Cada día son más las personas que se interesan por empezar a meditar. Vivimos en un momento de la historia en el que es sumamente fácil perder el equilibrio. La meditación es una gran ayuda para volver a conectar con nosotros mismos y equilibrar nuestras vidas.

Existen distintos tipos de meditación. En esta ocasión vamos a hacer un pequeño recorrido por el tipo conocido como meditación transcendental.

 

Maharishi Mahesh Yogi

¿Qué es la meditación trascendental?

Este tipo de meditación data de hace 3.500 años en la India y ha sido difundida en nuestros días  por Maharishi Mahesh Yogi. Según cuenta Maharisi, esta técnica llegó hasta él cuando se encontraba en un retiro de silencio, en el que estuvo dos años, en el Himalaya. La práctica está basada en el yoga. Con base en esta filosofía se han fundado 1.000 centros de meditación y universidades en 130 países. El hecho de que los Beatles se hicieran discípulos suyo multiplicó su fama.

La meditación trascendental es una técnica que requiere poco esfuerzo, bastante simple y a la vez muy poderosa. Es una método ausente de cualquier control mental. No se trata de un estado intelectual, se trata de dejar que los pensamientos fluyan sin ponerles atención y esperar a que se disuelvan. De esta forma, el cuerpo entra en una alerta relajación, donde se une con la mente en una conciencia plena.


Podríamos decir que, dentro de las distintas modalidades de meditación, es la técnica más sencilla y eficaz. Se puede practicar dos veces al día durante aproximadamente quince minutos, en una postura cómoda y con los ojos cerrados. Es importante conseguir que la mente pueda  ir más allá del pensamiento. Se trata de procurar encontrar el espacio interior donde se encuentra nuestra creatividad y silencio profundo.

Deberíamos tener claro que la meditación trascendental no es una filosofía o una religión. Tampoco es necesario que hagamos ningún cambio en nuestro estilo de vida. Se trata simplemente de que, de forma natural, seamos capaces de ir más allá del pensamiento. Podría decirse, que esta meditación consigue crear un estado de alerta dentro de un estado de calma. El meditador experimenta una profunda relajación interna que le aporta importantes beneficios, tanto en ese momento, como más allá de la meditación.

Lo que dice la ciencia

Son numerosos los estudios que manifiestan que la meditación trascendental aporta numerosos beneficios a los que la practican. Se han llevado cabo más de 600 estudios en 250 universidades e instituciones en 33 países, Todos ellos han podido demostrar que esta técnica consigue reducir el estrés, la agitación y la ansiedad y aumentar la sensación interna de paz. También se ha observado que es eficaz para normalizar la tensión arterial. Así mismo, se ha podido ver que contribuye a construir relaciones humanas más plenas y satisfactorias.

Fuente: Pixabay/ lioness88

Condiciones necesarias previas a la meditación

– Encuentra un sitio tranquilo: Lo ideal es encontrar un sitio donde sepas que no serás molestado y, a poder ser con luz tenue.

– Adopta una postura cómoda con los ojos cerrados: La respiración debe ser suave, rítmica y profunda. La espalda permanecerá recta y te sentarás en una silla o en postura de loto o medio loto. La postura no es tan importante como el hecho de que te encuentres cómodo y con la espalda recta.

– Procúrate comodidad física: Has de vestir ropa cómoda. Tu estómago no debe estar ni muy lleno ni muy vacío. Vacía tus intestinos y tu vejiga antes de comenzar. Intenta que tu lengua esté plana y relajada y que la punta toque los dientes inferiores.

Comenzando la práctica

– Comienza respirando: Una vez que te hayas situado cómodamente y que hayas cerrado tus ojos comienza a observar tu respiración. Comienza inspirando por la nariz de forma lenta y profunda. Intenta mantener el aire un poquito en tus pulmones. Cuando no puedas más exhala suavemente y despacio. Repite varias veces hasta que vayas notando que comienzas a relajarte.

Podrías contar hasta 8 en cada inspiración y lo mismo en la exhalación. De esa forma la mente se focaliza en algo diferente a los pensamientos que puedan aparecer.

No obstante, seguro que irán apareciendo pensamientos. No pasa nada, obsérvalos pero no les prestes atención. No te resistas a ellos. Solo obsérvalos y espera a que pasen.

 

Fuente: Pixabay/terimakashi0

 

– Repite una palabra o sonido: Emplea la palabra que más vaya contigo. Podría ser un mantra o una palabra que te inspire de alguna forma. Puedes utilizar nombres de deidades o, por ejemplo, alguna palabra que te guste como por ejemplo «paz» o «amor». La palabra no importa, lo que si es importante es que la mente quede suspendida en gran medida. Que sean eliminados los deseos de cualquier tipo. La mente debe de estar despierta pero tranquila, en un profundo equilibrio.

Los monjes Zen utilizan la palabra japones Mu que significa nada. Se ha probado de forma experimental que da igual la palabra que se use. Lo que si es importante es no intentar retener esa palabra. Muy al contrario, lo ideal es dejarla flotar. Cuando se desvanezca y un pensamiento venga a sustituirla, volverás a pronunciarla mentalmente, dejando que ella sola actúe.

Mantén este estado durante aproximadamente veinte minutos. Al principio es recomendable poner una alarma que te avise de cuando llevas ya el tiempo determinado.

De vuelta a la realidad cotidiana

Cuando suene la alarma no te levantes rápidamente. Muy despacio, abrirás los ojos y mirarás a tu alrededor. Disfruta un rato, sin moverte, de la sensación de paz mirando a tu alrededor, sin más. Después comienza a mover lentamente las manos, los brazos, el cuello. Finalmente te puedes levantar.

Tras la meditación, seguro que te sentirás más ligero, y sobre todo más relajado. Lo mejor de todo esto es que esta sensación de paz y plenitud te acompañará todo el día. Quizá después de un rato pierda la frescura del principio, pero, puedo asegurarte, que esa paz se instala dentro de ti y conseguirá aportar un gran equilibrio al resto de tu vida.

Aquí te dejo un vídeo en el que el Dr. Willian Stixrud explica los numerosos efectos de la meditación en el cerebro.

 

Recuerda que la meditación te permite ‘parar’, y experimentar de primera mano los beneficios de llevar una vida consciente y saludable. De esto mismo trata el método Crear Salud, que te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa.

Anímate y prueba la app Sienteque puedes descargar aquí – y se convertirá en tu mejor compañera para guiarte en el camino de la meditación. Se trata de una metodología muy sencilla, que te abrirá las puertas del mindfulness y la psicología positiva, para mejorar tu bienestar y en definitiva, ser más feliz.


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