Nuestro ritmo diario, muchas veces, nos impide disfrutar del momento. El presente ha dejado de ser importante en nuestras vidas y el futuro nos preocupa mucho más que el aquí y ahora. La atención plena es un método de relajación basado en la meditación. Aprender a meditar es un punto clave para sacar el máximo partido al momento actual.

 

Meditación y atención plena

Seguro que muchos ya habéis escuchado hablar del mindfulness. Una técnica budista de relajación que nos permite gestionar mejor las emociones, las actitudes y los pensamientos. Gracias al desarrollo de esta capacidad gestionamos mejor las situaciones complicadas de la vida, sin juzgarnos y aceptándolas como algo necesario y de lo cual aprender.

El mindfulness se basa en la meditación y atención plena. Es decir, en un estado de relajación absoluto, pero consciente, en el cual somos capaces de observarnos en el momento presente. La atención plena pretende unir nuestro yo más interno con el mundo exterior.


 

Su objetivo no es otro que aprender a separar nuestras emociones de los problemas. El mindfulness establece que los problemas no son las situaciones malas de la vida, sino las emociones negativas con las que relacionamos estos hechos. No se trata de eliminar estas emociones, sino de saber gestionarlas adecuadamente para que no nos generen estrés y ansiedad.

 

Técnicas de atención plena

La sociedad actual nos obliga a ser personas multitarea. Nos pasamos el día haciendo varias cosas a la vez. Corriendo de un lado para otro sin pararnos a pensar en lo que sucede a nuestro alrededor. La atención plena y el mindfulness nos invitan a pararnos a contemplar. Aprender a meditar es el primer paso para llegar a una contemplación consciente efectiva. Entre sus muchas técnicas, la meditación es la más importante.

Para empezar a meditar, lo primero es escoger un lugar cómodo y tranquilo. Seguidamente, tenemos que adoptar una postura de descanso. Da igual que sea tumbados o sentados en el suelo. A continuación, aprenderemos a observar nuestra respiración. Sin modificarla. Inhalando y exhalando de forma profunda, pero no forzada. Pronto observarás cómo tus pensamientos intentarán romper ese proceso de respiración consciente. No importa. Déjalos pasar sin juzgarte. A todos nos pasa. Vuelve a fijar tu atención en el aire que tus pulmones toman. Repite esta meditación durante 10 minutos cada día. Verás cómo con el tiempo controlarás mejor tus emociones y pensamientos.

 

 

Otras técnicas de atención plena pasan por meditar mientras hacemos cosas cotidianas:

1. Leer un libro en silencio: deja el mundo del ruido actual y sumérgete en la historia de una novela. Elige un lugar tranquilo (mejor, por la noche) y sé parte de la ficción.

2. Dibujar: coge un papel en blanco y colores. Empieza a dibujar sin pensar. No busques dibujar bien. Lo importante es dejarse llevar. Si tus pensamientos te interrumpen la tarea, llévalos de nuevo a su lugar y continúa dibujando. Cuando termines, rompe el papel. Tu trabajo no debe ser juzgado por nadie. Ni siquiera por ti mismo.

3. Caminar: esta es una de las formas más bonitas de meditar. Ejercitamos cuerpo y mente al mismo tiempo. Presta atención a los pasos que das, cómo los das, tu respiración, los olores y sonidos, etc. Vive el momento de caminar al aire libre con toda intensidad.

4. Escuchar a otra persona: a veces estamos tomando un simple café con un amigo y no somos conscientes de lo que nos está contando. Atendemos al móvil, pensamos en las cosas que tenemos que hacer después… Apaga el teléfono y escucha atentamente la conversación. Al escuchar, no intentes juzgar a tu amigo y acéptalo tal y como es. No intentes cambiar nada.

5. Agradece: una de las mejores maneras de aceptarnos a nosotros mismos pasa por el poder de la gratitud. Nos hemos olvidado de dar las gracias por muchas cosas que damos por hechas. Sé agradecido con el mundo que te rodea. Da las gracias por tu familia, tus amigos, tu trabajo, el sol que ilumina tu día a día, la lluvia que deja brillar las flores, etc. Todo es necesario, por lo que todo es digno del poder de la gratitud.

 

Beneficios de la atención plena

Se ha demostrado científicamente que los pensamientos tienen poder sobre la salud física de las personas. Así pensamos y así somos. Gracias a la atención plena y las técnicas del mindfulness conseguimos reducir las emociones negativas, lo cual repercute en el bienestar general de nuestra mente y nuestro cuerpo.

Los beneficios más destacados de la práctica de la atención plena son:

1. Reduce la ansiedad y el estrés: los estados de relajación reducen los niveles de cortisol, una hormona causante del estrés. La calma y serenidad nos ayudan a tener unos niveles normales de cortisol, necesarios para la energía vital del cuerpo. Al reducir el estrés, inmediatamente se controlan los estados de ansiedad y depresión. Una mente sana es la clave de una buena salud.

2. Disminuye los trastornos del sueño: las personas que sufren de insomnio consiguen conciliar mejor el sueño gracias a la atención plena. Una vez más, el control de las emociones durante el día hace que las noches sirvan para descansar y recuperar fuerzas. Se acabó lo de contar ovejitas hasta altas horas de la madrugada.

3. Mejora la concentración y memoria: entrenar la mente a diario hace que seamos capaces de centrarnos mejor en las tareas que realizamos. La conciencia es parte de la concentración. Ya no haremos las cosas como robots, sino que seremos capaces de disfrutar de ellas y sacarles mucho más partido.

 

 

Las personas que meditan y se hacen más conscientes del mundo que las rodea son personas, por lo general, más creativas, más sociales y con mayores niveles de inteligencia emocional. Los ejercicios de meditación y contemplación nos están permitiendo tener una calidad de vida mucho mejor. Disfrutamos más de todo lo que hacemos, somos agradecidos y aceptamos los problemas como algo necesario para seguir aprendiendo. Lo que antes eran obstáculos, ahora son oportunidades.

En conclusión, cada vez más expertos del mundo de la medicina y la psicología insisten en la importancia de cuidar de nuestra mente, tal y como propone el método Crear Salud.

Debemos ser conscientes de que para llevar una vida saludable también necesitamos nutrirnos adecuadamente y activarnos haciendo cosas que aporten a nuestro bienestar integral. Pero, además, herramientas como la app Siente – que puedes descargarte aquí – pueden ser grandes aliadas para practicar la atención plena y liberarte del estrés. Su metodología es sencilla de usar, pues incluye el mindfulness y la psicología positiva para mejorar tu bienestar y, en consecuencia, ser más feliz.


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