La meditación está experimentando una gran popularidad en la cultura occidental en los últimos años. Esta técnica, que en Oriente es una práctica milenaria, nos aporta muchos beneficios que estamos empezando a experimentar. Si eres de las personas que nunca ha meditado y te lo has planteado como propósito saludable para el nuevo año, quizá no sepas que es más fácil de lo que parece, sobre todo si utilizas aplicaciones como SIENTE. Vamos a darte las pautas que necesitas para comenzar a meditar.
Meditar para salir del estrés
El momento en el que vivimos nos empuja a vivir muy deprisa. Estas prisas están acabando con la salud mental de muchas personas. El estrés es el principal enemigo de nuestra salud física y mental. Sin embargo, vivir sin que el estrés nos domine se está haciendo cada vez más difícil.
La meditación, la relajación y el mindfulness son técnicas que nos ayudan a a calmar nuestra mente y, en consecuencia, nuestro cuerpo. Introduciendo cualquiera de estas prácticas en nuestra vida diaria conseguiremos más calidad de vida.
La meditación no siempre es fácil pero tampoco es una práctica difícil. Como todo en la vida, es cuestión de perseverancia, disciplina y paciencia. Es muy importante que tengamos en cuenta que el hecho de meditar cada día aportará numerosos beneficios a nuestra vida. Con el tiempo y con la práctica la meditación se convertirá en un hábito que no podremos abandonar con facilidad.
Beneficios de la meditación
La meditación es, sobre todo, una de las mejores maneras de alejar el estrés y sus efectos negativos de nuestra vida. Además de esto, afecta positivamente a nuestro sistema inmunológico. También nos ayuda a aumentar la concentración y mejora la capacidad de atención. Algunas personas también han notado que, gracias a la meditación, aumenta su tolerancia al dolor. Otro de los efectos beneficiosos que tiene la meditación es que mejora las funciones cognitivas y la memoria. Así mismo, es la mejor manera de potenciar la aparición de pensamientos positivos.
Comenzar a meditar
Si quieres comenzar a meditar lo primero que debes de hacer es buscar un hueco en tu agenda. Es muy importante que encuentres un momento del día en el que estés tranquilo y no vayas a ser molestado. Lo ideal sería que fuera todos los días a la misma hora. Imagina que el rato que vas a dedicar a meditar es una cita importante que tienes contigo mismo. ¿Existe alguna otra persona en tu vida más importante que tú?
Cada persona es diferente, por eso tú serás el que elija cuál es la mejor hora del día y en qué postura te encuentras más cómodo. Es muy posible que esto te lleve unos cuantos días, no pasa nada, es normal. Al ser una práctica nueva hay que ir probando hasta encontrar lo que más te convenga. Lo más importante es que tengas mucha constancia y que no abandones antes de haber experimentado los grandes beneficios que esta práctica te ofrece. Además, con el tiempo cada vez los beneficios serán mayores. Vamos a ver qué pautas es importante que observes para meditar correctamente:
Ropa cómoda
La mejor manera de poder concentrarte en la meditación es que nada te estorbe. Por ese motivo, antes de empezar te vestirás con ropa cómoda que no te apriete. Cualquier tipo de vestimenta que sea ancha y que no te de demasiado frío o calor estará bien. Muchas personas encuentran muy cómodo quitarse los zapatos. El reloj y cualquier otro complemento que te puedan molestar es mejor quitártelos.
Un lugar tranquilo
Lo más importante es elegir un sitio donde nadie vaya a molestarte. El lugar es lo de menos. Puede ser una habitación, un parque, la playa o, tal vez, una iglesia. Solo es necesario que el lugar te brinde la tranquilidad necesaria para que te puedas sumergir tranquilamente en la práctica.
La postura
Como ya hemos dicho, cada persona prefiere una postura. Lo único que debes de observar es que tu espalda esté recta. Hay personas que se sientan en una silla, otras en el suelo. Algunas se apoyan en la pared y, sin embargo otras, no necesitan hacerlo. También existe la posibilidad de hacer la meditación tumbados aunque esta postura nos puede llevar a quedarnos dormidos. Una vez encontrada tu postura, vigila tu espalda y las tensiones que pudiera haber. Respira profundo varias veces y relaja los brazos y los hombros.
Observa tu respiración
Cierra los ojos y comienza a poner atención en tu respiración. Siente como el aire entra y sale de tu cuerpo con tranquilidad. Simplemente observa como se produce tu respiración y sé consciente de ella. Cuando seas un meditador experimentado podrás hacer otros tipos de meditación que se centran en el interior del cuerpo o en diferentes sonidos. De momento, solo necesitas estar un rato sintiendo tu respiración.
Observa tus pensamientos
Lo normal es que nada más empezar a meditar los pensamientos surjan de la misma manera que lo hacen siempre. Entre los muchos pensamientos que llegarán a tu mente es totalmente seguro que encontrarás aquellos que te hagan dudar acerca de si estás meditando bien o no. No pasa nada, es normal. Lo único que tienes que hacer es observar qué pensamientos llegan. Nada más. Solo los observas y te darás cuenta de que desaparecen.
Esta observación te convierte en testigo de tu mente haciendo que dejes de identificarte con tus propios pensamientos. Procura no dejarte llevar por esos pensamientos. Recuerda que lo único que tienes que hacer es observarlos. Si alguno de ellos te arrastra, no pasa nada, cuando seas consciente vuelve a tu respiración y comienza de nuevo a observar. Y sobre todo, ten presente que no existe nada que sea meditar bien o meditar mal.
Aumenta el tiempo de tus meditaciones
Al principio con meditaciones de 10 o 15 minutos es suficiente. Según te vayas sintiendo cómodo es muy posible que te apetezca estar más tiempo. Eso es algo que tienes que decidir tú porque no hay regla fija. También la hora del día dependerá de tus gustos. Algunas personas necesitan empezar el día meditando para centrarse. Sin embargo, otras encuentran que la meditación es la mejor manera de relajarse antes de ir a dormir. ¡Confía en ti mismo y en tus sensaciones!
En conclusión, si aplicas esta práctica en tu día a día conseguirás ejercitar y cuidar tu mente. Y ese es el camino que sigue el método Crear Salud, que, además, no solo trabaja con la meditación y la atención plena, sino que también busca fomentar una correcta nutrición en las personas, así como una vida activa.
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