La sociedad que entre todos hemos creado se caracteriza por el culto a la velocidad. Aquel que va más deprisa suele creer que llegará antes y mejor. Vivimos empujados a llevar a cabo actividades de forma compulsiva y a tener una agenda bien llena, que nos haga sentir importantes.

Además de hacer muchas cosas, necesitamos, a la vez, estar planificando diversos proyectos que llevaremos a cabo en el futuro.

Precisamente, esa es la droga a la que todos somos adictos, el futuro. Tenemos un continuo síndrome de abstinencia de lo que la próxima experiencia nos traerá, siempre corriendo detrás de aquello que aún no ha llegado.

 

¿Dónde estás cuando no estás aquí?

¿Cuántas veces estás en el trabajo mentalmente mientras tu cuerpo está en la ducha? ¿Cuántas vacaciones transcurren planeando las del año siguiente? ¿Cuántos momentos de placer has vivido impregnados por la preocupación de cuando acaben?

Y mientras tanto, la vida real, aquella que se desarrolla solo y únicamente en el momento presente, va pasando delante de nuestras narices, mientras nos afanamos en solucionar el futuro que aún no ha llegado.


Podemos pasarnos toda la vida así, corriendo de momento en momento, y mientras tanto, las consultas de especialistas en salud mental están abarrotadas de personas que sienten ese gran vacío tan característico de nuestro tiempo.

Lo que hemos olvidado es que ese vacío solo se llena viviendo, y el vivir solo existe en el momento presente Pero si no somos capaces de experimentar ese momento en toda su magnitud, perdemos la parte nutritiva que nos ofrece.

Como te habrás podrido dar cuenta, cuando hablamos de vivir el ahora, estamos hablando de algo que no es fácil. Desterrar hábitos tan arraigados es una tarea difícil, pero no imposible. Además, es algo que todo ser humano está llamado a llevar a cabo. Antes o después nuestro destino es vivir y disfrutar de la vida, y eso solo se consigue cuando accedemos al poder que da el momento presente.

Empecemos entonces, por ser conscientes de este «sin vivir» que nos caracteriza. ¿Te sientes ansioso y/o estresado habitualmente? ¿Sientes como si estuvieras llegando pero que nunca llegas? ¿Notas un vacío interno que crece con el paso del tiempo?

Si te identificas con estás preguntas, ya has dado el primer paso. Te has dado cuenta de que necesitas redirigir tu vida hacía el verdadero vivir : hacia el aquí y ahora.

 

¿Cómo empezar a vivir en el aquí y ahora?

– Observa el fluir de tus pensamientos: Procura ser consciente de toda la maraña de pensamientos que continuamente ocupan tu mente. Preocupaciones, rencores, expectativas, miedos… Todo eso no son más que viajes al futuro o al pasado que nada tienen que ver con lo que de verdad está ocurriendo ahora. Cada vez que te des cuenta de que un pensamiento de ese tipo te visita, despídele con agradecimiento, dile que no le necesitas.

– Reserva momentos para estar en la naturaleza: Un buen  paseo por la naturaleza conseguirá recargar tu batería sin que tú hagas nada. Solo el hecho de estar rodeado de tanta paz hará que irremediablemente te traslades al momento presente. Procura observar todo aquello que encuentras a tu paso sin nombrarlo. Solo observa.

– Desconecta de las redes sociales: En la medida de lo posible, procura relacionarte directamente con otras personas. El relacionarnos a través de las redes sociales no nos proporciona los beneficios de disfrutar de la relación, ya que la otra persona no interactúa de una forma real con nosotros. A veces, invertimos mucho más tiempo en relacionarnos a través de estos medios que teniendo a un amigo o a un familiar al alcance de la mano.

– Práctica el silencio: El hecho de dedicar ciertos momentos del día a la práctica del silencio, consigue impregnar el resto del tiempo de una sutil inclinación hacía la interiorización. Según sea tu disponibilidad, practica el arte de no hacer nada diez o quince minutos por la mañana o por la noche, Puedes llamarlo meditación, mindfulness, da igual. El caso es que seas capaz de sentarte a respirar y poco más.

– Proponte hacer solo una cosa en cada momento: Por mucho que nos parezca difícil, esta es una de las mejores formas de entrar directamente en la paz del ahora. Cada vez que tu mente comience a angustiarte con sus preocupaciones, miedos y demás parloteo, dirige tu atención a aquello que estés haciendo profundamente. Da igual que lo que hagas sea lavar los platos o un proyecto de alta ingeniería. Solo centra profundamente tu atención en cada pequeño detalle y verás como sientes un alivio inmediato.

– Practica cualquier deporte: El hecho de hacer algún tipo de deporte, el que más te guste, es una magnifica herramienta para llevarte al momento presente. Al pasar la atención al cuerpo, consigues que durante un buen rato tu mente ralentice su continuo rumiar. Además, el hecho de hacer ejercicio hace que nuestro cuerpo segregue mayor cantidad de hormonas de la felicidad.

 

 

Con un poco de práctica y cierta disciplina, podremos llegar a vivir una vida completamente distinta. Ser capaces de vivir en el ahora, aunque solo sea en determinados momentos, consigue llevarnos a una dimensión de nuestro ser más profundo que tiñe la vida de color y alegría sin causa.

Cuando conseguimos hacernos amigos del momento presente y aceptarlo tal y como se presenta, sentiremos que cualquier sitio y momento es nuestro hogar. Además, en esa aceptación se incluye una paz que solo conseguimos cuando no hay rechazo a ninguna de las formas que presente ese momento.

De esta forma, conseguimos que el pasado, con todas sus heridas y cicatrices, deje de tener poder sobre el momento presente y que el futuro se nos presente mucho más amigable y apetecible.

El vivir en el ahora nos da a conocer aquello que la vida nos tiene preparado, más allá de nuestras expectativas o deseos propios. Nos posiciona en una actitud de disponibilidad que evita los frenos que antes poníamos para conseguir disfrutar de verdad. Como dijo el «maestro del ahora» Eckhart Tolle: «En lugar de preguntarte ¿qué es lo que quiero de la vida?, una pregunta más poderosa es ¿qué quiere de mí la vida?» .

Y en esto te puede ayudar el método Crear Salud, que se convertirá en tu mejor compañero para llevar la atención plena y la meditación a tu día a día. Además, en este método también fomentamos y aconsejamos sobre una correcta nutrición y una vida más activaDescárgate la App Sienteaquí puedes hacerlo y empieza a disfrutar de los beneficios del mindfulness y la Psicología Positiva. A partir de una metodología muy sencilla, emprenderás el camino para mejorar tu bienestar y acercarte a una vida más feliz.

 


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