Tener que afrontar un cáncer se ha convertido, por desgracia, en algo bastante habitual actualmente. Todos conocemos algún caso de cáncer, ya sea en nuestra propia familia o en nuestros círculos de amistad más cercanos. Esta enfermedad en su diagnóstico no tiene por que ser terminal y el ejemplo de ello es la gran cantidad de personas que han logrado superar un cáncer y seguir con sus vidas.
La persona que ha sido diagnosticada de cáncer sabe muy bien el impacto que supone dicha noticia, en un momento la vida cambia por completo. No es de extrañar que al pasar por esta enfermedad la gran mayoría de personas cambien radicalmente sus vidas, su comportamiento, su actitud, e incluso su forma de relacionarse. Todo se ve de una forma muy diferente, la vida adquiere otras dimensiones que no se habían contemplado anteriormente.
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En estos momentos tan difíciles como los de tener que afrontar un cáncer la ayuda psicológica es un recurso muy recomendable. Cuando la persona que padece el cáncer recibe esta noticia, su mundo de repente se derrumba, y la desorientación con respecto a todas las áreas de su vida es bastante considerable. Sus amistades, sus familiares, su pareja… Todas las personas cercanas y queridas lo sufren y esto también causa un gran dolor emocional.
Bajo estas circunstancias nadie está preparado para seguir adelante sin ayuda, nos faltan recursos para afrontar una noticia así, y una de las formas de ir adquiriendo estos recursos que nos permitan hacerle frente al cáncer y a poder vivir con dignidad con una cierta calidad de vida, es la ayuda psicológica. Veremos a continuación por qué necesitamos de esta ayuda y para qué nos sirve en una situación así.
Actitud para afrontar un cáncer
Los profesionales y familiares acostumbrados a tratar con personas con el diagnóstico de cáncer, y los propios diagnosticados, saben muy bien la importancia que tiene la actitud para que los síntomas se manifiesten de un modo más o menos agresivo. Recibir el diagnóstico de un cáncer supone un duelo, puesto que es una pérdida significativa de la salud y de las expectativas de futuro.
Como cualquier otro duelo, la persona diagnosticada pasa por todas sus etapas: por la negación, tristeza, rabia y negociación, hasta llegar finalmente a la aceptación de la realidad. Es fácil quedarse anclado en alguna de estas etapas, pudiendo derivar en una depresión o crisis de ansiedad. Tener un cáncer y, además, anclarse en un estado emocional de forma constante amplifica el sufrimiento, y habitualmente los síntomas del cáncer empeoran bajo este contexto.
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Generar un contexto en el que la persona pueda hacer su duelo y enfocar la realidad para poder afrontarla es uno de los objetivos fundamentales de la ayuda psicológica. Resulta más difícil afrontar algo que no estamos dispuestos a aceptar, ¿no crees? Cuando la situación no se acepta no es por desgana, debilidad, ni por ignorancia, simplemente es porque la persona se percibe sin los recursos suficientes como para afrontar algo así, y esto supone un rechazo que desemboca en un gran dolor emocional.
Quien va a ayudar a la persona a que se perciba con los recursos suficientes para afrontar el cáncer que le ha sido diagnosticado, con lo que ello supone, es un profesional de la psicología, o el psicooncólogo, que es el profesional especializado para este tipo de situaciones.
Afrontar un cáncer no significa acabar ni destruir el cáncer, la persona afectada no es la que va a curar su cáncer a través de su conducta. Lo que si puede hacer esta persona es disminuir el sufrimiento de sus síntomas, y llevar una vida lo más normalizada posible dentro de su situación particular. La actitud sirve, sobre todo, para cambiar la perspectiva de víctima a la de yo soy quién decide cómo quiero vivir, asumiendo el control y la responsabilidad de la propia existencia. Incluso esta actitud puede generar conductas y hábitos saludables que ayuden a que el cáncer se desarrolle y se manifieste de otra forma menos traumática.
El sentido de la ayuda psicológica en pacientes con cáncer
El sentido que tiene la ayuda psicológica ante este tipo de problemáticas es el de, como hemos explicado, ayudar a afrontar el duelo, proporcionando los recursos suficientes a la persona como para que haga un cambio de actitud ante la enfermedad; no luchando contra ella, sino fortaleciéndose para afrontar sus síntomas reduciéndolos todo lo posible.
El sentido que tiene este tipo de ayuda también es el de proporcionar estilos de vida saludables, para prevenir los pensamientos autodestructivos y las emociones mal gestionadas. En estos procesos a las personas con diagnostico de cáncer les surgen todo tipo de pensamientos, que acaban por generar un descontrol y un desequilibrio emocional. Estos pensamientos que llegan de forma caótica arrastran a la persona hacia la desesperación y la impotencia.
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Desde la ayuda psicológica se utilizan técnicas como la meditación para que las personas que están gobernadas por este tipo de pensamientos, que les generan ansiedad y sufrimiento, se hagan cargo de su mente, y no se dejen llevar y arrastrar por los pensamientos que van surgiendo constantemente. La meditación, además, ayuda a estas personas a que calmen su mente y relajen su cuerpo. Esta demostrado que este tipo de relajación y concentración permite aliviar los dolores y a gestionar de una forma más sana las emociones.
La manera de vivir y de experimentar nuestras vidas tiene una gran influencia sobre nuestro organismo. Una psique serena nos genera una actitud positiva ante los sentimientos de indefensión, de impotencia y de soledad. El estrés genera hormonas en nuestro organismo que nos desequilibran. Si transformamos este estrés en calma nuestra percepción cambia y, en consecuencia, nuestra actitud para afrontar las peores de las dificultades y adversidades.
La ayuda psicológica en este sentido con personas que tienen un diagnostico de cáncer es muy claro. Consiste en que se sientan acompañadas en un proceso que puede resultar muy duro, que está lleno de cambios importantes, y que requiere de una gran fortaleza mental para poder ver la enfermedad como una oportunidad para generar hábitos saludables, y modificar la actitud orientándola hacia el sentido de sus propias vidas.
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