Nuestro día a día está lleno de estrés, de impaciencia, nos movemos de un sitio a otro sin parar y sin pensar en lo que realmente nos llena. En definitiva, no tenemos tiempo para nosotros. La meditación es una herramienta que nos ayuda a alejarnos de la angustia emocional y nos guía a la atención plena que realmente necesitamos.
La inestabilidad de las situaciones y el poco tiempo que tenemos para aprender a controlarlas hacen que nuestros pensamientos, emociones e incluso nuestro cuerpo se vuelva más vulnerable. Por ello, realizar pequeñas prácticas de meditación nos puede beneficiar a la hora de conocernos internamente, aunque nuestro tiempo sea escaso. El maestro de meditación, Ponlop Rinpoche, afirma:
«Si solo tenemos cinco minutos para meditar, nos decimos: ‘Oh, cinco minutos no es nada. No basta con cambiar mi vida. Necesito practicar durante al menos una hora’. Esa es una lógica muy convincente en el momento. Sin embargo, si tomas esos cinco minutos para meditar, te estás habituando a la práctica de llevar la atención plena a los momentos ordinarios de tu vida»
Las meditaciones rápidas son una vía de escape que se pueden realizar en cualquier lugar y en cualquier momento. Solo se necesitan dos minutos para hacerlas.
Breves meditaciones
El poder de la buena voluntad
Empezar cada día con un pensamiento positivo, tener en mente la bondad y la amabilidad a la hora de realizar cualquier acto es una de las prácticas de la meditación. Es importante saber transmitir estos valores a todos los que nos rodean en un orden:
- Ofrecer pensamientos de buena voluntad a uno mismo.
- Hacer conocer estos valores a las personas que queremos y que son importantes para nosotros.
- Difundirlos entre personas con las que nos sentimos neutrales.
- Por último, a personas que no son de nuestro entorno habitual.
La buena voluntad es a menudo el mejor lugar para comenzar, sobre todo si expresamos a los demás los aspectos positivos de la meditación, sentir esa compasión por los demás. Para el maestro tibetano Thupten Jinpa la comprensión es el momento actual, el momento de meditar es el ahora.
Cuando reflexionamos nos interconectamos los unos con los otros dando mayor sentido a nuestra existencia y beneficiándonos entre nosotros.
Tenemos que ser conscientes de que formamos parte del mundo, de nuestra vida y de la vida de los que nos rodean. No hay un yo separado ni duradero.
La conciencia emocional
La práctica de la conciencia emocional consiste en llegar a conocer íntimamente la capacidad de nuestras emociones. Percibir con precisión los sentimientos que nos atormentan y aceptarlos para saber cómo nos afectan personalmente.
Ayuda a iluminar las dificultades o dolores que tenemos y que muchas veces no somos capaces de ver, o dolores que nos rodean para aprender a sentirnos más competentes con nuestras vidas. El budista y activista social Ken Jones nos aconseja buscar el origen del problema y hacernos las siguientes preguntas:
¿Cómo he respondido a esta aflicción?
¿Cómo ha traído sufrimiento mi respuesta?
¿Qué dice que deje de lado esta aflicción?
¿Por qué tengo dificultades para darme cuenta de mi respuesta emocional a esta aflicción?
La pausa
Para que la mente se relaje y nos dirija hacia un entorno de tranquilidad y paz en los momentos más escasos que tenemos durante el día, la práctica de la pausa es el ejercicio perfecto. De camino a casa o al trabajo, disfrutando de un paseo por el parque o incluso cuando vas de la cocina al salón de tu casa, son momentos únicos para aprovechar e intentar practicar la pausa. Os dejamos una mini- meditación de la maestra budista Pema Chöndrön y que ha inspirado a millones de personas:
«Tome tres respiraciones conscientes.
Pausa.
Que sea como hacer estallar una burbuja.
Deja que sea un contraste con estar atrapado, y luego continúa.»
Auto-aceptación y auto-compasión
Cuando nos miramos en el espejo debemos sentir amor propio por lo que vemos, podemos pensar que tenemos imperfecciones, pero la auto-aceptación es el primer paso para darnos cuenta de lo bellos que somos por dentro y por fuera.
Darnos la importancia que realmente tenemos y motivarnos a mejorar en cada aspecto de nuestro ser.
La auto-compasión es tener claro que nuestra vida tiene momentos de desesperación, situaciones dolorosas por las que luchar, como una enfermedad, una ruptura o el despido de un trabajo, son situaciones que vivimos todos y cada uno de nosotros por lo que es importante ser conscientes de ello y tratar de aceptarlos con comprensión. Ver la luz al final del túnel.
Nos ayudará a afrontar los problemas y ser menos críticos con nosotros mismos.
Cultivar la calma con mini- meditaciones
Sentirnos conectados con nuestro yo interno y el mundo exterior es uno de los pilares de la meditación. El mundo que nos rodea y por el que muchas veces vivimos situaciones de desenfreno que afecta gravemente a nuestra mente y cuerpo es el impulsor para llevar a cabo estas pequeñas prácticas de meditación.
Aprender a respirar
¿Respirar? Sí. Lo hacemos todos los días pero no sabemos lo importante que es relajar el cuerpo con una buena respiración. Solo necesitas un instante para respirar profundamente tres o cuatro veces y sentirte realmente vivo. Gozar de un día más de vida.
Concentrarnos en un pensamiento
Consiste en reconectarnos con lo que aparece en nuestra mente y caer en los sentimientos o pensamientos que más nos rondan a lo largo del día por la cabeza, focalizarnos en ellos y saber por qué nos afecta. Es una práctica que no necesita de ningún lugar concreto. Simplemente cierra los ojos y reflexiona.
Dedicarnos un instante cuando nos levantamos
Es verdad que el momento más duro de nuestra rutina es cuando nos suena la alarma y tenemos que empezar un largo día. Sin embargo, parar de pensar en lo que nos espera durante el día y concedernos 3 minutos de calma en la cama, es una práctica rápida de meditación. Empieza el día con alegría y olvídate de los problemas.
Meditación como vía de escape
La meditación nos ayuda a cultivar la calma y la claridad de las emociones, a mejorar nuestra salud y nuestro estilo de vida. El objetivo de estas meditaciones rápidas es poder hacerlas en cualquier momento y lugar, sin preocuparnos del poco tiempo que tenemos y centrándonos en conocernos mejor con estas pequeñas experiencias.
No tengamos miedo a abrir nuestros peores sentimientos y emociones. Es el primer paso para conocernos internamente.
En conclusión, la meditación podrá permitirte ‘parar’, y experimentar de primera mano los beneficios de llevar una vida consciente y saludable. De esto mismo trata el método Crear Salud, que te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa.
Anímate y prueba la app Siente – que puedes descargar aquí – y se convertirá en tu mejor compañera para guiarte en el camino de la meditación. Se trata de una metodología muy sencilla, que te abrirá las puertas del mindfulness y la psicología positiva, para mejorar tu bienestar y en definitiva, ser más feliz.
Fuente: Lion’s Roar