Esta es la mejor forma, a su vez, de comprender mejor a los demás y a las conductas que nos disgustan. Solo así podremos establecer relaciones auténticas, profundas y con mayor significado.
En conclusión, a través de la meditación conseguirás centrar la atención y guiarte hacia una vida plena consciente. Y para ayudarte a ello puedes emplear el método Crear Salud, que te guiará a la hora de establecer nuevos hábitos diarios, no solo en lo que se refiere a la meditación, si no también a nutrirte correctamente y a llevar una vida activa, con actos que aporten a tu bienestar integral.
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Brillante la enseñanza!
Muchas Gracias!
Empezar a meditar Es Vital!
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