Vivimos en un momento histórico de exceso de información y de datos. Cada día, recibes muchos estímulos de comunicación, tantos que te resultaría imposible cuantificarlos al final de la jornada. Piensa, por ejemplo, en la retroalimentación que recibes en las redes sociales o en el conocimiento de ese contenido viral que está tan de moda actualmente. Y es posible que haya momentos en los que haces dos cosas a la vez. Por ejemplo, ver la televisión y consultar el teléfono móvil. A partir de esta situación, la atención dispersa es una realidad frecuente en el contexto actual, es decir, la dificultad de mantener la concentración fija en un punto determinado.

La mente no es una máquina, no funciona con un piloto automático. Por esta razón, es fundamental que adoptes medidas proactivas para cuidarte y potenciar tu concentración. ¿Por qué la meditación y la psicología positiva te ayudan a conseguirlo?

El descanso influye en la concentración

Uno de los efectos positivos de la práctica de meditación es un incremento en la experiencia del descanso diario. La falta de descanso de calidad también se ve condicionada por las interrupciones tecnológicas que vives cuando consultas las novedades de WhatsApp en mitad de la noche.

Cuando inicias el día con cansancio previo, este síntoma refleja la necesidad de un relax real. Por ello, gracias a la influencia constructiva que la meditación produce en el descanso, tu cuerpo y tu mente se nutren de las vitaminas de este confort.


 

Gimnasia mental

El ejemplo de la importancia del entrenamiento físico es evidente en la realización de un deporte para el que el deportista se prepara a conciencia a través del establecimiento de unos hábitos y rutinas. ¿Qué significa esto? Tu mente también puede fortalecerse a partir de la gimnasia emocional de la meditación. Sin embargo, como ocurre con el entrenamiento físico, es muy posible que durante el primer día no observes resultados visibles. Sin embargo, a partir del hábito de la constancia adquieres una mejor gestión emocional.

 

Sentirte bien en el silencio

Estás tan acostumbrado a recibir estímulos constantemente que el aburrimiento es un concepto lejano en tu vida. Eso no significa que el silencio resulte aburrido, sin embargo, en ocasiones, el cerebro interpreta esta falta de estímulos inmediatos como una sensación de tedio.

En esos casos, surge el deseo interno de romper esa dinámica por medio de una acción concreta, por ejemplo, encender la televisión. Por el contrario, a través de la práctica de la meditación te familiarizas con el silencio y la introspección como pilares fundamentales de una vida feliz. Es decir, en una situación de este tipo, ya no experimentas estrés o incomodidad en esas situaciones, sino que te sientes como en casa.

Ejercitar la mente

¿Cuántos números de teléfono que antes te sabías de memoria ahora desconoces completamente ante la comodidad de consultar el dato automatizado en la agenda del móvil? Este es solo un ejemplo de cómo la tecnología mejora de forma sobresaliente la vida del ser humano en términos de comodidad.

Sin embargo, esta comodidad aplicada a la mente también tiene consecuencias contraproducentes. Y es que tu mente puede acomodarse en una zona de confort intelectual. A través de la práctica de la meditación ejercitas tu mente. Por ello, aumenta tu nivel de concentración.

Reducción del estrés y la ansiedad

Los niveles de estrés y ansiedad son agentes que dificultan de forma considerable el nivel de atención y concentración. Sin embargo, la meditación es terapéutica para minimizar el impacto que este estado de ánimo produce en el presente del protagonista.

El poder inspirador de la meditación reside en esa clara vocación de impulsar al ser humano a vivir el presente de verdad. Un ejercicio de conciencia plena en relación con la fuerza del ahora que con tanta frecuencia se rompe por esa tendencia de la mente de evadirse del presente a través del viaje al pasado o la anticipación del futuro.

 

 

A través de la práctica de la meditación, ejercitas esta filosofía de vivir el presente, no de un modo metafórico, sino al pie de la letra. Es decir, pones en la práctica aquello que sabes en la teoría para aprovechar mejor el instante. Cuando vives el presente, de un modo natural, como un efecto secundario de felicidad, tu nivel de concentración aumenta.

Muchas dificultades de memoria y despistes se producen a partir de la tensión emocional que experimenta aquel que se siente acelerado en su vida. A través de la práctica de la filosofía slow descubres la importancia de tomarte las cosas con calma.

Silenciar las preocupaciones

¿Cuánto espacio ocupan las preocupaciones en tu mente? ¿Cuántos quebraderos experimentas a partir de ideas negativas, miedos y sufrimientos?

Cuando caminas ligero de equipaje emocionalmente, tu nivel de atención consciente en el ahora mejora. Ya que no tienes esa distracción constante de fantasmas psicológicos que renacen en forma de ladrones de energía que no te aportan nada nuevo. La meditación te ayuda a gestionar mejor esas situaciones. Y, gracias a ello, tu nivel de concentración aumenta de forma visible.

 

Ser y estar

La búsqueda de la felicidad nunca nace en relación con la apariencia de la imagen que proyectas ante los demás. La raíz de la alegría está alineada con el plano del ser y el estar. A través de la meditación entras en diálogo con este plano de realidad.

Es decir, profundizas en quién eres y cómo te sientes. Conectas con tu verdad más íntima y verdadera. Y cuando la relación que tienes contigo mejora de forma cualitativa, tu nivel de concentración también se fortalece.

Por tanto, tu nivel de concentración aumenta cuando alcanzas el equilibrio interior. La meditación te ayuda a tomar conciencia de emociones, sensaciones y vivencias que, en medio del ruido cotidiano, pasan desapercibidas. Sin embargo, cuanto más te conoces, mayor es la fuerza de tu autoestima. La práctica de la meditación cultiva la mente con amplias dosis de optimismo, atención y serenidad vital.

En conclusión, la meditación podrá permitirte ‘parar’, y experimentar de primera mano los beneficios de llevar una vida consciente y saludable. De esto mismo trata el método Crear Salud, que te ayudará a establecer nuevos hábitos en tu día a día, no solo para que empieces a meditar, sino para aprender a nutrirte adecuadamente y llevar una vida activa.

Anímate y prueba la app Siente – que puedes descargar aquí – y se convertirá en tu mejor compañera para guiarte en el camino de la meditación. Se trata de una metodología muy sencilla, que te abrirá las puertas del mindfulness y la psicología positiva, para mejorar tu bienestar, trabajar en tu concentración y en definitiva, ser más feliz.


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